Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Escritos y noticias sobre Tomás Morales.

Lunes, 01 de Agosto de 2011
Bruno Pérez
Publicado en el número 377

Recientemente, el investigador Antonio Henríquez Jiménez ha publicado un volumen antológico de crítica literaria sobre Tomás Morales: Escritos y noticias sobre Tomás Morales (1922-1972) (Instituto de Estudios Canarios, 2011). En él se recogen textos de gran valor e interés sobre el poeta que han permanecido olvidados y dispersos.

 

Los estudios filológicos de Antonio Henríquez ya son conocidos. Las exhumaciones sobre la obra de Saulo Torón, Alonso Quesada, Tomás Morales y otros escritores lo acreditan como uno de nuestros investigadores más relevantes en la reconstrucción de nuestra tradición interna de la literatura canaria –como diría Eugenio Padorno–  a través de los índices, diarios y revistas. Estos mismos estudios son muestra, al mismo tiempo, de cómo la creación literaria y periodística entretejen polivalentes relaciones que no siempre han sido lo debidamente atendidas desde un punto de vista “artístico” o “literario”.

 

Recientemente, el investigador Antonio Henríquez Jiménez ha publicado un volumen antológico de crítica literaria sobre Tomás Morales: Escritos y noticias sobre Tomás Morales (1922-1972) (Instituto de Estudios Canarios, 2011). En él se recogen textos de gran valor e interés sobre el poeta que han permanecido olvidados y dispersos. Generalmente en publicaciones periódicas de muy difícil acceso: unas veces se encontraban en nuestros museos insulares, otras en Madrid, Barcelona, Florencia, etc.

 

Esta nueva compilación de artículos representa de alguna manera –como expresa Andrés Sánchez Robayna en el prólogo– la continuación de la historia crítica de Tomás Morales, y que ya había iniciado el poeta don Manuel González Sosa en 1992 con su Tomás Morales. Suma crítica. Si bien es cierto que Escritos y noticias sobre Tomás Morales se abre a otras formas discursivas distintas de la reseña, tales como la noticia o la cita literaria. No en vano, este nuevo libro de Antonio Henríquez está dedicado a González Sosa, lo que muestra no sólo amistad, gratitud y admiración, sino también el reconocimiento a una labor y manera de trabajar que aúnan el rigor, la sencillez y la naturalidad en una investigación y conocimiento diarios, perseverantes, paso a paso.

 

Estos escritos aparecen a veces sin firma, como un anónimo escritor en Falange, que no duda en decir que Tomás Morales es a Néstor lo que el sonido es a la luz; otras, sus rúbricas son bien conocidas, como la de Gabriel Alomar, Simón Benítez Padilla, Gerardo Diego, Fernando González, Ventura Doreste, Eugenio Padorno o Enrique Díez Canedo, que advierten rasgos diferenciadores no sólo en la poesía canaria, sino en la de Tomás Morales, relacionándolo con la saudade y la poesía portuguesa.

 

Textos de indudable valor –sin duda– que perfilan la figura del poeta, como un texto de Valentín de Pedro y una encuesta sobre la importancia de la obra de Tomás Morales y su actual vigencia, realizada en El eco de Canarias (1968) a diversas personalidades de nuestra cultura insular, y que destaca el prologuista.

 

Sobresale, de igual forma, un desconocido artículo escrito en catalán de Ángel Valbuena Prat (“En torn de la poesía”, 1932), donde su autor advierte relaciones entre la pintura de puertos de Claudio de Lorena y los Poemas del mar de Tomás Morales. Ambos presentan no sólo un paisaje marinero (que no marino) como un estado del alma y una serena visión, sino también como engarces pictóricos y poéticos entre dos concepciones estéticas: lo clásico y lo moderno. Los cuadros de Lorena pertenecen a una corriente clasicista por su contención artística, pero, al mismo tiempo, adelantan una sensibilidad romántica de nostalgia y lejanía. Los poemas de Tomás Morales poseen esas mismas cualidades románticas, pero como residuo, a la par que inicia algunas claves de la nueva literatura, y que Valbuena asocia al Novecentismo.

 

El lector, en definitiva, encontrará en Escritos y noticias sobre Tomás Morales (1922-1972) una aportación de primer orden, cuyas fuentes documentales revelarán la lectura viva y transformada de una obra poética que enlaza los retazos de una vida y de una cultura.

 

 

 

FRAGMENTO

- Yo también pienso hacer un largo viaje –nos dijo–. Es necesario, para terminar mi obra, para hacer el tercer libro de Las rosas de Hércules. Este viaje, en el que pienso desde hace mucho tiempo, responde a un ideal estético; si no lo hiciera, mi obra quedaría fragmentaria. Hasta ahora he dado a mis versos mi emoción de isleño frente al mar y al mundo que nos llega por él; necesito salir al mundo, vivir en Europa y América, para ver qué emociones se despiertan en mi alma, con qué ligaduras se ata mi espíritu a las otras tierras… («Un recuerdo», de Valentín de Pedro).

 

 

 

Puedes visitar el apartado Rescate de esta revista, coordinado por nuestro colaborador, autor de este libro, Antonio Henríquez, pinchando aquí.

 

 

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