Muchas somos las personas que vivimos en estas ínsulas afortunadas, pero pocas son las que se distinguen por un sello personal. Si hablamos de Juan Quintana, pensaríamos que muchos son los "Juanes" en Canarias, e incluso Quintana es un apellido bastante frecuente. Si decimos que nació en La Atalaya de Guía y vivió (afortunadamente aún vive) en Gáldar, ya alguno lo habrá adivinado; pero si hablamos de "El Claca", todos los amantes de nuestra música ya sabremos de quién estamos hablando.
Juan Quintana "El Claca" es uno de esos grandes cantadores legendarios que hemos podido disfrutar en esta tierra, no sólo por su forma característica de cantar, sino también por las coplas que él mismo ha creado, enriqueciendo así nuestro Patrimonio Cultural.

¿Cómo fueron tus orígenes, Juan?

Yo nací y me crié en La Atalaya de Guía, allí ya desde "chiquitillo" empecé a trabajar en los tomateros de Matas Blancas con Mr. Leacock. Y ya desde esa época cantaba, oía a las mujeres que, mientras trabajaban, cantaban y ya yo empezaba a tararear y hacer mis cositas.

¿Y así empezaste a cantar y tocar, de forma autodidacta, tú solo?

Empecé a cantar de la edad de 9 años, solo en esa Montaña, que unos le dicen el Pico de La Atalaya y otros la Montaña de Guía, y así fui aprendiendo. Cuando empecé a acarrear agua con un palo y dos cacharros del Pilar de La Atalaya pa mi casa, había tres hermanos que tocaban todas las tardes y cuando pasaba me decían: "Juanillo, ven acá pa que te eches un par de isas o folías"; y en cada viaje de agua paraba y me echaba unas isas, folías o malagueñas; y así en cada viaje lo mismo.

¿Participabas en las taifas o bailes de cuerdas?

Sí, los tocadores eran amigos que les gustaban los bailes de cuerda, se juntaban y tocaban en salones o casas grandes o en cuevas también. No tocaban rondallas como hoy.

¿Entonces cuál fue tu primer grupo? ¿Te vinieron a buscar? ¿Cómo fue?

La primera rondalla fue la Guayarmina, que me vinieron a buscar a las plataneras donde yo estaba trabajando y les dije que sí. Esa tarde, cuando solté el trabajo, fui pa mi casa, me lavé, me cambié de ropa y me fui pa Guía, pa casa Chanito "El Practicante", y ensayábamos en la azotea de su casa, que era de dos pisos. En la Princesa Guayarminaestuve, por lo menos, 18 ó 20 años.

Pero luego también estuviste en otros grupos.

Después pasé a "Los hijos de la Noche", la "Princesa Tenesoya" de Maestro Ignacio en paz descanse, y luego a "Los Cebolleros". Con ellos "finí" de rondallas, es decir, me llamaban unos y otros e iba a colaborar con los amigos, incluso hasta La Aldea.

¿Y los instrumentos Juan, cómo aprendiste a tocar?

Aprendí a tocar la guitarra primero con un tal Antonio "El Barbero", que así le decíamos. Antonio Mirele se llamaba, y vivía en Barrial; luego se fue pa Las Palmas, donde murió. Incluso "Los Huaracheros" quisieron llevarse a Antonio Mirele. Luego con Jeremías, que punteaba el timple, que era un fenómeno como los de hoy.

El timple lo aprendí un poco mirando, mirando y mirando. Yo cogía luego el timple y taca, taca… y poco a poco fui aprendiendo. Lo manejo todavía un poquillo. Arriba tengo uno hecho de una caja de puros, yo me siento en la cama, me cojo el timple y me pongo a tocar y a cantar, y lo grabo en el "magnetofón".

Venga, después lo tocamos y nos echamos un rato. ¿Qué recuerdos tienes de los grupos, de los viajes...?

Con la "Princesa Guayarmina" estuve un mes en la península, llegamos hasta Mallorca, estuvimos en las capitales más grandes. En Tenerife tocábamos todos los años y antes de eso había un concurso, en el Parque San Telmo, de todas las rondallas. Durante diez años consecutivos ganamos el primer premio. En ese momento dirigida por Chanito, y yo también gané algún premio como solista con la rondalla.

¿Son muchos los reconocimientos y homenajes que se te han hecho?

Sí, me hicieron uno en el Pérez Galdós, y bueno (lo voy a contar), como yo era un poco célebre, vinieron a buscarme "como grandes amigos", con una cesta de Navidad llena de botellas de toda clase y me dijeron: "queremos hacerte un homenaje en el Pérez Galdós, pagamos los gastos y lo que sobre pa ti". Y me lo dijeron sin más ni más. Nadie se dignó por lo menos a decir: "¿Tú quieres que te hagamos un homenaje? Pero, bueno, yo encantado de la vida, allí me preguntaron unas cosillas y una noche me vinieron a buscar pa ir a Las Palmas Fui a un ensayo y quedamos bien, y me hicieron el homenaje y yo sin cobrar nada.

Luego nos fuimos pa la península con ellos durante un mes también, y tocamos en plazas de toros y parques; allí se portaron bienísimo. Cuando llegamos aquí, al mes dicen que no habían cobrado, luego cobraron el dinero y pagados los gastos del homenaje me dieron tres "billetillos" (300 pesetas), que en ese entonces valía algo, pero dicen que pagaron a Los Sabandeños y parece que vinieron gratis. Porque esa noche también tocaban en el sur y vinieron en Jet Foil, cogieron la guagua en el muelle, tocaron los primeros en el Pérez Galdós y después se fueron pa Maspalomas. El que se quedó allí fue Elfidio Alonso, pa darme un detalle.

¿Y qué recuerdos guardas de Los Cebolleros?

Con Los Cebolleros estuve treinta años, dirigido por Nicolás, que los dos fuimos fundadores y el amo era él, que hacía y deshacía. Después entró Juan Manuel, que era el Presidente, y luego se disolvió. Se hizo un viaje entre semana (que todos no podían ir, porque estaban trabajando y claro no se pagaba nada, sino el viaje y la comida) y entonces se llevó unos cuantos y allí se separaron los tocadores. Cuando fuimos a ensayar fallaron por lo menos siete, que se quedaron con Colacho y él siguió con el nombre de "Los Cebolleros" y ahí hubo un follón en un acto de la Plaza de Gáldar, donde hubo un montón de guardias, hasta de Guía vinieron. Incluso se llevó notario pa levantar acta de aquello.

Juan, el nombre de "El Claca", ¿cómo surge realmente?

Esto ya lo he comentado más de cincuenta veces, en todas las entrevistas que me han hecho. Resulta que mi padre "furrungueaba" un poco la guitarra y antes íbamos cuatro o cinco de parranda a Teror, la víspera del Pino; y cuando estábamos en los terraplenes que están entrando a Teror, por lo visto mi padre vio a una muchacha y no sé qué piropo le dijo mi padre, que ella le dijo: "¡Eh!, que le pasa a Juan, "el Claca ese", y ya entonces la gente le empezó a decir el Claca. Yo me llamo Juan y me empezaron a decir "mira el Claca ese".

¿Y tus hermanos no cantaban; y tu familia, tus hijos...?

Sí, tengo un hermano que vivía en El Calero (Telde) que cantaba. Ese se pasó a la Tirma guiense, en aquel tiempo, que había dos rondallas: la Princesa Guayarmina y la Tirma Guiense. Hoy en día, mi nieto está en un grupo de Gáldar.

¿Son muchas las parrandas y serenatas en las que también has estado?

Desde que soltábamos siempre nos íbamos de parranda, nos juntábamos dos o tres a tocar, beber y comer en algunas tiendas que tenían bochinchillos. O también en las sociedades de Marmolejo, San Isidro… donde también formamos una rondalla, o un trío que se llamaba La Milagrosa, que también salió bien.

Recuerdo que más de un día me cogió alguna serenata con "El Barbero". Al lado mismo de la barbería había una cubana, que hacía un mes que había llegado, y un Guardia Civil se enamoró de ella y nos juntamos, Antonio al timple y yo a la guitarra, un sábado por la noche. Mandamos a buscar un litro de vino abocado, tinto y dulce, y entonces fuimos a la ventana de la novia cubana del Guardia Civil y empezamos a cantar: "Bien sé que estás acostada/ tras la ventana escuchando,/ con un papel escribiendo/ las coplas que estoy cantando."

En el centro de la sala había una mesa con figuras y ella se había levantado desnuda (estaba ya acostada), y en eso que, cuando ella oyó eso, pensó: "estos me están viendo". Como no estaba en condiciones, tira a correr pa la cama, tropieza con la mesa y allí se oyó una "cristalera" que dio miedo.

¿Qué opinas de los cantadores de hoy en día?

A mí todo el mundo me quiere por lo parrandero y por lo bien que canto, pero hoy… qué quiere que le diga. Yo respeto a todo el mundo y cada cual, abriendo su boca, canta. Todo el mundo sabe cantar, pero no hay estilo y así todo el mundo canta y se sacan discos con tres palabras.

Lo único que tiene "El Claca" es que, dondequiera que yo he cantado, nunca he perdido el estilo que tengo. He enseñado a más de cuatro y todos acaban cantando igual, no tienen estilo propio.

El que también canta bien es Dacio Ferrera, ese es un buen amigo y nos hicieron un homenaje a los dos juntos en el Club Victoria.

¿De dónde sacas las coplas, Juan?

Hombre, unas son mías y otras son que yo he oído. Algunas las saco yo de la cabeza.

¿Qué es lo que más te gusta cantar?

No siendo tangos, de isas, folías y malagueñas, no hay quien me saque.

Tú, que eres un hombre que habla claro, ¿qué opinas de la coincidencia de horario de Tenderete y la Bodega de Julián?

Eso no está bien, porque no es lo mismo que esté una rondalla tocando por un lado y la otra por otro, y tú quieras ver las dos y no puedas. Por lo menos tener conciencia, y ya que es una cosa nuestra, poner un programa el sábado y otro el domingo, pa que se puedan ver los dos. Lo que pasa es que hay piques.

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Puede escuchar a Juan El Claca interpretando una isa descargando este fichero en formato mp3 (3.5 Mb) o interpretando una folía (1 Mb).