Revista n.º 1064 / ISSN 1885-6039

Los otros Indianos. La polémica.

Lunes, 6 de marzo de 2006
José Guillermo Rodríguez Escudero
Publicado en el n.º 95

Por supuesto que hay “de todo” como en todos los sitios… pero el palmero, como se está viendo estos días, se enorgullece de tener lo que tiene y lucha por mantener las tradiciones y se esfuerza para que el nombre de La Palma quede en el lugar que le corresponde. No se puede ir por ahí usurpando lo que por derecho propio corresponde a la tradición festiva de otro pueblo.

Foto Noticia 'Los otros Indianos'. La polémica.



La introducción del Carnaval en La Palma se produjo desde los primeros momentos de la conquista de la Isla y de su incorporación a la Corona de Castilla en 1492, a través de los nuevos colonos, portugueses, flamencos, castellanos, andaluces, catalanes, italianos, etc. Esta mezcolanza de identidades y de etnias también quedó reflejada en las diversas costumbres de sus tierras de origen que aquí se asentaron y convivieron pacíficamente, en la mayoría de los casos. Así sucedió con el “variopinto” Carnaval.

El orgullo del palmero, dicen, es producto de un elaborado catálogo de inmejorables intenciones de supervivencia, de diferentes razas y costumbres, de un gusto extraordinario por las tradiciones, el folklore, el buen quehacer, la gastronomía, etc. de un orgullo reverencial por todo lo suyo.

Llegó a ser la isla ilustrada por excelencia, referencia obligada de las artes, las letras, las ciencias…; el honor de tener el primer Ayuntamiento democrático de España; el tercer puerto más importante en la época de Carlos V -es decir, del mundo-; su capital, la primera ciudad canaria en tener electricidad, cinematógrafo, prensa, teléfono, periódico, telégrafo, etc.; su Patrona, la más rica y más celebrada de las Vírgenes canarias; fue la isla más comercial del Archipiélago; sus trajes folklóricos (nada menos que tres por cada uno de los catorce municipios), los más elegantes, vistosos y lujosos; tuvo el único Juzgado de Indias de toda la región… y así un largo (digo bien, largo) etcétera. Creo que no es el momento más adecuado para hacer una infinita relación de merecidos piropos y verdaderas alabanzas. Es precisamente esto lo que ha suscitado históricas envidias (muchos dicen, con razón “corrosivas”) a nuestro alrededor.

Todos estos aspectos, y muchísimos más (¡creedme!), han moldeado a los habitantes de la Isla Bonita (¡encima!) -por cierto, la más alta del mundo en comparación con su superficie (¡también!)-, un estigma de diferenciación que la han hecho especial, dando como resultado unos rasgos y caracteres propios y distintivos transmitidos a un pueblo con una fuerte personalidad e idiosincrasia. Una colectividad que es, ante todo, amante de lo suyo.

Tampoco iban a ser menos sus Fiestas. No existe una celebración festiva en La Palma que no tenga algo único, irrepetible, ansiado por otros pueblos. Uno de estos ejemplos es, sin lugar a dudas, el popular y tan esperado número de “Los Indianos”. Un tesoro del que se siente orgulloso y feliz de compartir con todos los foráneos que acuden a Benahoare para disfrutarlo al máximo.

Si la “Casa de La Palma” (no entiendo cómo hay “Casas de una isla” dentro del Archipiélago. Esto está muy bien para otras regiones o países…) en Las Palmas hubiera hecho su fiesta de Indianos “intramuros”, un acto social interior para celebrar una de las celebraciones del “orgullo palmero” fuera de La Palma, no estaríamos hablando de ello. Lo indignante es que haya sido “extramuros”, ahí reside el intento de ignominia, deshonor y descrédito a un hecho público tan querido y tan tradicional, a pesar de su relativa corta vida.

Cuando en La Laguna se veía de lejos un estudiante “empolvado”, se decía: “¡ahí va un palmero!”. Esto sucedía en todas las Universidades de España y Colegios Mayores durante las Carnestolendas. Todo un símbolo de identidad de un pueblo. Cuando en algún lugar una persona, hombre o mujer, se vestía de blanco riguroso o de colores o tonos muy claros, se decía “¡parece un indiano palmero!”. Son tan sólo simples ejemplos de lo que todos, en el fondo, sabemos y tenemos asumido con cariño.

Aquellos “Vapores del lunes” -porque atracaban en el muelle de Santa Cruz de La Palma en ese día-, trasladaban numerosos indianos de regreso a su terruño amado, sobre todo en las Fiestas Lustrales de “La Morenita”. Si la llegada de algún paquebote coincidía con los Carnavales, entonces el acicalado pasajero indiano sufría el riesgo de ser “enjarinado”.

Por supuesto que hay “de todo” como en todos los sitios… pero el palmero, como se está viendo estos días, se enorgullece de tener lo que tiene y lucha por mantener las tradiciones y se esfuerza para que el nombre de La Palma quede en el lugar que le corresponde. No se puede ir por ahí usurpando lo que por derecho propio corresponde a la tradición festiva de otro pueblo. Como comunicaba don Jaime Pérez García, Cronista Oficial de la capital palmera, “cada isla tiene sus singularidades carnavaleras, que en La Palma han sido desde tiempos inmemoriales, más de un siglo, los polvos. Ninguna isla debe usurpar lo que por derecho propio corresponde a la tradición festiva de un pueblo, desvirtuando números propios que, en este caso, singularizan a La Palma” (Diario de Avisos, 26/01/05).

A modo de ejemplo significativo sobre el sentimiento de toda una población, ante un hecho inaudito sin precedentes que atenta contra su integridad cultural e histórica, sirva de pequeño ejemplo este extracto de prensa que he recopilado estos años atrás en la prensa canaria:

“Malestar por los Indianos ‘canariones” (Canarias 7, 26/02/04): Hablando en términos bélicos, podría decirse que el Desfile de Los Indianos que se celebró el pasado lunes en la capital grancanaria sentó como una auténtica bomba. El enfado y la irritación son generales… se considera como una usurpación del número más singular y representativos de los carnavales de la Isla Bonita…

“Los Indianos ¿en Gran Canaria?”(El Día, 25/02/04): Estos canariones ya no saben qué hacer para tocar las narices. El Carnaval de Gran Canaria decidió ‘copiar’ de forma descarada y tremendamente irrespetuosa el acto de Los Indianos… para ultrajar una parte importante de la historia y del sentimiento de los palmeros…

“De nuevo, Los Indianos” (Diario de Avisos, 26/02/04): … anda bastante gente algo mosqueada con que el Ayuntamiento de Las Palmas haya incluido en el programa de sus fiestas la celebración de los Indianos… por la cifra debió ser el mogollón más concurrido de sus fiestas.

“Las Palmas reabre la polémica al incluir en su Carnaval a Los Indianos” (Diario de Avisos, 26/01/05): … se reedita así una polémica que muchos creyeron dar por zanjada el año pasado, cuando se formuló una manifestación oficial en los mismos términos, expresando que la celebración de este número fuera de la isla es inconveniente, por cuanto el mismo pertenece al acervo festivo, histórico y cultural del pueblo palmero, que lo ha creado y no quiere renunciar a sus condicionantes, fecha y lugar.

"Los Palmeros plantan cara a la usurpación del Día de los Indianos” (El Día, 27/01/05): El Pleno del ayuntamiento de la capital de la Isla Bonita aprobó ayer una declaración institucional urgente para pedir la supresión del ‘Pasacalles de los Indianos’ del Carnaval de Las Palmas, incluido por segundo año consecutivo en el programa, que coincide el lunes 7 de febrero con el tradicional acto.

“Cabrera pide a los palmeros en Gran Canaria que no desvirtúen los Indianos” (Diario de Avisos, 27/01/05): El Alcalde de Santa Cruz de La Palma, que ayer mantuvo varios contactos con miembros del Club de La Palma en Gran Canaria, hace un llamamiento público a todos los palmeros que residen en esa Isla para que ‘si verdaderamente sienten el Día de Los Indianos, no participen de esa fiesta en la calle tal y como está previsto (…) me han explicado que ellos no son responsables, el acto se les ha ido de las manos por querer seguir disfrutando de ese día tan especial para los palmeros en Gran Canaria.

Y así un largo etcétera.

Para más “inri”, “la burda copia de Los Indianos de la preciosa calle Triana de la hermana y querida ciudad de Las Palmas de Gran Canaria”, fue emitida el año pasado en interminables reportajes ofrecidos por la prensa canaria, con grandes fotos a todo color, etc. También por las diferentes televisiones (exceptuando TVE) que arrojaron aún más dolor e indignación a unos abatidos palmeros, hartos de que todo lo suyo sea manipulado, tergiversado, ignorado y menospreciado. Hasta la saciedad aparecían “falsos indianos”, muchos de ellos incluso protestando por “tanto polvo”, diciendo: “Para todo están los Indianos de la Palma…”, “a ver si los palmeros aprenden a divertirse”, “a partir de ahora tendrán que venir a Triana para que sepan disfrutar…”, “menos mal que se ha recuperado la tradición en Las Palmas de los polvos y de los indianos”… Y así una indignante relación de vejaciones.

En el programa oficial del Carnaval de la capital grancanaria de 2004 había aparecido por primera vez en su historia el “desembarco de los Indianos”. Todo un atropello.

Si de algo me alegra de todo este esperpéntico y desafortunado asunto de la “descarada copia”, es que todas las fuerzas políticas palmeras, toda la prensa local, las asociaciones de vecinos y yo diría -por lo que se trasluce de las informaciones, de lo que se oye en la calle, en los trabajos, en peluquerías, en oficinas y bancos, en los mercados…, de lo que se lee en las papeletas que son distribuidas por todos lados…- que todo un pueblo está unido por el mismo sentimiento de indignación, es decir, está vivo y dispuesto a luchar por un mismo propósito. El orgullo de La Palma está en juego y eso se ha palpado en todos los rincones de la ciudad. Se habla incluso de manifestaciones para que el Cabildo de La Palma deje de subvencionar a la “Casa de La Palma” en Las Palmas, algo insólito. Aun más, para que se boicoteen los productos grancanarios, etc. Creo que se está llegando a unos límites peligrosos.

Ante todo, pienso que debe primar el diálogo y dejar aparcados los rencores y los odios, eso sí, por el momento. El final debe ser y tiene que ser el que todos los palmeros unidos estamos anhelando: el que, de una vez por todas, nos dejen en paz y se haga justicia. El sentimiento de que “cada vez somos menos canarios”, se acentúa en La Palma con este tipo de estupideces ajenas que lo que hacen es minar el estado de ánimo de una colectividad y generar violencia innecesaria.

Espero que el año que viene no se vuelva a repetir. Es de justicia.


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA SOBRE LOS INDIANOS.

La Pintura en Canarias en el siglo XIX. M.A. Alloza Moreno.
El Arte en Canarias. Una mirada retrospectiva. Gobierno de Canarias.
La Isla de La Palma. Las Fiestas y Tradiciones. Mª Victoria Hernández Pérez.
La Agricultura en la Isla de La Palma. W. Rodríguez Brito.
Costumbres Canarias. Isaac Viera.
Fastos Biográficos de La Palma. I. Jaime Pérez García.
La Pintura en Santa Cruz de La Palma. M. Carmen Fraga González.
“La Historia de Santa Cruz de La Palma”. Miguel Ángel Martín González.

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