Este ilustre palmero, maestro de investigadores, profesor erudito, antropólogo y creador literario, nació en Santa Cruz de La Palma el 20 de octubre de 1907 en la calle Tedote, junto al mar.
Su padre fue Juan Pérez Cabrera y su madre Leonor Vidal Cabrera.
Barquero, amigo barquero, Llévame al mar en tu barca, que está mi barquita rota y yo me acabo en la playa. Toda la mar hoy es verde. Quiero ir donde tu vayas: a la mar de las tormentas o a la mar de las bonanzas; no me alegra el que sea buena ni me aflige el que sea mala: quiero la mar ¡la que sea! que yo me muero en la playa. ¡Barquero, amigo barquero, llévame al mar en tu barca! |
Pérez Vidal. «El barquero», La Rosa de los Vientos, enero 1928. |
Fue licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid y Doctor en Filosofía y Letras por la misma universidad en la sección de Geografía e Historia. Inició sus actividades como publicista en revistas literarias de Santa Cruz de Tenerife, así como en Madrid y Barcelona. Sus incursiones en los campos de la historia, la literatura y la cultura popular irían siendo publicados en periódicos y revistas, como en El Tiempo de Santa Cruz de La Palma, Revista de Historia de La Laguna, Hoy de Santa Cruz de Tenerife, El Museo Canario de Las Palmas, la revista Azor de Barcelona, los Anales de la Universidad de Madrid, etc.
Fue nombrado Delegado del Gobierno en La Palma en 1933. La Guerra Civil lo sorprendió en la capital de España mientras preparaba las oposiciones a cátedra de Literatura de Institutos de Bachillerato. En aquellos terribles momentos fue profesor del Institut Escola Manuel B. Cossío de la Generalitat de Cataluña. Regresó a Canarias después de la guerra y, entre 1940 y 1948, fue profesor del Instituto de Bachillerato de su ciudad natal.
Uno de sus proyectos más importantes de aquellos años fue la edición de la Colección de voces y frases provinciales de Canarias, de Sebastián de Lugo, impresa en Santa Cruz de La Palma, en los talleres del Diario de Avisos y auspiciada por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Laguna.
Promovió la fundación de la Academia Insular de Música de La Palma de la que fue secretario desde 1946 a 1948. En ese año regresó a Madrid e inició su colaboración con el Centro de Estudios de Etnología Peninsular y en la Revista de Tradiciones Populares. Fue nombrado un año después colaborador eventual del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde tuvo más tarde una plaza en propiedad, primero como colaborador y luego como investigador. Desde su incorporación a dicho Consejo, quedará ligado a él para siempre hasta el final de su vida profesional activa. Su labor en esta etapa es muy fructífera: largo catálogo de artículos, recensiones, notas bibliográficas y otras contribuciones menores. Ejerció gran influencia en la Asociación Española de Etnología y Folklore (creada en 1952), en la que pasó a pertenecer al primer Consejo Directivo y en la que llegó a ser vicepresidente.
Desde 1954 hasta su jubilación, trabajó simultáneamente en el CSIC como conservador y secretario del prestigioso Museo del Pueblo Español de Madrid.
Como responsable que llegó a ser de dicho museo, José Pérez Vidal se acordaba del cúmulo de material que para Canarias se perdía cuando decía: Hoy conseguir un trillo en La Palma es dificilísimo e igual que un yugo, una canga... Las cangas de La Palma no son las mismas de Tenerife o Gran Canaria, pues en Tenerife o Gran Canaria usan yugo cornal, igual que aquí en Castilla. En La Palma y en El Hierro usan la canga portuguesa. Se perderá material para cuando se pretenda llevar a cabo la realización de un museo... Habrá que conseguirlas de mentira, falsas.
Tras ser becado por el Gobierno francés en 1956 para una investigación de temas museísticos, en 1961 lo fue por el portugués para investigaciones filológicas y lingüísticas. En 1962 fue nombrado miembro de la Comisión Técnica de Etnología del Instituto Central de Restauración y Conservación de Obras y Objetos de Arte, Arqueología y Etnología. Pertenecía a la Real Academia Española como correspondiente desde 1947, a la Real Sociedad Geográfica, a la Asociación Española de Etnología y Folklore, al Museo Canario de Las Palmas, al Instituto de Estudios Canarios de La Laguna, a la Sociedad Peruana de Folklore, a la Sociedad Arqueológica de Bolivia, a la Sociedad Folklórica de México, a la Sociedad de Amigos del Arte Popular de Buenos Aires, etc. Obtuvo el Premio Canarias de Investigación en mayo de 1984. Ese mismo año, el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma acordó poner su nombre a una calle de la ciudad.
Es uno de los publicistas más fecundos que ha tenido Canarias; su bibliografía científica, con más de un centenar de trabajos, ha sido organizada por Elsa López en su Bibliografía. José Pérez Vidal (Las Palmas, 1983). Pérez Vidal jamás se apartó del rigor, del respeto escrupuloso que debe presidir todo análisis científico, de la precisión metodológica, etc.
Para conocer la destacada obra de este palmero universal habremos de acudir a la poetisa guineana por nacimiento afincada en La Palma Elsa López Rodríguez que recopila, bajo el enunciado Biografía de José Pérez Vidal (Las Palmas 1983). Estudia y sistematiza los casi cien títulos publicados por nuestro sabio palmero, primordialmente antropólogo canario, quien fue el Doctor en Filosofía y Letras (Sección de Geografía e Historia) nuestro insigne José Pérez Vidal.
“En memoria de José Pérez Vidal". Miguel Leal Cruz
El cronista de la capital, Pérez García, en su obra sobre palmeros ilustres, relaciona algunos de aquellos trabajos. Destaca: Díaz Pimienta y la construcción naval española en el siglo XVII (Las Palmas, 1933); El doctor Ferraz. Su influencia en la educación y en la cultura del país (San José, Costa Rica, 1934); Viento y tormenta de una vocación. Contribución a una biografía de don Valeriano Fernández Ferraz (Santa Cruz de Tenerife, 1944); La fiesta de San Juan en Canarias (La Laguna, 1945); Edición, prólogo y notas de la Colección de voces y frases provinciales de Canarias de Sebastián de Lugo (La Laguna, 1946); Galdós en Canarias (Madrid, 1952); Endechas populares en tristrofos monorrimos, siglos XV-XVI (La Laguna, 1952); Historia del cultivo del tabaco en España (Madrid, 1956); Galdós, crítico teatral (Madrid-Las Palmas, 1956); para el Museo del Pueblo Español realizó el Catálogo de la colección de tabaqueras y utensilios de fumador (Madrid, 1956); y también el Catálogo de la colección de cucharas de madera y de astas (Madrid, 1958); Poesía tradicional canaria (Las Palmas, 1968); La cultura de la caña de azúcar en el Levante español (Madrid, 1973); Canarias en Galdós (Las Palmas, 1979); Medicina y dulcería en el Libro del Buen Amor (Madrid, 1981); El almirante Díaz Pimienta (Madrid, 1982); Los estudios del folklore canario. 1880-1980 (Madrid, 1982); El arroró (Las Palmas, 1983); La cerámica popular española, zona Norte (Barcelos, Portugal, 1983).
Cuando se le preguntó sobre la trascendencia y protagonismo de los aborígenes canarios, dijo que a Canarias todo le ha venido de fuera incluidos los guanches por cuanto se les considera procedentes del vecino continente africano, premisa inconcreta cuya base habría que aplicar a otros archipiélagos, territorios o naciones del Mundo. Reconoce que todo ello mezclado, batido dentro de la coctelera canaria, ha dado una personalidad. Aclara que de esa personalidad nadie duda y que el que mejor la aprecia es el que llega de fuera, por contraste...
Consideraba que la población autóctona, constituye un elemento principalísimo, fundamental, que hay que tener en cuenta. Pero, incide, sólo como un elemento más. En la formación del carácter canario actual, quizás haya tenido mucho más valor, mayor fuerza lo histórico que lo prehistórico. La cultura que llegó después de los guanches, se amalgamó y procedía de todas las regiones españolas (y de otros lugares territoriales), para formar un espíritu complejo que no se puede explicar por un solo elemento prehistórico...
Algunos de los estudios y las monografías más interesantes del pionero de los estudios etnográficos en el archipiélago han sido y están siendo recopilados por varios investigadores. Díaz Alayón, por ejemplo, publica un inventario bibliográfico de quinientas cincuenta y cinco obras de este ilusionado y desinteresado maestro, cuya vida estuvo dedicada a la investigación. Con la salvedad de algunos pocos casos, la mayoría de estos trabajos se refieren a Canarias y constituyen piezas esenciales de los estudios insulares. Presta una notable atención a la labor de los especialistas portugueses, con los que mantiene un estrecho y continuo contacto.
Efectivamente, estudia profundamente el problema desde fuera del Archipiélago, e intenta conocer las raíces del mismo y, cuando viene, considera todas las circunstancias. Una de sus grandes preocupaciones era que los canarios no se preocuparan de sus cosas, de sus orígenes y costumbres, y llegaran irremediablemente en el futuro a sentirse extranjeros en su propia tierra, una vez perdidas sus raíces.
Los trabajos de José Pérez Vidal nos sorprenden por el calor con que los trata y el rigor con que los concibe y desarrolla, por la lengua tan cuidada y personal que utiliza y por la amplitud de los temas que le interesan. No menos asombra la riqueza de su legado y la trascendencia que este tiene. Una parte notable de su labor la dedicará a la recensión de publicaciones de lingüística, cultura popular, historia y literatura, y estas recensiones se revelan particularmente ricas y aprovechables, constituyendo, como no podía ser de otra manera, un retrato de la personalidad de nuestro investigador, de su pensamiento y de sus puntos de vista en relación con el trabajo científico. De todo ello da cuenta la nómina bibliográfica que sigue, en la que se catalogan más de medio millar de publicaciones de distinta naturaleza.
«Inventario bibliográfico de José Pérez Vidal», Carmen Díaz Alayón
Siguiendo manifestaciones que realizó en vida se desprende su humildad, llegándose a definir como persona normal y vulgar que no destacaba de las demás. Se veía a sí mismo un curioso que no profundizaba en ningún campo, a pesar de estar muy interesado por muchos de ellos, como aquellos temas descuidados, minúsculos y marginados. Muestra más de su natural humildad. No se consideraba inmerso en la llamada Generación literaria de 1927, pero si copiaba su estilo y metodología. Reconocía, además, cómo este grupo de intelectuales que superaron la crisis pesimista del 98, aunque muchos quedaron inmersos, incluido él mismo, en las restricciones ideológicas e intelectuales del régimen de Franco, habían constituido una de las generaciones literarias más asépticas y más limpias por no adoptar posturas, ni ademanes ni empaques. Criticó a Unamuno y a Valle Inclán (nunca a Benito Pérez Galdós) por considerarles seguidores de lo que llamó bohemia bonachona y tabernaria del final del siglo XIX, pero, sin embargo, parangonaba al mismo intelectual vasco al que critica. Se convirtió en un importante galdosista, no en vano, en 1943 tiene a su cargo la lección de apertura de curso en el Instituto de Estudios Canarios, en La Laguna, y elige para la ocasión a Pérez Galdós, coincidiendo con el centenario de su nacimiento.
Sus publicaciones han sido siempre un poco contra algo, he luchado en solitario sí, y en este país, en que para ser un autor conocido hay que tratar ciertos temas. He tratado sobre temas ´migajas` en aspectos olvidados de los que nadie se ocupaba, decía en vida. No fue óbice para ser nombrado colaborador e investigador -como vimos- del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) durante el pleno franquismo.
Hasta la segunda mitad del pasado siglo XX el riquísimo tesoro de valores populares de Canarias había contado con muy escasas investigaciones. Salvo algunas excepciones destacables, por ejemplo los trabajos de Bethencourt Alfonso, la cultura popular no había despertado el interés de los científicos. En este sentido, su trabajo es un estudio pionero y una de las primeras obras dedicadas a la medicina popular canaria. El autor nos muestra cómo desde los primeros tiempos de la historia del Archipiélago las prácticas curanderiles de los aborígenes se mezclaron con las creencias médico-populares de los conquistadores y con las corrientes de la medicina europea vulgarizada y las aportaciones de la medicina popular americana. Sobre esta base, se sumarían nuevas prácticas y creencias que arraigaron y pervivieron a lo largo de los siglos; en gran medida, en palabras de Pérez Vidal, por «ese granito de verdad que hay en el fondo de casi todas las prácticas de la medicina primitiva» y por la falta de competencia de la medicina científica.
El que fuera definido como “exiliado interior” por Juan Régulo Pérez, residió en Madrid con su esposa, María del Rosario Morales Torrecilla.
En 1983 el Cabildo Insular de La Palma lo nombró Hijo Predilecto de la Isla. Obtuvo el Premio Canarias sobre acervo histórico y patrimonio histórico artístico y documental en 1984.
Fallece el 21 de julio de 1990 en Santa Cruz de La Palma. Aparte de la Medalla de Oro de dicha ciudad, el Cabildo Insular acuerda -el 9 de noviembre de 1990- la convocatoria del Premio “José Pérez Vidal” y, a título póstumo, le concede la Medalla de la Isla el 13 de diciembre de 1990 que, entregada el 19 de abril de 1991, la recogió su sobrino Fernando Pérez González.
El etnólogo e historiador canario José Pérez Vidal falleció el pasado sábado, a la edad de 82 años, en su isla natal, La Palma. Había pertenecido al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desde la década de los cincuenta. En este organismo realizó la mayor parte de su amplio trabajo de investigación sobre las raíces culturales de Canarias. Pérez Vidal es considerado un gran especialista en la figura y obra del escritor Benito Pérez Galdós, de quien reivindicó la pervivencia de sus lazos con las islas, frente a la teoría según la cual el autor de los Episodios Nacionales se había desvinculado radicalmente del archipiélago al trasladarse a Madrid. Pérez Vidal obtuvo el Premio Canarias del Acervo Histórico Cultural, otorgado por la comunidad autónoma en 1984. Es autor de un centenar de libros. El próximo mes de septiembre, el Cabildo de Gran Canaria editará dos obras suyas inéditas. Miembro de la Real Academia Española de la Historia, dedicó buena parte de su labor a profundizar en la identidad cultural de las islas a través de sus aportaciones sobre folclor y costumbrismo. Pérez Vidal falleció tras sufrir una caída en su domicilio, en La Palma, coincidiendo con la celebración de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves, una de las tradiciones que fueron objeto de sus estudios.
El País, 24 de julio de 1990
El 27 de noviembre de 1993, recibiría el título de Hijo Predilecto de Santa Cruz de La Palma, a título póstumo, recogido por su hermano, Juan Pérez Vidal. El alcalde, Carlos Cabrera Matos, con la salutación a los presentes y a la familia Pérez Vidal en particular, manifestó lo siguiente: La distinción de la predilección, que no es otra cosa que reconocer un especial cariño y gratitud hacia una persona, es una de las posibilidades que una comunidad, por medio de su órgano máximo de representación, que es el Ayuntamiento, tiene para reconocer públicamente esa labor infatigable y esforzado trabajo. No cabe duda de que, en D. José Pérez Vidal, se dan estas últimas circunstancias que le hace merecedor, con creces, del título que hoy le entregamos porque no sólo se le atribuye tal distinción por su talento o por su legado, sino también, y quizás más por ello, por su mensaje humano y humilde, de hombre bueno, que mostró durante toda su vida.
Actualmente, la donación de su biblioteca realizada en 1988 y compuesta por más de ocho mil volúmenes, y un fondo de más de cien publicaciones, se encuentra ubicada y abierta al público en las dependencias del antiguo convento franciscano de la Inmaculada Concepción de la capital palmera, y es conocida como Biblioteca José Pérez Vidal. El ilustre maestro había cedido todo su fondo bibliográfico y documental a este recinto, atesorando así un patrimonio de incalculable valor.
En este año de 2007 y el próximo, se continuarán las celebraciones y homenajes públicos a este hijo ilustre de La Palma, uno de los palmeros más universales del pasado siglo: conferencias (Manuel Hernández, Ana Viña, Elsa López, Antonio Cea, Anelio Rodríguez Concepción, Manuel Ferraz); concierto del grupo de cámara “L’Equipier); inauguración de un busto de bronce en el vestíbulo de la Biblioteca de su nombre (del escultor Jorge Beda); colocación de un mosaico conmemorativo y una placa biográfica en su calle natal; una exposición titulada El mar de la memoria: José Pérez Vidal (1907-2007) donde se recopilarán numerosos elementos relacionados con la trayectoria vital e intelectual de este célebre historiador palmero.
Bibliografía.
. DÍAZ ALAYÓN, Carmen. «Inventario bibliográfico de José Pérez Vidal», Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, nº 1, Sociedad de Estudios Generales de la Isla de La Palma, 2005.
- Ídem-, «José Pérez Vidal y la arista lusa del alma canaria», La Provincia, Las Palmas, 30 de mayo de 1991.
. LEAL CRUZ, Miguel. «En memoria de José Pérez Vidal».
. LÓPEZ, Elsa; CEA, Antonio. José Pérez Vidal: entrevistas sobre su vida, Excmo. Cabildo Insular de La Palma, 1987.
. LORENZO ARROCHA, Jesús Manuel. Condecoraciones, medallas y monedas de La Palma, Santa Cruz de La Palma, 2002.
. «Necrológicas: José Pérez Vidal, etnólogo e historiador», El País, Madrid, 24 de julio de 1990.
. PÉREZ GARCÍA, Jaime. Fastos Biográficos de La Palma, CajaCanarias, La Laguna, 1985.