Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Compañía sí, pero fruto de un proceso planificado con coherencia y proyección de futuro.

Viernes, 21 de Septiembre de 2007
Asociación de Profesores de Danza de Las Palmas
Publicado en el número 175

Como Asociación de Profesores de Danza de la Provincia de Las Palmas y ante la gran la polémica que se ha generado en torno a la disolución del Gran Canaria Ballet, creemos que ha llegado el momento de romper nuestro silencio y hablar en favor de la Danza, nuestra única prioridad. Esta asociación nunca se pronunció sobre la creación de la citada compañía, o de la falta de consenso con el resto de profesionales a la hora de diseñar la misma y de igual manera tampoco opinamos acerca de la creación de espacios subvencionados con dinero público y explotados por particulares, como es el caso del Centro Coreográfico Trini Borrull. En este sentido, hemos de destacar que este silencio se ha debido a la convicción de que nuestra labor es puramente artística, no guardando relación alguna con decisiones políticas ni de interés personal. Dicho esto, independientemente del partido político ejecutor, hubiéramos apoyado una decisión como la tomada, en esta ocasión, por la Consejera de Cultura del Cabildo grancanario, Luz Caballero.


Como profesionales de la Danza, siempre estaremos a favor de la creación de una compañía de Ballet. Eso sí, una compañía fruto de un proceso planificado con coherencia y proyección de futuro y, por tanto, siguiendo obligatoriamente un orden lógico de prioridades. Así pues, un ballet como el GCB, no supone una mejora para la danza en Canarias, sobre todo cuando tan desatendidas están otras necesidades sin salir del ámbito de la Danza, como la falta de una infraestructura que vertebre la base necesaria para poder nutrir a nuestros futuros bailarines y amantes de la Danza. Infraestructuras que no son solo espacios, también leyes y acciones concretas de nuestros gobernantes en aras de impulsar la formación, la creación, la producción, y en definitiva, la integración de la danza en la actividad cotidiana del canario como elemento necesario para su óptimo desarrollo, y concretamente en el caso que nos atañe, leyes que permitan controlar a aquellos gobernantes que impulsen proyectos que se conviertan en caramelos de un día.

Sentimos preocupación por el futuro de más de una veintena de trabajadores abocados a recoger los trocitos de su ilusión y mirar a otros horizontes, cuando pensaban que podrían cumplir sus sueños en nuestra tierra, pero es ira y rabia lo que sentimos cuando escuchamos el silencio vil de aquellos que impulsan a dar grandes saltos al vacío para la esperanza y el desarrollo de nuestra cultura, o la mentira y el “yo no fui” de otros que sirvieron de accesorio a los primeros, pensando sólo en su interés particular, nunca en el general. Ese silencio es más un chirrido ensordecedor que nos apabulla, un cúmulo de razones para no permanecer por más tiempo callados, asustados ante la posibilidad de quedar arrinconados como juguetes rotos. Igualmente nos preocupan y nos vienen preocupando cientos de alumnos y alumnas que desde que entró en vigor la LOGSE no han podido subir al tren de la enseñanza reglada.

A pesar de los grandes talentos que han salido de nuestras islas y que aquí tenemos, nunca ha existido un Conservatorio Oficial de Danza; las ayudas y subvenciones se han acortado considerablemente, centros culturales que gestionaban proyectos de Danza, como el CIC o SOCAEM, han desaparecido, iniciativas públicas han sido relegadas, las escuelas privadas (pioneras de la educación en Danza) ignoradas completamente, y la presencia de la Danza en las Escuelas Municipales es casi un milagro, quedando muchas veces patente que las intenciones de nuestros munícipes es que este trabajo se haga “por amor al arte”. Con este panorama, cualquier bailarín que trabaje en este entorno, necesita proyectarse fuera profesionalmente. En esta misma situación, se encuentra el papel del profesor, coreógrafo, repetidor, escenógrafo… Ante esta realidad, ¿qué aportaría una compañía de estas características a la mejora de la danza en Canarias?

Desde nuestro punto de vista, si hay un interés real por la Danza, lo primero es invertir en la creación de un Conservatorio, que con el tiempo proporcione la construcción de una buena base para la creación de una compañía estable, vinculada quizás a algún teatro. Con el presupuesto destinado a la financiación del GCB (que sólo tiene comparación con la Compañía Nacional de Danza, financiada por el Gobierno Central), el panorama de la Danza en Gran Canaria mejoraría notablemente. Nuestra preocupación primaria no es otra que invertir en el desarrollo de la Danza, de tal manera que se beneficiase a un número más ambicioso de personas.

Se equivocan aquellos que dicen que experiencias similares ya se han hecho en otros puntos de la geografía española, tal es el caso que se ha querido exponer por su reciente paso por nuestros escenarios, del Ballet de Andalucía. Queremos recordarles que esta comunidad cuenta con dos Conservatorios en este ámbito del arte, uno en Sevilla y otro en Málaga, por otro lado instituciones señeras de España y así es lógico que el siguiente paso a dar, fuera el de constituir proyectos cuya estabilidad estuviera más que garantizada.

Hoy día en Canarias todas las artes tienen su escuela, que garantizan su continuidad en el panorama cultural y docente, ya no sólo local, sino con proyección nacional e internacional, Conservatorios de música en las dos provincias, Escuela de Actores de Canarias que rota entre las dos islas capitalinas, Facultad de Bellas Artes en La Laguna y Escuela Técnica Superior de Arquitectura en Las Palmas, así como Historia del Arte en ambas instituciones de formación superior, siendo la Danza la Cenicienta de las artes, la única que sólo pervive gracias al entusiasmo de profesionales autónomos y asalariados, alumnos y alumnas, padres y madres, y personas admiradoras de este antiguo y noble arte.

La existencia de aquellas escuelas no sólo garantiza que la enseñanza del arte esté presente en la formación de cualquier grado, desde la infancia hasta el instituto, sino que alimenta nuestras salas de exposiciones, nuestras escenas musicales y teatrales, nuestro patrimonio monumental y arquitectónico, y ello SÍ que ayuda a proyectar a Canarias más allá de la necesidad de satisfacer nuestra hambre cultural, sino que inevitablemente los artistas establecen lazos con el exterior, y en un ambiente globalizado y favorecido por la tecnología, el artista canario puede y debe hacer bandera con su arte. ¡Qué bonita bandera!

Mientras, los que se inclinan por el lenguaje del cuerpo, como si de moscas que intentan atravesar una barrera invisible de cristal, chocan contra el muro de la indiferencia y de la ignorancia, a veces la arrogancia, dejando el terreno listo para que la rapiña de los que promueven la cultura del pelotazo, o el pelotazo de la cultura, hagan su agosto durante todo el año.

Para concluir, queremos dejar bien claro, que como Asociación de Profesores de Danza no atendemos a ideologías políticas. Nuestra preocupación es única y exclusivamente el apoyo a la Danza para nuestra evolución, venga de quien venga y sea del color que sea.


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