Muy buenas impresiones deja en el "cara a cara" Michal Nesterowicz, el joven maestro polaco sobre cuyos hombros recaerá el próximo proyecto de la Orquesta Sinfónica de Tenerife. El nuevo director titular y artístico del conjunto insular se revela a lo largo de la conversación como un hombre dialogante y nada presuntuoso, dispuesto a aglutinar diferentes manifestaciones en torno a la música clásica.

Sabe que no puede incurrir en el error que ha cavado la tumba de no pocos colegas: encerrarse en su torre de marfil profesional y no integrarse en la vida cultura del sitio que les acoge. Buscar apoyos, integrar, unir esfuerzos son los principios sobre los que Nesterowicz quiere desarrollar su idea musical durante las próximas cuatro temporadas. Esta idea comenzará a fraguarse hoy sobre el escenario del Auditorio de Tenerife con un concierto monográfico dedicado a Piotr Ilich Tchaikovsky. Del maestro ruso, la OST y su nuevo responsable interpretarán desde las 20:30 horas el poema sinfónico "Francesca da Rimini", la fantasía orquestal "Capricho italiano" y la Sinfonía número 5 en Mi menor.

La primera cuestión es obvia: ¿Qué espera de la orquesta y qué piensa que puede aportarle?

Como siempre sucede en estos casos, hay una gran expectación por ambas partes. Eso no significa que necesitemos cambiar mucho o construir algo especial. Sé que puedo desarrollar un trabajo serio durante los próximos cuatro años e intentar hacer, junto a la orquesta, tan buena música como nos sea posible. Para mí la orquesta no es solo "mi" instrumento: no la veo como un conjunto de instrumentistas a mi cargo, sino como un grupo humano, personas que pueden ser amigos, compañeros y "socios de música", gente diversa que se enfrenta cada día a diferentes situaciones y estados anímicos distintos. A ellos necesito describirles una meta, qué significa y cómo podemos llegar juntos a ella. Cada viernes por la noche tendremos la oportunidad de hacer música al más alto nivel posible. Y en los próximos cuatro años -esta es mi idea como director artístico- debemos conseguir que la Orquesta Sinfónica de Tenerife sirva de plataforma cultural para la gente de Tenerife.

Su antecesor, Lü Jia, fijó un patrón basado en el repertorio centroeuropeo. ¿Qué catálogo va a trabajar usted?

Tengo predilección -en tanto director titular- por el periodo romántico y toda la música que viene después. Ahora bien, como director artístico, debo abordar diferentes formas y épocas, elaborar programas variados, con muchos y diversos colores, desde el Barroco hasta hoy. Me resulta difícil entrar en detalles, pero no quiero ceñirme solo a la música sinfónica: puedo hacer muchos conciertos diferentes, con sentidos cruzados, enlazar con el jazz o el folk, dirigir mensajes a un público nuevo, a la gente joven: trabajar con los conservatorios, con los cantantes, coros y bailarines de aquí. Pienso en la OST como en un símbolo y en un referente en los tiempos de crisis, un grupo artístico que, repito, puede establecer una plataforma para invitar a la gente que quiere hacer cosas en torno a la música.

La música española ha tenido poca presencia en la programación de la orquesta durante las últimas temporadas. ¿Tiene previsto devolverle el lugar que le corresponde?

Como en un Lego, necesitamos un equilibrio entre las partes. Intentaré crear un espacio en el que podamos hacer música de España y de Tenerife, un espacio en el que cobre gran importancia la música moderna. También me gustaría que algunos de los artistas invitados. además de tocar en concierto, impartieran charlas y clases magistrales. Por añadidura, tenemos una magnífica terraza detrás de este auditorio. ¿Por qué no organizar allí coloquios con nuestro público después de los conciertos?

Canarias en general, y Tenerife en particular, tiene grandes cantantes y solistas que triunfan actualmente en el exterior. ¿Piensa contar con ellos?

Absolutamente. Una de las fuerzas más importantes con las que puede contar nuestra orquesta es tener una comunidad de talentos -cantantes, solistas, compositores- que trabajen cerca de nosotros.

Le parece necesario contar con una joven orquesta y un coro asociado, como tienen otras orquestas españolas?

Lógicamente disponemos de una orquesta grande, pero no tenemos a toda la gente necesaria para afrontar todos los proyectos; como dije antes, podemos trabajar con grupos de jazz y folclore, pero también con los coros de Tenerife y con los jóvenes músicos del Conservatorio. ¿Será factible crear grupos estables para trabajar con nosotros? No lo sé, es algo que dependerá de la situación (económica). Lo que sí tengo previsto a partir de la próxima temporada, es montar diferentes programas con participación de coros isleños, dos de ellos con gran coro, uno con coro de cámara y otro especial con todos los coros. Vamos a ver si es posible (sonríe). Necesito seis o siete semanas para definir criterios y determinar qué cosas se pueden llevar a cabo y cómo.

Por último: ¿Cuáles son sus referentes en el área de la dirección orquesta? ¿Con qué maestros se siente más identificado?

Hay muchos directores fantásticos a los que podría citar: Claudio Abbado, Simon Rattle, Leonard Bernstein, Seiji Ozawa. Zubin Mehta... El común denominador artístico de todos ellos es que confieren a sus interpretaciones un gran fuerza emocional. La música viene del corazón y ellos la afrontan como si fuesen pintores.