Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Sólo de aborígenes y dientes.

Jueves, 10 de Marzo de 2005
José Juan Jiménez González (Conservador del Museo Arqueológico de Tenerife, Doctor en Prehistoria por la Universidad de La Laguna)
Publicado en el número 43

El 27 de febrero publicábamos un texto de Ernesto Martín (Profesor Titular de Prehistoria. ULPGC) y de Javier Velasco (Doctor en Prehistoria por la ULPGC). El escrito era una respuesta a De aborígenes y dientes, de J. J. Jiménez González, un artículo publicado unos días antes en Canarias Ahora a propósito de una nueva investigación de Teresa Delgado sobre el mundo prehispánico de Gran Canaria. El texto que hoy publicamos es la respuesta de José Juan Jiménez González al artículo de Martín y Velasco.



Estoy de acuerdo con el Dr. Ernesto Martín Rodríguez y con el Dr. Javier Velasco Vázquez cuando afirman que el conocimiento de las sociedades aborígenes de Gran Canaria "no se hace a golpe de inconsistentes y rebuscadas notas de prensa". Pero no estoy de acuerdo con estos doctores si encima esas notas de prensa las realizan dando palos de ciego, sin atender a más razones, tesis, libros, preguntas y opiniones que las suyas, negando la mayor y la evidencia, empleando la descalificación sistemática como recurso y obviando dar ninguna respuesta a cualquier pregunta que se salga de sus propias opiniones, a pesar de haber utilizado el doble de extensión de la que yo empleé en mi artículo ("De aborígenes y dientes").

Y en dicho artículo cualquier lector bienpensante puede ver que, ejerciendo el derecho a la libertad de expresión, no me dedico a citar, ofender y descalificar a ninguna persona, sino a plantear argumentos ante una metodología investigadora sobre la que caben, faltaría más, diferentes enfoques y cuyas novedades habían sido expresadas voluntariamente "por la arqueóloga Teresa Delgado" sin que aparezca citado en ningún momento que sus afirmaciones procediesen de una tesis doctoral.

Con esto ella perseguía, legítimamente, hacerlas llegar a la opinión pública a través de los medios de comunicación el pasado 23-F. No se trata, por tanto, de ninguna hoja volandera, sino de informaciones que "Delgado explica en una entrevista" en la cual queda constancia de que "a su juicio" también "apunta", "considera", "aporta", "subraya", "entiende", "revela", "destaca" y "apostilla" sus opiniones y argumentos. En este contexto de interés informativo es lógico que se suscite en los lectores un estado de opinión que no tiene que quedar enmarcado bajo la máxima de un pensamiento único o, lo que es peor, de un dogmatismo exclusivista ajeno a la universalidad de la ciencia.

Pongamos un poco de cordura para evitar que ajenos y no-ajenos comunicantes den rienda suelta a –lo que estos doctores denominan– "una estrategia dirigida más al despiste que al mantenimiento de un cortés anonimato". Y me hubiera gustado también compartir y suscribir las afirmaciones de estos doctores si se hubiesen dignado a expresar libremente su opinión en su condición de co-directores de esa tesis –dato que no reflejan en su escrito a pesar de ser parte directamente implicada– en lugar de emplearse a fondo en el terreno de los ataques personales y profesionales. Veamos con más detenimiento algunas de mis aseveraciones, que han sido consideradas "tan laxas como carentes de fundamento".

El término anglosajón Bio-Anthropology es una abreviatura del nombre de una disciplina conocida en EEUU como Biological Anthropology y, aunque se haya popularizado en los países hispanohablantes el término "Bioantropología", su correcta traducción al castellano no es otra que "Antropología Biológica". Por tanto, me extraña la oposición de estos doctores a mis opiniones cuando encima uno de ellos (concretamente Javier Velasco Vázquez) se encuentra citado en la lista de direcciones del XII Congreso de la Sociedad Española de Antropología Biológica, que no "bioantropología", celebrado del 10 al 13 de julio de 2001 en Barcelona.

En esa lista de direcciones que puede consultarse fácilmente en Internet (http://einstein.uab.es/_c_congresoantro/]) también figuran, entre otras personas de Canarias, Teresa Delgado Darias y Verónica Alberto Barroso. Esta última expresó su "sorpresa y estupefacción tras la lectura" de mi artículo y "una profunda decepción frente a la irresponsabilidad profesional demostrada por el autor" en una aportación que envió a CanariasAhora con el título "De precisión y otras cuestiones"*. Si verdaderamente hubiesen precisado lo que sabían desde 2001, sin omitirlo en beneficio de sus postulados, se habrían "evitado el patinazo" que pretendían adjudicarme por mis opiniones. Aunque, si no recordaban ya la existencia de la Antropología Biológica, no veo por qué se ofenden a causa de patrocinar su propio despiste.

En cuanto al muestreo de 585 aborígenes de Gran Canaria pertenecientes "sobre todo" a los cinco yacimientos arqueológicos enumerados por la investigadora Teresa Delgado, no por mí, que ustedes elevan ahora a 60, no tendría nada que añadir si no fuera por su insistencia en reforzar la validez de ese "registro representativo" sólo aumentando la cifra de yacimientos, no la de los cráneos estudiados, lo cual empobrece aún más el análisis pues convierte en menos representativo el número de ejemplares por yacimiento. Otro problema de esta y de otras muestras obtenidas de los fondos de cualquier museo que se haya nutrido de especímenes y objetos en el pasado reside en los criterios de selección empleados. Según la antropóloga Ilse Schwidetzky los cráneos de los fondos del Museo Canario fueron seleccionados atendiendo a su buen estado de conservación, obviándose los demás. Esta perspectiva metodológica limita el alcance de las interpretaciones que pueden ofrecerse en este sentido. Por tanto, en este caso no sólo hay que verificar el contexto de procedencia sino la representatividad que, para un estudio global, posee una muestra obtenida de esa manera en otros tiempos.

Ello me ayudó a comprender, por ejemplo, lo que pasaba cuando intenté verificar la relación que pudiera existir entre las lesiones craneales debidas a actos de violencia y la prevalencia de la guerra entre los antiguos canarios, pues a la luz de los criterios de selección no hay que extrañarse que el propio J. Bosch Millares sólo cuantificase un 1’08% de incidencias traumáticas en los 1.200 cráneos que estudió. Por tanto, no será malo recordar que la validez del resultado global de cualquier procedimiento analítico depende en primera instancia de la calidad y representatividad de la muestra que sea objeto de estudio pues de lo contrario los resultados no se conciliarán con las expectativas o resultarán sesgados.

Otro factor importante es la cronología de las muestras, pues si no se obtiene no habrá forma de saber la época a la que pertenecen los ejemplares investigados ni a qué momento cronológico corresponden las contingencias o alegrías alimentarias de una sociedad. Como en este caso tampoco nos dan respuesta a nuestra pregunta hemos de suponer que dichas dataciones no fueron obtenidas. Por tanto, ante la falta de cronología de los ejemplares investigados los co-directores de la Tesis Doctoral de Teresa Delgado Darias, el Dr. Ernesto Martín Rodríguez y el Dr. Javier Velasco Vázquez, acuden –en su artículo– a otro argumento incuestionable: "las variables analizadas debieron ir mudando en el tiempo". He aquí otro de sus "notables avances científicos", que no me hacen dudar lo más mínimo del esfuerzo, la entrega y la dedicación realizada por la ya Dra. Teresa Delgado Darias durante esos seis años que menciona en su entrevista, porque es evidente que en esta sinfonía ella atendió con esmero su instrumento mientras otros movían la batuta. Por eso en el ámbito académico universitario suele decirse que en una tesis los aciertos pertenecen al doctorando, mientras los errores corresponden siempre al Director.

Con ello doy por concluida mi participación en esta polémica, pues poco o ningún crédito merecen sus criterios sobre la ecología cultural y la influencia de los factores ambientales en las sociedades pre-estatales, su desconsideración ante los problemas de la adaptación en nichos insulares, sus explicaciones históricas atemporales, sus deseos miméticos cargados de explicaciones sin fundamento, pseudo-cientifismo, falta de método y, sobre todo, de diálogo. Porque en los inicios interpretativos de este tema eran las plagas de langosta, una economía muy especializada y el exceso de población los que justificaban dietas vegetarianas y escasa alimentación. Ya Gran Canaria Prehistórica se encargó de demostrar que eso no era cierto y, a estas alturas, da lo mismo que todavía haya alguien empeñado en no reconocerlo.



* Puede leerse como anexo en "Dientes, aborígenes y palos de ciego", artículo al que este texto responde.


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Comentarios
Miércoles, 16 de Marzo de 2005 a las 11:04 am - Mario Delgado Alonso (Doctor en Filosofía) I.E.S. Doramas (Gran Canaria)

#05 En la medida en que no soy prehistoriador ni arqueólogo no puedo entrar en cuestiones concretas al respecto. Sin embargo, el hecho de que me mueva en el campo de la Teoría Antropologica y de la Filosofía me sitúa en una disposición epistemológica que me posibilita comprender este tipo de diatribas.

La ciencia en general y las ciencias sociales en particular no están al margen de cuestiones externas (rivalidades académicas, prejuicios, externalismos metodológicos, herencias caducas etc.) pero tampoco está exenta de cierta rigurosidad teórica y metodológica. Atendiendo a los argumentos del Dr. Jiménez yo lo que percibo en ellos es un interés manifiesto por salvaguardar tres cuestiones fundamentales: 1. La necesidad de tener una perspectiva teórico-epistemológica de base no ecléctica, y que Jiménez parece situar en el materialismo cultural. 2. La importancia de ir descartando hipótesis espúreas fruto de tradiciones heredadas y de malformaciones académico-epistemológicas y (3) apostar por el conocimiento sobre la base de ir sentando resultados que posibiliten avanzar en base a continuidades y discontinuidades.

Sobre esta base, y habiéndome acercado alguna que otra vez a 'Gran Canaria Prehistórica' y a otros trabajos más recientes del Dr Jiménez, en los que pienso que se satisfacen los tres requisitos anteriores, temo que su crítica no esté descaminada al menos en estas cuestiones que expongo. La respuesta de los Drs Marin y Velasco parece circular en la linea de cierto eclecticismo y escudarse en cierta 'diversidad' metodológica que me suena a cierto eclecticismo.

Hay veces además que no estamos dispuestos a entrar en debates o en diálogos sobre la calidad de lo que se dice, publica o escribe (calidad que yo dada mi ignorancia de la arqueología no puedo negar para nada en el trabajo fruto de la polémica) , y que preferimos silencio en este sentido y muchisima propaganda en algunos otros. Creo que el Dr Jiménez no ha descalificado, aunque sí se le ha descalificado a él en algunos comentarios como los de más arriba. En cualquier caso, ha abierto un debate desde cierto rigor metodológico, epistemológico y teórico que yo particularmente comparto.

Viernes, 11 de Marzo de 2005 a las 23:34 pm - Redacción BienMeSabe

#04 La Revista BienMeSabe.org en general y la sección 'Opinión' en particular, pretenden ser foros en los que expresar y contrastar ideas, sin que sea la voluntad de la Revista poner límites o censurar a ningún lector.

Lo que sí pretende BienMeSabe es que se mantenga la discusión dentro del marco definido por la información aportada en los artículos, evitando que dicha discusión trascienda hasta entrar a valorar aspectos personales de los participantes.

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BienMeSabe somos todos y debemos contribuir al ágil funcionamiento de la Revista.

Viernes, 11 de Marzo de 2005 a las 11:05 am - Lourdes Taibo

#03 Asombradita me tiene esta gente con su controversia, aunque he de reconocer que, como dice el amigo Artemio, a este chico (o al Sr. Jiménez si se prefiere) se le ve el plumero. Debe ser que quiere promocionar su libro, aunque ello signifique ir sembrando ataques y descalificaciones por doquier. No veo otra posible explicación sino que haya optado por la “estrategia Crónicas Marcianas” para alcanzar la fama, primero insulta que en el futuro ya te ofrecerán un programilla. ¡Claro que sí, mi niño!, tú también te mereces tu minuto de gloria.

Espero que no sea esta la catadura de los doctores de nuestras islas, porque si no vamos apañadas.

Lourdes Taibo

Santa Cruz de Tenerife

Viernes, 11 de Marzo de 2005 a las 10:38 am - Ariadna González Trujillo

#02 He seguido desde el principio el singular 'culebrón' montado a propósito del trabajo de la D. Delgado y reconozco que, amén de lo simpático y peculiar de la historia dadas las circunstancias en las que tiene lugar, sinceramente me faltaba situar porqué el Dr. Jiménez iniciaba un ataque tan rotundo contra una persona y un trabajo que desconoce por completo, sin embargo la respuesta siempre estuvo ahí:

!Sr. Doctor tú lo que tienes es un ataque de celos!

Por otra parte, qué sería de nosotros sin esa parte irracional a las que nos empujan las pasiones humanas.

Ariadna.

Jueves, 10 de Marzo de 2005 a las 22:34 pm - Artemio

#01 He leído condetenimiento los tres artículos y la clave para entender el problema nos la da D. JJ. Jiménez en el último parrafo de su último texto: 'Ya Gran Canaria Prehistórica se encargó de demostrar que eso no era cierto y, a estas alturas, da lo mismo que todavía haya alguien empeñado en no reconocerlo'. Se ha retratado usted amigo mío. Parece mentira que la razón de toda su perorata 'laxa y carente de fundamento', como señalan los codirectores de la tesis, no es otra sino el no haber reconocido que usted está en posesión de la verdad absoluta para explicar todo lo concerniente al pasado prehispánico de Gran Canaria. Pues, perdoneme, eminencia pero de lo que yo he leido hasta ahora de usted es pura palabrería de charlatan y no sólidas pruebas científicas que avalen esos datos que dice . Ante todo debería usted ser humilde y reconocer el valor de la propuesta que hacen esos autores, pues es usted el primero que descalifica profesional y personalmente a esos autores. La verdad cuanto más le leo más pena me da, querido científico canario.