Rafael va más seguro en su taxi desde hace un año. "Los chorizos, cuando ven la cámara, se bajan o se cortan de hacerme nada", dice. El de Rafael es uno de los 200 taxis de Las Palmas de Gran Canaria, donde hay más 1.600 licencias, con un sistema de videovigilancia conectado a la Policía Local. "Yo voy más seguro, sin duda", añade este taxista.

El sistema de videovigilancia fue presentado hace unos días por el Ayuntamiento y el gremio de taxistas de la ciudad tras cumplirse los primeros seis meses de conexión directa de las cámaras a la Policía Local. "Los taxis llevan varios años con sus cámaras, pero antes sólo grababan, desde hace seis meses ya están conectadas con la sala de control de la Policía Local y pueden transmitir imágenes en directo en casos de urgencia", explicó el presidente de patronal del taxi, José Luzardo.

Para demostrarlo, policías y taxistas recrearon un asalto a una unidad en plena calle. Al verse en peligro, el taxista acciona el dispositivo de emergencia y una luz roja se enciende en la sala de control de la jefatura policial, en Miller Bajo. Inmediatamente en los ordenadores de los agentes parpadea en rojo la figura del taxi supuestamente atracado. Con un simple clic, el policía conecta el dispositivo de videovigilancia y en su pantalla aparecen las imágenes de las dos cámaras de vídeo del vehículo, la que enfoca al conductor y la que enfoca al pasajero. De esta forma, el agente de guardia ve claramente cómo un sujeto agarra por el cuello al taxista y, tras situar al vehículo con el GPS sobre un mapa del municipio, envía un coche patrulla hasta el lugar. Fin del simulacro.

"Hasta ahora no hemos registrado ningún incidente grave pero basta que haya un solo suceso de entidad para justificar este tipo de medidas", agregó el director de gobierno de Seguridad y Presidencia, Claudio Rivero. Colocar este dispositivo de videovigilancia en el taxi cuesta una media de 1.200 euros, un coste que el Gobierno y el Cabildo financiaban en un 75% hasta el año pasado. Con los recortes, esas ayudas han desaparecido y los dueños de taxis no están por la labor de asumir íntegramente esos costes, de ahí que se haya estancado en 200 los vehículos con cámaras. "Lo ideal, y nuestro objetivo, es llegar al cien por cien de las licencias de taxi de la ciudad, por eso confiamos en que el Gobierno de Canarias y el Cabildo retomen estas ayudas", señaló Rivero. "En breve tendremos una reunión con el Cabildo para ver este y otros temas", apostilló Luzardo.

Los taxistas aplauden también la proliferación de estos sistemas de protección por su propia seguridad. "Ha servido de elemento disuasorio porque al colocar las pegatinas en las que se avisa que hay un sistema de videovigilancia, muchos delincuentes se lo piensan dos veces", afirmó Luzardo, en consonancia con el taxista del principio, "eso sí, lo que no evitan estas cámaras es que ahora se vaya más gente sin pagar que antes. Cosas de la crisis".