Como anunciábamos días atrás, el pasado viernes comenzaron las XV Jornadas Educativas de Cultura Popular de La Aldea. Otro año más fuimos convocados a una de las iniciativas culturales más atractivas de las que a lo largo del año se celebran en las isla de Gran Canaria. Organizadas por el Proyecto de Desarrollo Comunitario, el Centro de Adultos y la Agrupación La Aldea, el transcurso del día inaugural fue corto pero intenso. La ausencia del Director General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Moisés Plasencia Martín, convirtió esa tarde-noche en un homenaje exclusivo a Adolfina Cubas, la locera de Lugarejo (Artenara) que vivió toda una vida en el pueblo hermano de La Aldea, donde su trabajo artesanal fue valorado y tomado en cuenta.
Lo primero en la tarde fue una ponencia de Macarena Murcia Suárez (FEDAC). Esta investigadora dio cuenta de su experiencia con la maestra homenajeada. A continuación, llegó el instante más emotivo de la noche, quizás de toda las jornadas: la presentación de uno de los dos nuevos Museos Vivos de La Aldea: el Centro Locero Adolfina Cubas, dedicado a su trabajo con el barro, y que se encuentra en las inmediaciones de la iglesia, frente al BBVA. En esta presentación, en el Centro Municipal de Cultura, estuvieron sobre el escenario tres de los hijos de Adolfina, cada uno expresando sus impresiones y opiniones sobre la persona que les dio la vida. El Proyecto de Desarrollo Comunitario les acercó igualmente un hermoso y emotivo video donde se superponían las imágenes de la de Lugarejo trabajando, la familia y los miembros del Proyecto que han hecho posible, empeñando días y noches atrás, este hermoso espacio del nuevo Museo. De más está decir que a la mayoría de los presentes tales imágenes temblorosas hicieron arrancar más de una lágrima, especialmente a la infinita familia Cubas, que hacían más de la mitad de las personas que allí presenciaban el acto. La noche del viernes acabó con una cena en la Residencia de Cuermeja.
La jornada del sábado arrancó con el mañanero taller de baile coordinado por Ágora Suárez Sánchez y Alberto Padrón Bolaños. Siguió, de nuevo en el Cine Viejo, la charla del coordinador de Laurisilva de BienMeSabe.org, Pedro Grimón, sobre el mundo del pastoreo y un proyecto que coordina sobre la digitalización de los sonidos de este ámbito (naturaleza, cencerros, flautas, vida al son de los ciclos naturales, etc.). Luego vino Rafa Gómez León, de la A. C. Pinolere (Premio Canarias de Cultura Popular 2006), que expuso, después de dar un repaso a la historia de esta asociación, la dinámica de la interesantísima revista El Pajar, haciendo mención de sus principales temas y los orígenes de la misma y el Proyecto de los altos de La Orotava. Siguió Antonio José Toledo, para luego dar paso a la presentación del otro nuevo Museo Vivo de La Aldea: el Molino de Gofio Las Rapaduras, momento en el que estuvo presente Manolito El Molinero, que nos contó con gracia sus avatares en el mismo y en los demás molinos que recorren la geografía aldeana.
El almuerzo este sábado fue en el Museo La Gañanía, momento del descanso y del intercambio de experiencias entre los mayores de La Aldea, los ponentes y los matriculados en las XV Jornadas.
Por la tarde le tocó hablar al inspector Julio Gutiérrez González sobre Contenidos Canarios, y a José Pedro González Espino sobre el Proyecto de Desarrollo Comunitario. Así, se dio paso a otro de los momentos inmejorables del fin de semana pasado: el ver en el mismo escenario a una parranda majorera con figuras como El Colorao (esta vez sin timple), Marcos Hormiga o Domingo Umpiérrez El Cuco. Súmese a ellos el grupo Bentaiga y la omnipresencia en el escenario de la también Premio Canarias María Mérida, que levantó en más de una ocasión a los asistentes, cantando las piezas musicales ya clásicas de La Aldea de San Nicolás. Y la sorpresa de la noche: un nuevo grupo de mariachis formado por jóvenes aldeanos que hicieron disfrutar como niños a un Cine repleto. Todo desembocó, otra noche más, en Cuermeja, esta vez con los majoreros de nuevo parrandiando a los que se sumaban los comunes que allí todos, a ras de suelo, éramos.
Las Jornadas se cerraron el domingo con José Manuel Spinel Cejas y con la charla «Cultura y Globalización» del economista Antonio González Viéitez.
Como leemos, estas jornadas siguen aportando su granito de arena en la difusión y el conocimiento de la cultura canaria, especialmente desde el mundo de la Etnografía, siempre a partir del contexto aldeano más próximo. Ojalá cada vez sean más los aldeanos y foráneos que se acerquen a las mismas, todo en pro de un pueblo que cada vez conozca más de dónde viene y, por ende, pueda afrontar el presente de una manera crítica y no pasiva, dándole al futuro elegido un mayor sentido de vida.