La primera indagación la realizo en el curso escolar 1994/95 con ayuda de los alumnos del Ciclo de Actividades Físicas del IESP Virgen de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife. Se diseña una encuesta dirigida a docentes de Educación Física de EGB de la isla de Tenerife, intentando averiguar la realidad de la Lucha Canaria en estos centros de enseñanza. Abordábamos los apartados siguientes: instalaciones, recursos didácticos, programaciones y conocimientos e intereses del profesorado y el alumnado. Estuvimos más de tres meses corriendo detrás del profesorado y al final conocemos las opiniones de 270 profesores/as de 181 centros.
Los resultados fueron publicados en diversos periódicos y coincidían con lo que esperábamos: falta de material didáctico e instalaciones, buen interés tanto del profesorado como del alumnado por conocer la Lucha, y exigencia de cursos -didácticos- sobre la enseñanza de este deporte vernáculo. Concluíamos que el profesorado no tiene claro los siguientes interrogantes: dónde, cómo y cuándo enseñar esta actividad.
En el año 1996 me dispuse nuevamente con mis alumnos y alumnas a realizar otra encuesta, pero esta vez recogiendo la opinión de espectadores y luchadores sobre diferentes temas relacionados con la Lucha Canaria actual: aspectos técnicos, sistemas de agarradas, etc. Se pasó la encuesta a 881 espectadores y 383 luchadores y ex-luchadores que intervinieron en los diferentes terreros de las 10º y 11º Jornada de la Liga Cabildo Insular de Tenerife de 2º Categoría y de la Liga Preferente, durante los meses de mayo y junio de 1996. Los resultados fueron publicados en diversos medios periodísticos, pero aún no hemos terminado de obtener todas las conclusiones de los mismos.
Por último, en el curso escolar 1996/97 nos adentramos más profundamente en el estudio de la enseñanza de la Lucha Canaria en el mundo escolar; para ello coordiné un Grupo Estable cuyo proyecto se tituló: “Contenidos curriculares para el deporte de la Lucha Canaria. Aspectos pedagógicos”. Nuestro objetivo era dar respuesta a los interrogantes con los que se encuentra el profesorado en su momento de enseñar y programar nuestro deporte vernáculo como medio educativo y que se correspondían con la investigación realizada en el curso 94/95. Se acudió a 10 centros de enseñanza secundaria para recabar información que iluminara las posibles soluciones que demandaba el profesorado a estas cuestiones.
Comenzamos, en primer lugar, analizando los datos recogidos y, posteriormente, presentando propuestas de estudio e intentando averiguar los aspectos que pudiesen influir en la enseñanza, que desde nuestro punto de vista se enmarcarían en dos apartados:
a) Aspectos externos a los centros: La divulgación que ha tenido la Lucha Canaria en estos últimos años no se ha visto reflejada en el interés del alumnado, ya que este sigue percibiendo que la Lucha es sólo para los jóvenes con peso , no dándole valor a aquellos deportistas bien preparados físicamente y con un peso óptimo. Por otro lado, las ayudas que se han ofrecido al profesorado para la enseñanza de este deporte han sido nulos por su falta de rigor, claridad y realidad (su desconocimiento), a pesar de las buenos intenciones de los cursos realizados.
b) Aspectos internos de los centros educativos: La falta de instalaciones, material y recursos didácticos para el profesorado hacen que la motivación, del que enseña y del que aprende, sea en muchos casos nula e incluso desalentadora, provocando un rechazo frontal a la práctica de este deporte.
Teniendo clara la realidad existente, vamos a presentar un resumen de las soluciones que el grupo estable da a las interrogantes que se plantea el profesorado.
¿Dónde?
Después de haber estudiado las instalaciones existentes y teniendo en cuenta las actividades que se pueden desarrollar así como los inconvenientes, llegamos a las siguientes conclusiones:
Los terreros de arena, con sus maravillosas gradas, etc. no sirven para enseñar Lucha Canaria a nivel escolar.
La instalación de “tatami” también presenta bastantes inconvenientes, siendo las mayores dificultades la económica y la ubicación en un espacio no natural como puede ser el gimnasio.
Soluciones: construir un campo de arena o césped inmerso en un espacio rodeado de vegetación que no sea inferior a un campo de voleibol, con lo que se accede a un sinfín de actividades propias de la Educación Física.
¿Cuándo?
Recogiendo información de diversos autores sobre el momento adecuado para introducir el deporte en los centros de enseñanza, como medio educativo, se concluyó que, al igual que otros muchos deportes, se debe comenzar la enseñanza y aprendizaje de la Lucha Canaria en el tercer ciclo de primaria. Es el momento en que el alumnado debe ponerse el pantalón de lucha canaria y dar, con la ayuda de su profesor/a, los primeros pasos, para continuar de manera progresiva en las etapas posteriores.
¿Cómo?
Si se tiene resuelto el dónde y el cuándo y además se posee las ropas de brega necesarias, pensamos que a cualquier profesor/a de Educación Física no le es complicado enseñar este deporte, siguiendo unos principios pedagógicos adecuados y progresivos, y teniendo bien claros los objetivos educativos a conseguir en el nivel, ciclo o etapa. Estamos seguros de que en estas condiciones será el propio docente quien dará el primer paso para que la Lucha Canaria sea una realidad en los centros.
Quisiera por último agradecer la colaboración del profesorado que ha participado en este trabajo y, en especial, al alumnado de las diferentes promociones del Ciclo de Animación de Actividades Físicas del IESP Virgen de la Candelaria.
Neison Mena Díaz es Profesor de Educación Física y responsable del Módulo de Juegos y Deportes Autóctonos en el IESP Virgen de la Candelaria.
Este artículo ha sido publicado previamente en el número 5 de la revista La Gaveta, editada por el CEP de Santa Cruz de Tenerife en diciembre de 1998.