Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

El ingeniero Agustín de Betancourt y Molina.

Martes, 11 de Septiembre de 2007
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 174

En pleno cambio europeo y totalmente inmiscuido en el estallido revolucionario de la aplicación de las máquinas a la vida humana, se formó el intelectual, ingeniero, inventor, investigador y director Agustín de Betancourt y Molina. Este tinerfeño nacido en el Puerto de la Cruz realizó su primer invento en 1778, una máquina para el hilado de seda. Este fue el comienzo de numerosos proyectos que le llevaron a convertirse en impulsor de la ingeniería mundial.


 
Hablar de Agustín de Betancourt y Molina es referirse a un personaje clave en la Europa del siglo XIX. En plena Ilustración nace, a mediados del siglo XVIII en Puerto de la Cruz bajo el seno de una familia adinerada, que a pesar de haber sufrido las crisis agrícolas y comerciales, supo inculcar a sus hijos una educación envidiable en esa época y, además, rodearlos de un ambiente privilegiado de intelectuales. Su propio padre participaba en la Tertulia de Nava, faro intelectual de las islas, y contribuyó a la creación de la Real Sociedad de Amigos del País de Tenerife. Este ambiente fue decisivo para fomentar la inquietud y el ingenio predominante en la personalidad de  Betancourt y Molina.
 
 
Nuestro protagonista fue becado por la Corona y estudió en Madrid en el Real Colegio de San Isidro y el la Real Academia de San Fernando. Al acabar, realizó uno de sus primeros encargos que consistió en una visita de inspección de las obras y estado del Canal de Aragón. En 1783 inspeccionó las minas de Almadén; las conclusiones las redactó en una monografía que es hoy un valioso documento que informa sobre el estado en el que se encontraba en ese momento. Ese mismo año, probó en Madrid uno de sus ingenios en presencia del mismísimo Carlos III, el segundo globo aerostático de la historia, un balón de tafetán policromado de dos centrímetros de diámetro, justo dos meses después de que los hermanos Montgolfier elevaran en Francia el primero de la historia.




 
 
Ya en 1784 viajó a París donde completó sus estudios en L'École des Ponts et Chaussées. Su estancia en la capital francesa fue decisiva en su formación, allí trabó estrecha amistad con dos personajes destacados de la época: el inventor Abraham-Louis Breguet y el matemático José María de Lanz y Zaldívar, con quienes desarrolló su creatividad. Fue sin lugar a duda el bullir del cambio de la sociedad agrícola, gracias al nacimiento de las máquinas, lo que le llevó a concentrarse profundamente en la idea de mecanizar el trabajo.
 
 
Trató de fundar en España una escuela de Ingeniería. Sus esfuerzos fueron inútiles, lo que le llevó a marcharse a Inglaterra donde se inspiró y aprednió del clima de la Revolución Industrial. A su regreso al país, en 1796, reorganizó la red de caminos y canales y, finalmente, en 1802 fue el fundador de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
 



 
Además, este hijo de la Ilustración trabajó duramente en Rusia, país en el que aplicó todos sus conocimientos. Ingresó en el ejército ruso con el grado de mayor general, en el departamentos de Vías y Comunicaciones. Fue jefe del Instituto del Cuerpo de Ingenieros de Vías y Comunicación, modernizó la fábrica de armas de Tula, proyectó una draga para el puerto de Kronstad, diseñó y construyó la fábrica de papel moneda, autor del picadero de Moscú, proyectista y constructor de la feria de Nizhni Nóvgorod, autor de los modelos de andamios y mecanismos elevadores para la construcción de la catedral de San Isaac en San Petersburgo... Allí, en San Petersburgo, en 1824 murió, después de poner su trabajo al servicio de la sociedad, dando los primeros pasos de una ciencia que ha alcanzado cotas inimaginables. Hoy se le recuerda en todo el mundo, especialmente en su tierra natal.
 
 


Este texto fue publicado en la revista Binter Noticias, en su número 53, de julio de 2007.

 
 
Comentarios
Martes, 21 de Julio de 2009 a las 20:50 pm - Juanito.

#01 Pio Baroja en su obra Juan Van Halen, el oficial aventurero, (Col. Austral, Espasa Calpe S.A., Madrid, 1979) dá noticias de Agustín de Betancourt en Rusia.