Gomero ejerciente y emigrante retornado, profundo conocedor de las penurias y alegrías de los Canarios en el exterior, fue concejal del Ayuntamiento de Candelaria (Tenerife) para pasar a ejercer de Director General de Acción Exterior en la anterior legislatura, desempeñando en la actualidad el cargo que ocupa, desde donde coordina un equipo humano de aquí y allá, tanto en Canarias como América que ayuda a acortar las distancias que nos separan, fomentando las razones que nos unen.

Según tu experiencia, ¿cómo se mantiene o se ha mantenido hasta la fecha nuestro acervo cultural en el extranjero?
Lógicamente a raíz de las entidades canarias en el extranjero se ha mantenido el acervo cultural, especialmente el folclórico, por ejemplo, Cuba tiene un acervo mucho mayor en todo lo que puede ser nuestros deportes autóctonos, juego del palo, el garrote, etc.. En Venezuela van mucho más al folclore. En Argentina, también, pero entiendo que hay que hacer un trabajo de investigación etnográfica, importantísimo para que la Historia de las Tradiciones Canarias quede escrita y lógicamente habría que escribir las páginas que se han hecho en el exterior.

¿Qué experiencia o persona es la que te ha marcado más en tu recorrido como embajador canario en el extranjero?
Quizá en el conjunto, lo que más me haya marcado en cuestiones recientes es el Festival de las Tradiciones Canarias, donde estuvieron 28 grupos y donde cada uno de nosotros estábamos emocionados al ver el lobby del hotel lleno de gente ataviados con nuestras ropas típicas haciendo isas, folías, malagueñas, tajarastes,... Y eso allá suena todo como diferente, como en estéreo, por que se le pone más sentimiento. Y yo que he sido muy criticado dentro de la gestión del gobierno, porque dicen que yo me dedico más a la parte folclórica que a la social, pero realmente no sólo de pan vive el hombre, porque las necesidades allá son económicas, pero también culturales y creo que las debemos cubrir todas.

¿Qué proyectos culturales referido a Canarias se realizan en el exterior?
Yo creo que no hay muchos proyectos culturales que se hagan allá dedicados a Canarias. Me explico, el tejido social fluye mucho, peor yo creo que falta esa información, ese viaje de ida y vuelta en el que los mismos agentes sean los que potencien y hagan que este intercambio de información fluya y que la gente se sienta mucho más conectada. Allá se hace mucho por Canarias, allá se vive mucho más la Canariedad que aquí.

¿Cómo ves la actual problemática de Canarias con la emigración que hoy en día es de vuelta como anteriormente lo fue de ida?
Es muy fuerte por que la integración tiene que ser un viaje de ida y vuelta. Hay dos realidades, la realidad de allá y la de acá y si no hay sinergia en esas dos realidades, te ves que existe rechazos, estereotipos que hay que eliminar y eso se elimina con la cultura, con el conocimiento de los pueblos. Ahora está llegando mucha gente joven aquí, y te hablo desde el punto de vista de los hijos de los canarios que vienen con un título bajo el brazo, que son mucho más competitivos y a lo mejor puede que la oportunidad no esté aquí, sino en Sevilla, Madrid o Barcelona, como la juventud canaria, ahora tiene que emigrar a otros sitios porque hay otro tipo de emigración diferente. La integración es muy importante porque es un movimiento sociocultural, una máquina que hay que engrasar.

En algunas perspectivas cuando se habla de la emigración se idealiza, porque la emigración, en realidad, no parte de nada bueno, ¿verdad?
Por supuesto, la emigración tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Claro que se idealiza y ahora mismo se está idealizando, por ejemplo, el retorno y ha habido políticos irresponsables que han vendido en América, que estamos en el estado de bienestar, que la situación aquí es maravillosa, pues no. Aquí hay una lista del paro, la sanidad es la que es, en una islas con más problemas y en otras con menos, hay problemas de espacio y eso hay que decirlo y por eso abogamos por una cosa que llamamos el retorno responsable, aunque la emigración no es cuadrangular, porque la gente cuando llega aquí tiene que saber lo que se va encontrar, cuáles son las condiciones de vida, porque te encuentras con le problema de que mucha gente ha retornado a Canarias y han tenido que volver al país del que han venido, porque la calidad de vida allá o el tejido social allá es mucho mejor que aquí.

Entonces, ¿crees que hay poca memoria histórica?
Desde luego, no hay memoria histórica y a veces somos bastante insolidarios. Te puedo contar un caso de una señora que llegó el Viernes a las 2.30 p.m. a la Viceconsejería de emigración por que su familia la había puesto en la puerta de la calle. Es un caso, pero significativo. Por eso, no debemos ser tan románticos, el vente para acá, que está la cosa fácil no vale, debemos ser más realistas.