Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Telde.

Miércoles, 14 de Febrero de 2007
AC BienMeSabe.org/ FEDAC
Publicado en el número 144

Iniciamos la andadura de Memorias del Mañana con el municipio de Telde. A lo largo de un recorrido de norte a sur nos encontramos con comparativas dedicadas a su patrimonio arqueológico, arquitectónico, natural, industrial, agropecuario, etc., donde los cambios ocurridos en los últimos 70-110 años nos invitan a reflexionar sobre los tiempos que han de venir.

 


El municipio de Telde se encuentra situado al este de Gran Canaria, cubriendo desde la costa hasta la cumbre de la isla una superficie de unos 100 km2. A lo largo del siglo XX ha experimentado una destacable explosión demográfica, pasando de los 9.000 habitantes de comienzos de siglo hasta los 96.000 del año 2005, siendo en la actualidad el cuarto municipio de Canarias en número de habitantes.

El rico, a la par que maltratado, patrimonio arqueológico de Telde nos habla de la importancia de esta comarca de Gran Canaria en los tiempos de sus antiguos pobladores. Desde la Sima de Jinámar hasta la Montaña Bermeja o Cuatro Puertas, pasando por los poblados de Cendro y Tara, Telde está salpicado de las huellas de un ayer al que no hemos reconocido y respetado, mal que nos aqueja a lo largo y ancho de nuestras islas.

A finales del siglo XVI Torriani describe en Telde dos núcleos claramente definidos, los barrios de San Juan y de San Francisco, próximos a los antiguos poblados de Cendro y Tara, que por su singularidad arquitectónica y su relevancia histórica fueron declarados en 1981 Conjunto Histórico-Artístico.

La gran cuenca hidrográfica de Telde posibilitó que se desarrollasen de manera notable todos los ciclos por los que ha pasado la agricultura de exportación de Canarias. Comenzando en el siglo XV con la caña de azúcar, fueron la vid, la cochinilla, el plátano y el tomate los cultivos que se han ido sucediendo hasta este siglo XXI, sin dejar de lado la agricultura tradicional para el autoabastecimiento.

El patrimonio hidráulico se nos presenta con elementos de gran singularidad como la Noria de Jinámar, aunque también destacan las minas para extracción de agua del Barranco Real o los innumerables acueductos para sortear el cauce de barrancos, dispersos a lo largo de todo el municipio, resaltando los del Valle de los Nueve y el de San José de las Longueras.

En términos etnográficos, la industria teldense queda caracterizada por los cuatro ingenios de azúcar que existieron en esta ciudad, siendo la Azucarera de San Juan el elemento más sobresaliente por su actual estado de conservación y por haber servido como fábrica de azúcar, de miel de caña y de bebidas alcohólicas.

Finalmente, el patrimonio arquitectónico relacionado con el transporte tiene su máximo exponente en el Puente de los Siete Ojos, espectacular obra que permite conectar las orillas del Barranco Real de Telde inicialmente separadas unos 100 m, hasta convertirse en el punto de conexión natural de la zona norte de la isla con el sudeste, antes de la aparición de las autovías.

Puede descargar aquí el documento con las comparativas (12 Mb).

Puede acceder desde aquí a la publicación de las imágenes en el album del Fondo de Fotografía Histórica de la FEDAC.





 

Comparativas. Las comparativas (Cp) de Telde las presentamos a lo largo de un recorrido de Norte a Sur, comenzando en Jinámar y terminando en el Conjunto Arqueológico de Cuatro Puertas. En la Cp-1 tenemos una panorámica de Jinámar en la que se observa la sustitución de zonas de cultivo por áreas residenciales para atender el incremento demográfico de mediados del siglo XX. La piconera de Jinámar ocupa la Cp-2, donde también se conservan algunos laureles de indias al paso de la que antiguamente fue la carretera que unía el norte con el sudeste de la isla. Siguiendo esta carretera en dirección sur tenemos las dos siguientes comparativas, dedicadas a la Iglesia de la Concepción; la primera de ellas tiene la simpática singularidad de representar el transporte público de cada época, burros y taxis, mientras que en la segunda vemos cómo ha mermado el follaje de los laureles de indias que protegían a los viandantes, quedando relegados a un lateral de la calzada. En la siguiente parada, la correspondiente a la Cp-5, conseguimos una visión general del Valle de Jinámar en la que el incremento poblacional sigue siendo la constante a resaltar, además del retroceso de la zona verde y el asentamiento del polígono industrial sobre el entonces impresionante malpaís de Jinámar; hay que destacar cómo sobresale la chimenea de la Central energética por encima de la Montaña de Jinámar.

En la siguiente comparativa ya tenemos la primera imagen correspondiente al casco de Telde, visto desde el barrio La Primavera, donde sobresalen el Puente de los Siete Ojos y, al fondo, la omnipresente Montaña Bermeja o Cuatro Puertas. En la Cp-7 encontramos uno de los núcleos aborígenes de mayor importancia en Telde, Cendro, compuesto por sus innumerables cuevas en las que ha habido importantes hallazgos arqueológicos; en primer término aparece la parte superior del Puente de los Siete Ojos.

En las siguientes comparativas nos adentramos en el Telde Histórico, con la Ermita de San Antonio (Cp-8) y el Barrio de San Francisco (Cp-9, 10 y 11) en primer lugar. En la Cp-9 contrasta la rehabilitación del Barrio de San Francisco, no exenta de alguna que otra tropelía, con la pérdida de los cultivos de platanera que aparecen en primer término. Esta misma rehabilitación puede comprobarse en las dos siguientes comparativas.

Antes de proseguir con edificios históricos, es de obligada parada la Azucarera de San Juan. La imagen de 1880 tiene un alto valor etnográfico: por una parte, la señora en un lavadero aprovechando las aguas que discurren por el Barranco Real de Telde, mientras que en segundo término aparece la Azucarera como un elemento a destacar dentro del patrimonio industrial de Telde, ambas actividades completamente desactivadas con el paso de los años.

A medio camino entre San Juan y San Francisco está la Iglesia de San Pedro Mártir, hoy día restaurada (Cp-13). En la Plaza de San Juan destacan la Casa de León y Juan (Cp-14), así como la propia Iglesia de San Juan (Cp-15), cuyas torres actuales no tienen nada que ver con las de hace 115 años. La última parada en el casco de Telde la tenemos en el otro centro urbano, San Gregorio, zona de gran dinamismo comercial. La Iglesia de San Gregorio conserva su apariencia externa, aunque no así las viviendas de construcción tradicional con tejado a dos aguas, de las cuales quedan únicamente dos de las muchas que había en aquellos tiempos (Cp-16). La Plaza de San Gregorio en su salida hacia la actual calle Congreso ha visto asimismo modificada notablemente su fisonomía, con un aspecto mucho más comercial en la actualidad (Cp-17). En la salida de San Gregorio hacia el sur nos encontramos con la Plaza de Franchy Roca, en otros tiempos de León y Joven, la cual conserva, al igual que en Jinámar, su carácter de centro neurálgico para el transporte de la comarca (Cp-18).

El Telde rural queda reflejado en las dos siguientes comparativas, la primera de ellas de Lomo Magullo (Cp-19) y la segunda del Valle de los Nueve (Cp-20), zonas cuya actividad agrícola se ha centrado en la agricultura tradicional para autoabastecimiento. En ambos casos es apreciable el incremento de viviendas por el aumento demográfico. Un elemento que llama la atención en la Cp-19 es la desaparición de toda una montaña, a la izquierda de Lomo Magullo; se trata de la Montaña Santidad, que formaba parte del llamado Campo de Volcanes de Rosiana, que fue desmantelada por la industria extractiva de picón hasta desaparecer casi por completo.

Finalmente, el patrimonio arqueológico de Telde queda representado por las últimas tres comparativas, realizadas en el Conjunto Arqueológico de Cuatro Puertas. En la primera de ellas se observa el interior de las Cuevas de Cuatro Puertas (Cp-21), en la ladera norte de la Montaña Bermeja, las cuales eran utilizadas en otros tiempos para el refugio del ganado. Ya en el lado sur, tenemos dos imágenes de la Cueva de los Pilares, una más general en la que se aprecia una cierta erosión de las paredes exteriores (Cp-22), y otra con mucho más detalle obtenida desde el interior de la Cueva (Cp-23).

 



Bibliografía consultada.


650 años de historia de la ciudad de Telde: 650 aniversario 1351-2001. Ayuntamiento de Telde. 2001. 15' 16''.
González Ruano, José Luis.Telde, el paisaje de la historia
: un breve recorrido por el municipio. Ayuntamiento de Telde. 56 páginas.
Espiño Meilán, Jose Manuel. Sendero ecológico por los arenales de Tufia. Ayuntamiento de Telde. 95 páginas.
Guía del Patrimonio etnográfico de Gran Canaria. FEDAC. 2005. 429 páginas.
Morán Rubio, Ignacio. San Juan y San Francisco : Recorrido histórico-literario. Ayuntamiento de Telde. 134 páginas.
Heredad de Aguas del Valle de los Nueve. Reglamento para el régimen interior de la Heredad de Aguas del Valle de los Nueve de la ciudad de Telde. 12 páginas.
Colectivo Ecologista Turcón. Primer Seminario Científico Cultural sobre Patrimonio Histórico. Investigaciones Arqueológicas en Telde. Publicación del Resumen de las Conferencias. Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias. 68 páginas.
Pérez Aguado, Luis.La caña de azúcar en el desarrollo de la ciudad de Telde (siglo XVI). Ayuntamiento de Telde. 1982. 37 páginas.
Torriani, Leonardo. Descripción e Historia del Reino de las Islas Canarias. Cabildo de Tenerife. 1999.

 

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