Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Los canarios y las canarias en El Sur dominicano.

Viernes, 21 de Noviembre de 2008
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 236

El nuevo libro de Manuel Hernández estudia las transformaciones sociales, culturales y económicas del sur dominicano entre 1680 y el Tratado de Basilea en una época en la que la migración canaria desempeña un papel crucial en su devenir histórico con presencia en pueblos tan medulares como San Carlos de Tenerife, Baní, Higüey y el mismo Santo Domingo.


En el primer  volumen analiza el sureste, abordando detenidamente todos los municipios que lo conformaban, tanto desde la perspectiva social, como económica, cultural y política. Marcados esencialmente por una economía de autoconsumo, tuvieron un lento desarrollo en esos años. La vida cotidiana de sus habitantes, sus fiestas y cofradías, sus actitudes ante la muerte, sus cabildos y parroquias, la estructura de la propiedad de la tierra y la esclavitud son aspectos que son abordados en este volumen. En el mismo se destaca la presencia de elementos culturales isleños como el timple y el fandango en Higüey, con pueblos tan significativos como La Otra Banda o la Cruz de lo Isleños.

El segundo se detiene en el análisis de los territorios que conformaban la jurisdicción capitalina, dependientes todos del cabildo de Santo Domingo con la excepción de San Carlos de Tenerife, erigido por familias canarias, en su mayoría laguneras, en 1684, que luchó en todo momento contra el afán destructor de su independencia por parte del cabildo capitalino. Como anécdota, el mismo Juan Luis Guerra desciende directamente de sus fundadores, originarios de La Laguna. Un pueblo con personalidad propia, con la Candelaria como Patrona que expresará su identidad diferenciada, manteniéndose como municipio independiente hasta 1911. Se integran en él tanto el mundo ganadero canario de Baní, la agricultura de autoconsumo de San Carlos, el área de los ingenios, con sus haciendas de caña de azúcar y cacao, el pueblo de libertos de San Lorenzo de los Minas y el cosmos urbano capitalino. Todos ellos son estudiados desde una perspectiva global, cubriendo campos como las fiestas, cofradías y creencias, la explotación y propiedad de la tierra y régimen de tenencia, la extensión de la esclavitud, los planteamientos de las elites sociales, de los libertos y de los pequeños cultivadores, el proceso de formación de sus clases dirigente y las tensiones y conflictos entre los distintos grupos sociales, la Iglesia y el mundo universitario y un largo número de temas que nos aproximan a la realidad del mundo capitalino dominicano en el siglo XVIII.

Baní, un paréntesis etnológico en el sur dominicano en frase del sociólogo puertorriqueño de origen dominicano Hostos, es certero exponente de la cultura canaria hasta nuestros días con el gofio y el frangollo (la llamada arepa dominicana) como alimentos, con el maíz de componente fundamental, y las cabras y ovejos, el folclore de las décimas, entre otros muchos aspectos. La misma capital dio pie a una elite de origen canario con linajes como los laguneros Lousell, Saviñón, Ponte, Tapia o Cevallos.


Hernández González, Manuel.
El Sur Dominicano (1680-1795)

ISBN: 978-84-8382-597-6 y 978-84-8382-622-5.
2 vols. 184 págs y 432 págs.
Tenerife, Ediciones Idea, 2008


Comentarios