El I Encuentro de Improvisadores por el Casco Viejo de Corralejo, celebrado días atrás en el pueblo de mismo nombre, puso el listón muy alto. La palabra de nuestros poetas improvisadores se puso al servicio de la justicia de un pueblo, el de Corralejo, que lucha firmemente desde hace tres años de diferentes formas por frenar la pata a determinadas empresas y especuladores que pretenden saltarse el muro de la legalidad y de la historia. El pueblo ha hablado, no ha querido callar. Y una de las maneras que ha tenido para evitar el silenciamiento de este grave problema ha sido este acertadísimo Encuentro.
Ese sábado tuvo dos partes unidas por la misma causa; diferenciadas, pero con los mismos protagonistas y la idéntica reivindicación. Por la mañana, pleno mediodía, 12:30 horas, en el Muelle Chico de Corralejo; y por la tarde-noche, hasta ya entrada la plena noche, en la Plaza Patricio Calero. Gargantas y cuerdas sobre el escenario; gritos contenidos en el público atento: así se dieron durante este día de fiesta la conjunción plena del mediodía y la noche en una causa común de celebración y protesta. Los artistas fueron pueblo; el pueblo creativo, genio de la inspiración.
El cartel de artistas ya se presentaba luminoso. Los músicos presentes fueron: David León, Misael Jordán, Domingo Luis Rodríguez “El Colorao” y Juan Carlos Pérez Brito. Los improvisadores: los cubanos Luis Paz "Papillo", José Enrique Paz Papillo, Roberto Pérez, Raúl Herrera; los majoreros Ayoze Cabrera, Domingo Umpiérrez "El Cuco" y Marcos Hormiga; Yurena Cubas por Lanzarote; Abelardo "El Tormento" y Yeray Rodríguez por Gran Canaria. ¿Acaso se podía pedir más?
Comenzaron los cubanos con el grancanario Yeray Rodríguez, improvisando décimas de una clara carga crítica en relación al asunto por los que allí eran convocados. De igual manera, con similar actitud, se fue presentando la voz arrolladora y volcánica de "El Tormento"; la desgarradura y el remolino de tierra adentro majorera de la vocales de "El Cuco"; el canto meloso pero socarrón de Marcos Hormiga junto a la voz y el genio de futuro de la conejera Yurena Cubas, que sorprendió positivamente a todos los presentes.
Así, con la presencia más allá del simple acompañamiento, las manos entrecruzadas de ese matrimonio cuasieterno de la guitarra de Pérez Brito y el timple de El Colorao. Poemas leídos desde el escenario, alguna voz de cantautor (Tinín Martínez): Corralejo unido por una historia común que se quiere ejemplo para todos los pueblos de Canarias en tanto en cuanto hechos como los que allí se señalaban suceden o se pueden suceder a lo largo y ancho de nuestras tierras.
Con el mismo espíritu de todo el Encuentro, uno de los momentos más emotivos de la noche fue el homenaje que se le hizo al entrañable improvisador de cantares y uno de los pocos improvisadores de décimas de toda Fuerteventura: el hijo del terroso pueblo de Tiscamanita Juan Ramón Rodríguez, hombre de poéticos y hondos cantares que, tras un paso momentáneo por La Palma, "después de viejo" (como él dice), se inició en el arte de los diez versos consonantes. Un tanto frenado al principio, Juan Ramón empezó a coger carrerilla en el escenario y puso en los ojos y el oído de todos los presentes la genialidad de su palabra, del verbo cantado en las sílabas inolvidables que todo maestro porta. Tal fue el impulso que la música y el canto le dio que, al final, en la interminable sucesión de polcas improvisadas que todos los participantes regalaron, don Juan Ramón subió por su propio pie para no "quedarse atrás": nuestros mayores, como él, esos sabios no reconocidos por los culturetas de casa adentro, siempre quedarán delante. Así lo demostró y de ello fuimos testigos todos los presentes. Juan Ramón Rodríguez es la evidencia, igualmente, de que todos aquellos otros que por el escenario pasaron, más jóvenes que él, no vienen de la nada, sino que forman parte de una tradición que se remonta tiempo atrás, que le debe todo el respeto del mundo a esos sabios viejos, dicho este adjetivo con todo el cariño posible.
Es triste que el motivo de este Encuentro sea por una desdicha presente en el pueblo de Corralejo. Pero también es cierto que la fiesta, la alegría que allí se vivió, también forma parte de la necesaria lucha diaria del ser humano. Vislumbramos en actos como estos que poco a poco las voces de nuestra música empiezan a tomar claro partido por la razones y sinrazones de la justicia, más allá del mero escaparate que muchas veces ofrecen y que tantos políticos oficiales quieren ofrecer. El arte de la palabra al servicio del pueblo; o, por mejor decir: la palabra del artista, que también es pueblo, no puede quedar intacta en su paso por la vida. El canto y la celebración, la fiesta, en medio de la desgracia cotidiana. A ese horizonte apunta la unión del verbo y la música. La orilla desde donde tal unión se divisaba y sentía estaba allí, en Corralejo, al norte de Fuerteventura, enfrente de Lanzarote, en Canarias, junto a las casas de un pueblo que tienen escrito en su umbrales la historia habla.
Historia de una lucha.
El Comité de Afectados del Casco Viejo de Corralejo es un colectivo ciudadano que viene trabajando desde hace tres años con el objetivo de defender el derecho de los legítimos propietarios de un centenar de las viviendas del casco histórico de Corralejo (La Oliva), ante las acciones de empresas y particulares interesados con especular y obtener beneficios económicos con estas propiedades falseando y forzando la legalidad vigente.
Esta es una lucha en defensa de los derechos históricos de nuestro pueblo, pero al mismo tiempo es una llamada de atención para concienciar al resto de vecinos de la isla y del Archipiélago sobre las artimañas de las que se valen estos ‘tiburones de tierra adentro’ para adueñarse de nuestra propiedades de manera fraudulenta.
Hemos conseguido llevar cada caso a los tribunales de forma individualizada, porque somos conscientes de que el camino que encaramos se completa paso a paso. Sin prisas pero sin pausas. Hasta el momento, la Justicia nos está dando la razón, porque ha visto en todos los procedimientos celebrados que las casas que están enclavadas en el casco histórico de Corralejo son de los propios vecinos, que a pesar de no tenerlas registradas, son viviendas que heredaron de sus antepasados y que dieron lugar al nacimiento del pueblo de Corralejo.
Se han obtenidos sentencias favorables tanto en los Juzgados de Primera Instrucción de Puerto del Rosario, como en la Audiencia Provincial de Las Palmas y el Tribunal Supremo que no ha admitido a trámite un recurso de queja por la entidad Delval Internacional, S.A. administrada por D. José Manuel Jiménez del Valle. Queda mucho que hacer. Con el pueblo unido y el apoyo de las instituciones podremos conseguirlo.
A través de esta página web queremos informar sobre nuestra lucha, pero también alertar a otros vecinos y pueblos que, sin saberlo, pueden estar viviendo una situación similar a la nuestra.
Colectivo de afectados Casco Viejo de Corralejo.
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