Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

VIII Concurso Fotográfico Rincones de Arucas: el jurado y su desierto.

Lunes, 27 de Marzo de 2006
José Miguel Perera
Publicado en el número 98

Porque, ¡sorpresa!, el primer y segundo premio de la categoría individual han quedado desiertos. En el mismo catálogo nombrado se nos dice que el jurado no encontró «ninguna fotografía merecedora de dichos premios» (originalidad y calidad artística, que era lo que se pedía, las había). A todo esto se suma que, al parecer, el «cualificado jurado» (todavía nadie me ha dicho quién lo compone) no apareció el día del fallo.



Nadie puede negar la encomiable labor que culturalmente han ejercido durante varios años, en colaboración, el Ayuntamiento de Arucas y la Fundación Canaria Mapfre Guanarteme. Es envidia sana de todos los pueblos grancanarios su programación cultural y la calidad del folleto que, en los momentos justos, publican para que el pueblo esté informado de la cultura ofrecida constantemente. No es de extrañar, por ello, que en la Ciudad de la Flores la gente participe en las iniciativas que estas instituciones promueven.

Un ejemplo claro de lo que digo es el concurso Rescatando la Memoria que, en sus variadas ediciones, ha logrado congregar a muchísimas personas de todas las edades, ofreciendo al lector de sus posteriores publicaciones un abundantísimo conjunto de testimonios de la gente común que será fuente indispensable a la hora de narrar la intrahistoria de Arucas. Tal ha sido la trascendencia de esta iniciativa que ya es proyecto de varios de los municipios de la Mancomunidad del Norte de Gran Canaria.

Otra de las iniciativas que ha cuajado notablemente hasta el día de hoy es el Concurso Fotográfico “Rincones de Arucas”. Este año, en su octava edición, el número de trabajos presentados ha sido el mayor con respecto a todas las convocatorias anteriores. Unos 70 fotógrafos han acudido a la llamada y casi 300 fotos fueron presentadas. Tal ha sido el entusiasmo que el mismo alcalde del municipio nos dice en el Catálogo del concurso que «se ha creado una tradición [con esta octava edición] y con ello se salvaguarda el presente y se impulsa un futuro asegurado (...)». Julio Caubín Hernández, Presidente de la Fundación, ratifica igualmente, como es lógico, el nuevo éxito obtenido en el concurso de este año.

He ido a ver la parte de las obras presentadas expuesta en la Fundación Mapfre de Arucas y, hay que reconocerlo, la calidad de lo que allí se puede ver salta a la vista de cualquier común. Es decir, que el concurso no sólo ha ganado en cantidad, sino que la calidad es significativa.

Hasta ahora todo bien. Digo: hasta el momento en que empezamos a ver toda la tramoya que se esconde, consciente o inconscientemente, detrás de esta celebración descrita en las líneas anteriores. Porque, ¡sorpresa!, el primer y segundo premio de la categoría individual han quedado desiertos. En el mismo catálogo nombrado se nos dice que el jurado no encontró «ninguna fotografía merecedora de dichos premios» (originalidad y calidad artística, que era lo que se pedía, las había). A todo esto se suma que, al parecer, el «cualificado jurado» (todavía nadie me ha dicho quién lo compone) no apareció el día del fallo (17 de marzo de 2006). Evidentemente que éste no entendió las palabras del señor alcalde: «Justo es reconocer y premiar desde ya ese intento artístico, a todos y cada uno de los participantes. Y animarlos a continuar por esa senda del embellecimiento de nuestra realidad (...)».



Ante tales resultados, el discursito de Ángel Víctor Torres resulta cuanto menos risible en tanto en cuanto la realidad del fallo no se corresponde en absoluto con el espíritu (ahora supuesto) del concurso.

Hay más: si leemos las bases, no encontramos por ninguno de sus «rincones» nada que nos diga que los premios puedan quedar desiertos. Yo no sé si será esto motivo de impugnación; sí me parece que el jurado y los organizadores (que son los que deben velar por la iniciativa) han perdido la seriedad que se sobreentiende en un concurso de estas características.

También dicen las observaciones de las nombradas bases que el catálogo contará con las obras premiadas. ¿Dónde están si no existen dos de los premios? El que lo haya ojeado verá al final del mismo (la mitad de las páginas) una selección de trabajos presentados sin ninguna duda merecedores de llevarse el galardón. Y no hablemos de los que no aparecen en él.

Curiosamente, las fotografías se expondrán de forma itinerante en diferentes salas. Con lo que interpretamos que, visto lo visto, han descubierto una nueva forma para vender los “Rincones de Arucas”. Y gratis.

¿Qué ha pasado con este concurso? ¿Se quieren cargar el certamen? ¿Una mano negra? Y lo que es peor, ¿qué pasará con los 1.300 euros que no se han repartido? ¿Acaso se necesitaban para sacar el catálogo (que tiene calidad, todo hay que decirlo)? ¿O para otros menesteres?

Y queda un premio por dar: el otorgado por votación popular. Todavía están a tiempo de rectificar: aprovechen esta votación popular para conceder esos premios que el jurado (representantes cualificados del mundo de la fotografía y otros ámbitos culturales: eso dicen) no ha podido dar. Como se suele afirmar, es de sabios rectificar. Entonces sí que sería menos sospechoso todo este tinglado. Porque, si no lo hacen, de ninguna manera el entusiasmo de la gente seguirá en ediciones posteriores; ni el concurso habrá madurado nada; ni habrá futuro asegurado; ni, tal vez, lleguen a la décima edición que se quiere celebrar por lo alto. Y la culpa será de la misma organización.

Aclaro, para acabar: ni me he presentado al concurso, ni se está negando la calidad de las obras premiadas.

O yo he olvidado lo que era un «desierto» o en cualquier rincón de Arucas se esconde un bulto.

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Comentarios
Viernes, 31 de Marzo de 2006 a las 00:06 am - Gustavo Ramírez

#04 Hola a todos y especialmente a Alfredo.

Aunque ya lo he comentado en el foro de la web de la Agrupación Fotográficia de Gran Canaria (www.agrupacionfotogc.org), le doy las gracias a Alfredo por la aclaración hecha, evitando así las malas interpretaciones.

Un saludo.

Gustavo Ramírez

Jueves, 30 de Marzo de 2006 a las 15:29 pm - Alfredo Betancor

#03 Al hacer mención de la Agrupación Fotográfica, hago alusión a que conozco bien o algo la indignación que produce determinados concursos entre los miembros y sé que algo más entre los directivos. Y digo esto porque en más de un boletín editado por la Agrupación se pone de manifiesto la falta de seriedad y la cara dura de algunos organizadores de concursos. Sé que de esto saben más ustedes, para los que el tema de los concursos fotográficos ha sido un caballo de guerra constante en defensa de los fotógrafos, tanto profesionales como amateur.

También me he cuidado mucho en decir que son “colaboradores” e imagino que poca o ninguna culpa han de tener con respecto al fallo del jurado. Pero sí me parece que cuando se nombran instituciones, sociedades… la gente se moviliza y expresa lo que siente. Simplemente esto es lo que trataba de conseguir en mi comentario: que la gente no calle y que las injustas decisiones se comenten, se hablen, se discutan… no queden en la indiferencia.

Lo último que quisiera es que mis palabras se malinterpretaran y se pensara que fueran en contra de la Agrupación Fotográfica. Conozco de sobra su labor y esfuerzo, realizado éste desinteresadamente la mayoría de las veces.

Sé que ustedes exponen simultáneamente parte de las fotografías del certamen. De eso se trata: ofrecer las obras y que todos podamos disfrutar de ellas. Con todo ello, no critico la atractiva iniciativa que es el concurso, sino las maneras de descuidarlo. Ya es un niño grande con ocho añitos a la espalda como para equivocarse en algo tan sencillo (o por lo menos no tan complicado) como conceder unos premios.

Y si sirve del algo, diré que visité en su momento varias de las exposiciones de las ediciones anteriores: las referidas a la costa, la de personajes populares, fiestas... entre otras. Menos fotógrafos y menos obras había; no digo que menos calidad, pero sí que menos en donde elegir. Y los premios siempre se fallaron como Dios manda: con todos los premios entregados.

Ah, si alguien lee estos comentarios y nos podría adjuntar los nombres de los componentes del jurado (hasta ahora desconocidos para muchos); y si tienen conocimientos de su formación en el ámbito de la fotografía, sería interesante que todos les conozcamos y así saber si estarán presentes en los venideros certámenes para que nos animen a superarnos, participar y estar a la altura de lo que ellos consideran “merecedor” de una obra premiable. Y quién sabe, tal vez podrían crear un seminario donde nos expongan, desde su alta sabiduría, qué técnica emplear para estar a la vanguardia; y que, de su mano, nos expliquen en qué fallamos estos setenta aprendices de fotografía presentados.

Señores, hagan uso del voto popular y concedan los premios que nunca se dieron. En definitiva, es el pueblo el que ha acudido a la cita y ha disfrutado de las obras expuestas, expresando posteriormente su voto. Tal como todo se ha dado, quizás tenga más capacidad para premiar unas obras que un jurado instruido y formado, que no ha sido capaz de concederlo. Y no esperen al año que viene para enmendar esta metedura de pata ya que imagino que un fallo popular no lo impugnaría ni el Tribunal Superior. Ardua labor, imagino...

En definitiva, espero que estos comentarios aportados por todos los “foreros” hayan servido para saber cómo funciona la maquinaria concursística en algunos lares.

PD.: Me marcho, que dentro de unas horas se dará el premio del pueblo e igual me toca. Un saludo a todos, y a seguir con lo nuestro, que es hacer fotos y pasarlo bien haciéndolas.

Miércoles, 29 de Marzo de 2006 a las 10:09 am - Gustavo Ramírez

#02 Hola a todos.

He leído con detenimiento los comentarios que varios usuarios han escrito en esta nueva línea de debate del foro y me gustaría dar mi opinión sobre la situación que se produjo el pasado viernes 17 de marzo durante la inauguración de la exposición Rincones de Arucas en la Sala de la Fundación Mapfre.

En principio quisiera comentar que estoy de acuerdo con la mayoría de los comentarios realizados por los usuarios así como con el artículo de D. José Miguel Perera que ha sido publicado en la revista digital www.bienmesabe.org y en los periódicos digitales www.canariasahora.com y www.infonortedigital.com.

Hasta ahora nunca he criticado la decisión de un jurado a la hora de decidir un premio u otro en un concurso y por principios creo que voy a seguir sin hacerlo. En alguna ocasión he formado parte de jurados de concursos y les aseguro que en la mayoría de las ocasiones no es fácil tomar una decisión.

Personalmente podré estar o no de acuerdo con un fallo, o podrán gustarme más o menos las fotografías premiadas por un jurado, pero eso ya es sólo una opinión personal de las tantas que existirán entre los participantes y visitantes de la exposición. Pienso que las personas que forman parte de un jurado tienen la difícil labor de valorar el trabajo de los fotógrafos que ilusionados presentan sus imágenes a este tipo de concursos y considero que los miembros del jurado valorarán las fotografías teniendo en cuenta los gustos fotográficos (originalidad, composición, técnica, etc.) de cada uno de sus integrantes. Los gustos del jurado no tienen por qué coincidir con los míos o con los de cualquier otro participante o visitante. Somos muchas las personas que acudimos a este tipo de eventos y cada uno de nosotros tiene su opinión, que es tan válida como la de cualquier especialista, aunque en estos casos, la opinión que vale es la que ha tomado el jurado.

Habiendo dejado claro este tema, tengo que mostrar mi desilusión por la situación que se produjo durante la presentación de la exposición de este concurso. Como decía D. Alfredo Betancor en su comentario, creo que este tipo de concursos están pensados como una actividad más para el 'pueblo' y buscan la complicidad de los fotógrafos ocasionales y aficionados, y en función de esta condición habrá que valorar sus trabajos. Como comprenderán, no se podrá establecer el mismo baremo para valorar unos trabajos profesionales o unos trabajos realizados por aficionados.

Tengo la impresión de que en este caso el jurado no sólo no ha premiado a los participantes del certamen (y bajo mi punto de vista había obras con la calidad suficiente para ser premiadas) sino que, posiblemente sin tener en cuenta las consecuencias que podría traer su decisión, ha castigado a los esperanzados fotógrafos y a la propia entidad organizadora del concurso fotográfico que ha tenido que escuchar todo tipo de comentarios. ¡Señores de cualquier jurado!, creo que hay que ser más asertivos a la hora de tomar las decisiones y cuando formen o formemos parte de un jurado tenemos que tener en cuenta que tomar la decisión de declarar desierto un premio es como lanzar un jarro de agua fría sobre todos los participantes de un certamen. Cuesta mucho esfuerzo sacar adelante un proyecto fotográfico como el que durante años lleva organizando la Fundación Mapfre como para echarlo por la borda con una decisión que lo único que puede conseguir es desilusionar a gran parte de los fotógrafos que han presentado sus obras. Pienso que esto es más sencillo de lo que lo hacemos y creo que se trata de algo parecido a los Reyes Magos; hay que divertirse, crear ilusión y 'adoptar' a nuevos aficionados a la fotografía.

Por otra parte, creo que todos hemos cometido errores en nuestra vida y siempre hemos deseado que nos perdonen. Por eso, pienso que tampoco habría que ensañarse más de la cuenta con el jurado de esta ocasión ni con la entidad organizadora. Sin querer convertirme en abogado defensor de nadie, hay que considerar que hasta la fecha actual, la Fundación Mapfre ha sido una de las pocas entidades públicas o privadas que han apostado por la fotografía organizando anualmente eventos como este concurso o exposiciones. Creo que tendríamos que darle una nueva oportunidad y confiar en que hayan escuchado al 'pueblo' y que para una próxima edición puedan curar y cicatrizar la herida que se ha producido con el controvertido resultado de la última edición de este certamen.

Como miembro de la A.F.G.C. me gustaría aclarar uno de los últimos comentarios que D. Alfredo Betancor realiza en su artículo y que cito textualmente para que sepan a qué me refiero: 'De esta manera, al igual que el Ayuntamiento de Arucas, la Fundación MAPFRE-Guanarteme y las otras entidades colaboradoras, como la Agrupación Fotográfica de Gran Canaria, se me ocurre organizar un concurso fotográfico en mi pueblo, en el que habrá suculentos premios. Un primer premio de 5.000 euros; un segundo de 2.000 euros y un tercero de 20 euros.'. La A.F.G.C. colabora cada año de distintas formas con muchas entidades públicas y privadas, pero eso no quiere decir que tenga poder de decisión sobre cada uno de los eventos organizados. Por ello creo que no es justo recibir un comentario en el que se deje entrever que nuestra entidad tiene algún interés en que no se entreguen los premios. Esto último es una opinión personal que hago como un socio más de la A.F.G.C.

Por último, me gustaría lanzar un mensaje positivo sobre la situación vivida. No nos tomemos las cosas tan a pecho y pensemos que las entidades organizadoras siempre tienen en cuenta nuestras opiniones y en base a ellas podrán rectificar y corregir los errores en futuras decisiones. Al fin y al cabo de lo que se trata es de fomentar esta actividad. En muchas ocasiones no nos damos cuenta de que con nuestras críticas lo único que logramos es desanimar a otros fotógrafos y a las entidades que en un futuro podrían unirse al carro y organizar nuevos eventos para fomentar la fotografía.

Reciban un saludo y sigan disfrutando de la fotografía.

Gustavo Ramírez

Nota: Para que no parezca una pataleta, he de aclarar que yo sí he presentado obras al concurso pero considero que las presentadas por otros participantes tenían mayor calidad que las mías y que podrían haber sido premiadas.

Martes, 28 de Marzo de 2006 a las 16:54 pm - Alfredo Betancor

#01 Al fin, leo una crítica certera sobre el concurso fotográfico “Rincones de Arucas”.

Felicitar al señor José Miguel Perera por atreverse a descubrir una injusticia, que se cometió con todos los convocados a ese certamen.

Yo fui uno de esos 70 fotógrafos que acudió a la cita, y me gustaría comentar un poco cómo la mayoría de los fotógrafos aficionados intentan ofrecer y dar lo mejor de sí en este encuentro.

Primero te surge una idea sobre el tema que bulle en tu cabeza; en este caso, los Rincones de Arucas. Por supuesto, la mayoría de nosotros trabaja, estudia, etc., lo cual implica hacer un esfuerzo y buscar el tiempo para poder dar un paseo cámara en mano y plasmar aquella idea.

Esto por lo general te suele llevar desde horas, a tardes o días. En mi caso en particular, acudí a Arucas tres tardes. Una vez obtenida la fotografía, bien por medios analógicos o digitales, ésta lleva un proceso de impresión. Si todo te sale bien a la primera, te puede llevar unas horas, pero como nunca es así, el tiempo se vuelve a alargar. Posiblemente muchas horas. Una vez obtenida la copia en positivo como tú deseabas, llega el proceso de enmarcado que, en este caso, si eres un manitas, la cuestión puede resolverse con unas horitas más. Si no es así, prepara la cartera y acude a un centro especializado.

Cuando todo está OK te acuerdas del famoso sobre para entregarlas. Por supuesto un sobre con esas dimensiones (40x50) es muy difícil de encontrar. Si lo encuentras, prepara la cartera. Y si no, a confeccionarlo como en el cole. Total, unas horas más. Llega la hora de la entrega, por correo, prepara la cartera o siempre, si te quedan unas horillas, las entregas in situ.

Bueno, todo lo anterior, aunque parezca una tontería, es el pequeño esfuerzo que tiene que realizar cada concursante para que una vez reunidas todas las fotografías, un “jurado” determine que en un concurso amateur no existan fotos merecedoras de un premio. No es que toda la labor anterior signifique un suplicio para nosotros los fotógrafos, pues lo hacemos con tanta ilusión que nos olvidamos de todo. Por eso he intentado fríamente explicar cómo se realiza una foto desde que se piensa, hasta que se realiza y expone en la sala.

Pues le diré a ese “jurado” que el día en que acudí al fallo (viernes 17 marzo 2006), el comentario generalizado que inundaba toda la sala era que cómo era posible que no se hubiera premiado con un primer y segundo premio alguna de las obras allí expuestas.

Acudí de nuevo el lunes siguiente con unos amigos a la exposición y el comentario continuó siendo el mismo: por qué no se premia la idea, la ilusión, el esfuerzo, el tiempo empleado.

De esta manera, al igual que el Ayuntamiento de Arucas, la Fundación MAPFRE-Guanarteme y las otras entidades colaboradoras, como la Agrupación Fotográfica de Gran Canaria, se me ocurre organizar un concurso fotográfico en mi pueblo, en el que habrá suculentos premios. Un primer premio de 5.000 euros; un segundo de 2.000 euros y un tercero de 20 euros.

NOTA: Por lo menos advertirá con letra de lupa que si ninguna fotografía es merecedora de dichos premios, pues eso, se declarará “desierto”. Eso sí, yo también devolveré las fotografías (o lo que queden de ellas) en diciembre y haré algunas exposiciones, que lo gratis siempre sabe. ¿Alguien se anima a participar? Con todo lo expuesto anteriormente solo me resta decir que el año que viene ya no me tendré que enfadar ni indignar porque simplemente no participaré. ¿Alguien se anima?

Y aclaro, para acabar: me he presentado al concurso y no niego la calidad de las obras premiadas.