Decía Bronislaw Malinowski que los hechos folklóricos no están aislados, sino en estrecha dependencia o conexión funcional y por lo tanto deben estudiarse todas las cosas y sus relaciones dentro de la comunidad. Ahora bien, los factores concurrentes a la formación y elaboración del hecho folklórico son complejos y aumentan cuando la expresión emigra por simple necesidad expansiva, por traslación del hombre o por factores de conquista. En estos casos, además de los factores conocidos, intervienen otros de dificultosa fijación aparte de la fundamental necesidad de adaptación al medio para subsistir en el nuevo ambiente. Los factores que intervienen en el proceso del hecho folklórico, pues, podemos resumirlos en tres grandes apartados: los intrínsecos, los de presión interna y los de presión externa. Los de presión interna, a su vez, los podemos subdividir en social, religioso y costumbrista; y es en el segundo, representado en la gravitación de las creencias sobre la materialización folklórica, donde cabe incluir los temas de nuestra música popular que han sido dedicados a la Navidad.
El pueblo canario -de gran tradición religiosa- se volcaba en los días de Navidad a cantar el alegre acontecimiento de una forma colectiva, participando en los cantos expresiones teatrales de la Nochebuena todo el pueblo y haciendo cada individuo su propio papel -el pastor, el herrero, la lavandera...- en la misa del Gallo. Ya casi todo se ha perdido y sólo nos quedan de toda la riqueza que existía hasta los años cuarenta, algunos textos literarios que surgieron de la improvisación, de la espontaneidad y que cambiaban de Navidad en Navidad. Prácticamente las nuevas generaciones sólo cultivan un tipo de villancico culto, que en ocasiones ha llegado a popularizarse de una forma sorprendente. Esta semana la página está dedicada a la música navideña canaria, teniendo para ello que consultar con personas expertas en esta materia y trabajos publicados.
Gran Canaria: desapareció a partir de Pildain
Con respecto a la música folklórica navideña de Gran Canaria hablé con Lothar Siemens. Del amplio trabajo que prepara sobre esta isla el primer capítulo -que es muy extenso- está dedicado exclusivamente a la Navidad y, según me dijo, es impresionante el material que existe sobre el tema en las Comunidades rurales, mientras que en las ciudades se hacía partiendo de textos cultos, en el interior la celebración de la Navidad tenía un encanto especial y era auténticamente popular. En estas zonas el esquema musical más empleado y con el que más se ha identificado el pueblo ha sido con un estribillo que tiene su raíz en un tema de Minho portugués conocido con el nombre de "Rosinha", que también se ha difundido por toda España. Lo interpretaban por regla general las clásicas rondallas que se formaban en los pueblos -aún quedan algunas- y los textos literarios eran muy sencillos y todos insistían casi siempre en lo mismo. Vean tres ejemplos que ha recopilado Lothar Siemens:
-El niño chiquito
que está en el portal
por eso le llaman
Manuel Nicolás.
-El niño chiquito
se llama Manuel
su madre María
y el padre José,
-El niño chiquito
como es carpintero,
le tocan guitarras
le tocan panderos.
Evidentemente son frutos de la improvisación y todos están en la misma línea. Muy parecidos a estos tres son los que han grabado, en su último álbum, el grupo grancanario "Los Sancochos" sobre el motivo de dos coplas que recogieron en el pago de Caideros de Gáldar, gracias a los labios de una señora de unos setenta años; según ella, estas letras se las enseñó un cura a un grupo de niñas del lugar cuando ella tenía tan sólo once años. Los dos villancicos, muy parecidos a los anteriores, son los siguientes:
Este niño chiquito no tiene cama,
su padre es carpintero que le haga una.
Este niño chiquito cuna ya tiene,
su padre se la ha hecho para los Reyes.
También me destacó Lothar Siemens, de la isla de Gran Canaria, el Baile de la Cunita, de Santa María de Guía, que se danzaba dentro de la iglesia el día de Navidad, aunque esto forma parte de un folklore más bien de tipo urbano, empleándose para ello el tema de la seguidilla.
También en las comunidades de pastores y agricultores caben reseñarse otros aspectos en el tratamiento de la Navidad, cuando se desarrollaban actos teatrales el día de Nochebuena que contenían, como es lógico, números musicales (como la impresionante parte de la entrada de los pastores). Cabe destacar unos toques especiales de flautas que hacían los pastores alrededor del niño en la cuna que eran los mismos que empleaban para tranquilizar el ganado; me decía Lothar que ellos tocaban con esta intención y que eran muy dulces. Todas estas comedias -que no eran coherentes, sino que las formaban partes pequeñas: anunciación, entrada de pastores, el diablo, la ofrenda...- fueron prohibidas en las Constituciones Sinoidales del año 1947 de monseñor Pildain Zapiaín. Por este motivo, se ha perdido últimamente casi todo el material folklórico existente.
Los Ranchos de Ánimas, aunque fundamentalmente funerarios, solían cantar romances en los que describían los misterios que cantan al nacimiento, con el propósito de sacar dinero para las ánimas, pues las fechas se prestaban a ello. La versión del Santo Domingo que conocemos en la actualidad, es una versión del Rancho de Ánimas en Las Palmas.
El trabajo de Navarro Artiles
Realmente interesante es el trabajo de Francisco Navarro Artiles sobre El teatro de Navidad en Canarias, publicado en el año 1966 por el Aula de Cultura de Tenerife. En él, Navarro cita las piezas navideñas de Marcos de Alayón, que según afirma debieron tener poca aceptación del público, así como los innumerables villancicos navideños que se hallan en el Archivo del Cabildo Catedral de Las Palmas: son piezas dialogadas, con música a varias voces, de marcado carácter teatral. El autor piensa, sin embargo, que fueron objeto de interpretación musical, más que de una representación teatral propiamente dicha. En el archivo de El Museo Canario, por otra parte, se encuentran copias de muchos de estos villancicos, hechas en el pasado siglo por don Agustín Millares Torres, como acopio de materiales para su Historia de Canarias.
Navarro Artiles, al referirse a la versión de Teguise de la tradicional representación de “La Infancia de Jesucristo", se refiere a unos interesantes datos referentes a la parte musical. Dice que comienzan con un preámbulo de música y canto de los ranchos de Pascua, por las calles del pueblo, preámbulo que va íntimamente ligado a la representación, pues entonan los villancicos de Reyes, dialogados, anuncian la llegada de los Magos y sus propósitos. Se refiere a que la música con que se acompaña es sobrecogedora y parece como si tuviera reminiscencias morunas en su melodía.
"Lo Divino". De lo culto a lo popular
Quizás sea, gracias al auge de los medios de comunicación audiovisuales, el villancico canario "Lo divino" el que más se ha popularizado en los últimos años en nuestro Archipiélago. De él me habló Elfidio Alonso, quien tras asegurarme que tiene una edad aproximada de cincuenta años, me dio diversos detalles de esta melodía. El autor fue don Fermín Cedrés, director de una banda de música curiosamente es el bisabuelo de tres grandes folkloristas: los hermanos Feria, actualmente en "Los Sabandeños". La partitura original se conserva en el convento de las monjas claras de La Laguna, existiendo una copia en el Orfeón La Paz, donde se sigue cantando y de donde el grupo de Sabanda sacó su versión. La letra, que es anónima, tiene una gran belleza:
Anuncia nuestro cantar
que ha nacido el redentor.
La tierra el cielo y el mar
palpitan llenos de amor.
Madre del alma cesen tus penas
calma tu angustia por Dios no llores
Mira que viene la Nochebuena
los Reyes Magos y los pastores.
Lucen los campos, blancos corderos
hay regocijo en las cabañas.
Y los tomillos y los laureles
llenan de aromas nuestras montañas.
Este villancico culto ha terminado por popularizarse de forma sorprendente, aunque suele interpretarse con ciertas interpolaciones y cada cual a su aire, muchas veces sin respetar el original del maestro Cedrés.
También en la provincia de Tenerife son notables los Autos Sacramentales que se celebran en Tegueste, Tejina o Punta del Hidalgo. Por otra parte, en la isla del Hierro los bailarines de la "Bajada de la Virgen" suelen interpretar el día de Nochebuena, su tradicional danza tan misteriosa y llena de encanto popular.
Este artículo ha sido previamente publicado en La Provincia, el 27 de diciembre de 1975.