Hace 11 años protagonizaron otro hecho insólito, promovían entonces la creación de una Reserva Marina en el Mar de Las Calmas. El ex ministro de Pesca, Atienza, viajó a El Hierro porque no se creía -palabras textuales- que los propios pescadores fueran los que quisieran una reserva marina. Hoy apuestan porque la reserva se amplíe a gran parte del litoral de la isla.
“Siempre creímos que no sólo teníamos que asegurarnos el sustento y el de nuestras familias sino que teníamos el deber de asegurar el de las generaciones venideras”, afirma el presidente de la Cofradía, Fernando Gutiérrez.
Estos últimos días han vuelto a reivindicar su apuesta por la sostenibilidad en el seno de la Comisión de Seguimiento de la Reserva Marina del Mar de Las Calmas con la presencia del secretario de Estado para Pesca. A solicitud suya, se va a realizar un estudio en profundidad de los recursos pesqueros en todo el litoral herreño.
También han librado una particular batalla en el seno del Gobierno de Canarias para que se corrigiera la actual Ley de Pesca, ya que presentaba dudas legales que estaban permitiendo la proliferación de la pesca furtiva en la isla. La consejera de Pesca, Pilar Merino, ha estado de acuerdo con sus peticiones y ya se ha aprobado una Orden por la que se deja claro que en El Hierro sólo existen dos zonas permitidas de pesca con fusil, aunque ellos han demandado ante el Estado que esas zonas se reduzcan a una única y que la práctica de este deporte sólo se permita dos días a la semana.
Los pescadores herreños opinan, por otro lado, que la Ley de Pesca no ha sido lo racional y proteccionista que debiera. Los representantes de la Cofradía solicitaron que la Ley se aprobara con el respaldo de un estudio científico en profundidad de la situación del mar en Canarias, algo que todavía continúan reivindicando.
Desde El Hierro se quería más control y menos cuotas para el uso de ciertas artes como el número de tambores permitidos por embarcación y pescador para la pesca de morenas: en la ley canaria la estima en 25 tambores permitidos y los herreños pedían que fueran doce.
A su vez, pedían que sólo se permitiera ocho nazas de camarón por embarcación y la Ley recogió 25. “Creemos que hemos hecho un gran esfuerzo por proteger nuestro litoral, nuestra fuente de vida, y esperábamos que las leyes canarias respaldaran nuestra apuesta”, opina Gutiérrez.
El Cabildo de El Hierro ha decidido impulsar las políticas relacionadas con el sector en 2008. Su consejero de Pesca, Javier Morales, ha anunciado que incrementará el personal técnico de su departamento para poder llevar a cabo nuevos proyectos, entre ellos el impulso a la fábrica de envasado de atún y otras especies que ha puesto en funcionamiento en La Restinga a través de la empresa pública Mercahierro.
La Institución también ha adquirido una embarcación con fondo de cristal para diversificar la oferta turística en este enclave de pescadores. Podrían ser los mismos pescadores los que gestionaran el uso de este barco submarino de recreo.
Pesca tradicional.
Los pescadores herreños continúan faenando de forma tradicional y el 100% de sus capturas se producen en la propia isla.
60 familias viven directamente del sector en La Restinga, representan un porcentaje alto si tenemos en cuenta que en este enclave viven unos 400 vecinos. También la proporción es alta en cuanto a los jóvenes pescadores, la media más joven de Canarias, pero también cuentan con la media más alta. “Tenemos jóvenes desde 19 años faenando, pero, a su vez, contamos con pescadores con 70 años que aún continúan ejerciendo porque ven condiciones para seguir viviendo de la pesca en El Hierro. Creemos que son datos optimistas”, declara Gutiérrez.
En los últimos años han tenido que diversificar sus capturas, debido a la disminución paulatina de la pesca de atún, antes su principal fuente de riqueza.
“Las medidas adoptadas hace años nos han permitido que el pescador en El Hierro continúe viviendo del mar a pesar de que no hay atún, que dejó de pasar por estar aguas desde hace siete años. Eso ha incrementado la presión sobre el pescado blanco o de fondo, pero seguimos viviendo del mar y en gran parte es porque la Reserva permite la regeneración del pescado”.
De hecho, la venta de pescado en los últimos años en la Cooperativa de Pesca, Pescarestinga, ha ido en aumento. De los 127.578 kilos que se vendieron en 2003 pasaron a 397.329 kilos en 2006. Viejas, galanes, alfonsiños, cabrillas, morenas y gallos son las especies más capturadas. La venta de viejas, por ejemplo, se ha mantenido en estos últimos años con una media de 15.000 kilos de pescado vendidos en Pescarestinga al año.
Otro dato positivo es el hecho de que en El Hierro se mantiene el censo de embarcaciones destinada a la pesca (42 barcos), mientras que en otras reservas marinas la tendencia es al descenso y a la falta de relevo generacional en el sector. Según fuentes de la Reserva, existen ya dos nuevas solicitudes para poder faenar para 2008.
Estos pescadores, por lo pronto, han logrado mantener la idiosincrasia de este pueblo, el más al Sur de Europa, y quieren proseguir con su gestión sostenible durante los próximos años. Para muchos, ya son un laboratorio en miniatura sobre cómo aplicar políticas de desarrollo sostenible en el sector pesquero.
Las fotos son de Moisés Pérez (Cabildo de El Hierro).