Se continuaba con ella el impulso dado a la promoción turística (viajes, infraestructuras, aspectos de la geografía, el paisaje y la cultura), ya en los años treinta del novecientos, por el pintor Néstor Martín Fernández de la Torre y por el escritor Domingo Doreste, Fray Lesco*; y también por la publicación Canarias Turística (1930-1931), promovida por Gustavo Navarro Nieto. De periodicidad irregular, Isla tuvo dos épocas claramente diferenciadas: entre 1945 y 1962, dedicada al turismo todavía incipiente, orientado -sobre todo- al conocimiento de la geografía y el paisaje, de la arquitectura y el folklore; desde 1962 a 1969, colaborará en el despegue del turismo de masas y en su desarrollo posterior. La publicación contenía noticias sobre las actividades portuarias y aeroportuarias, las diferentes rutas turísticas y la consolidación de la industria hotelera. Dirigida, durante buena parte de su vida pública, por el escritor Ignacio Quintana Marrero*, reuniría entre sus colaboradores a notables escritores insulares: María Rosa Alonso* o Pedro Cullen del Castillo*, que dejó allí páginas entrañables (y entrañadas) de su visión de Fuerteventura; Víctor Doreste* o José M. Alzola*, Antonio de la Nuez* o Juan del Río Ayala*, aplicado a mostrar imágenes del interior de Gran Canaria; Juan Velázquez* o Agustín de la Hoz*, que dejó testimonio del paisaje de Lanzarote; Juan Bosch Millares*, con sus crónicas de la ciudad de Las Palmas, o Alfonso Armas Ayala*, a través de cuyas colaboraciones tuvieron presencia pública los primeros museos insulares. Y también colaboraron los periodistas Antonio Rodríguez del Pino* o Antonio Cardona Sosa, entre otros. La revista publicó algunos fragmentos de la obra de Bartolomé Cairasco*; y el crítico Ventura Doreste* mantendría, durante varios números, la sección Poetas Canarios, en la cual presentó textos de, entre otros: Diego Navarro*, Juan Millares Carlo*, Luis Benítez Inglott*, Montiano Placeres* o Luis Millares Cubas*.