La historia del Carnaval de Lanzarote tiene, al menos, dos protagonistas indiscutibles con raíces en el mar y en la tierra. Se trata de Los Buches y Los Diabletes de Teguise.

Unos y otros irrumpieron ayer en el centro de Arrecife para animar la Calle Real y La Plazuela en el pasacalles que recorrió esas arterias de la ciudad. Buches y Diabletes sorprendieron a locales y visitantes, algunos de los cuales aprovecharon la ocasión para inmortalizarlos con sus cámaras de fotos.

La Parranda Marinera Los Buches repartió buchazos a todo el que se le ponía por delante, con las tradicionales vejigas de pescado hinchadas (buches) que forman parte de su indumentaria, en la que no faltan las cintas de colores ni las caretas de red.

Por su parte, Los Diabletes salieron al encuentro de la gente asustando con sus cencerros y máscaras a chicos y grandes.

Cabezudos

En medio del gentío sobresalían los papagüevos que, como siempre, fueron la gran atracción de los niños, con quienes se echaron unos bailes. Estos gigantes y cabezudos fueron otras de las atracciones de la pasada jornada, al igual que la Charanga La Única, que amenizó con canciones de ayer y hoy la tarde.

El sábado, las batucadas y comparsas llevarán el ritmo a las calles de Arrecife en un recorrido comprendido entre el parque Islas Canarias y el Puente de Las Bolas, símbolo de la ciudad.