El levantamiento de Madrid del 2 de mayo de 1808, ante el vació de poder producido por la retención del rey Fernando VII, provocó la creación de Juntas de Defensa en la España no ocupada. En las Islas, con un desfase en las fechas, producto de la lejanía, que producía una gran lentitud en la llegada de las noticias y de las ordenes gubernativas, también se crearon dos juntas antagónicas, cuyo enfrentamiento es considerado como el arranque del Pleito Insular.
En las colonias americanas el vacío de poder será utilizado por las clases dirigentes para iniciar el proceso de emancipación. La República de Colombia, fundada, a instancia de Simón Bolivar, el 17 de diciembre de 1819, por el Congreso de Angostura, y fracasando en el año de 1830. Conocida como Gran Colombia para evitar confundirla con la actual Colombia1.
La influencia canaria entre los líderes de la emancipación es muy importante. La primera rebelión contra la imposición de la compañía Guipuzcoana, que controlaba la vida política y económica en Venezuela, fue iniciada en 1749 por el canario Juan Francisco de León, siendo aplastada por el general Felipe Ricardos, nombrado gobernador de Caracas en 1751. No debemos olvidar que en la sociedad colonial los canarios eran considerados inferiores a los españoles peninsulares y a los criollos, solamente estaban por encima de los pardos (mezclas de blancos, negros e indígenas) y los esclavos, existiendo todas las razones para luchar contra la injusticia del momento. Al mismo tiempo, la ascendencia canaria de Francisco Miranda, prócer de la independencia de Venezuela, es una realidad incuestionable.
Francisco de Miranda nació en Caracas el 28 de marzo de 1750. Hijo del canario Sebastián de Miranda Ravelo (natural de La Orotava) y de la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez de Espinoza.
En 1817 se intentó propiciar en estas Islas un movimiento subversivo, paralelo al de América, llevado a cabo por Agustín Peraza Béthencourt desde Santo Tomás (antillas menores). El gobernador militar de Canarias manifestaba lo siguiente:
“El infame Agustín Peraza Béthencourt autor del expresado escrito, es natural de la Ysla de Fuerteventura: de genio díscolo; de costumbres corrompidas, de condición perversa, y muy dispuesto para todo lo malo: Su depravada conducta obligó a mi antecesor el Duque del Parque a corregirlo de un modo áspero, y a esto atribuyola causa por que en su papel habla tanto y tan mal del expresado Duque durante el tiempo de sumando en esta Provincia. Últimamente ha sido sumarido y sentenciado por mi a servir en uno de los regimientos de la Península, donde lo hice conducir y de resultas de esta justa determinación ataca al Auditor de Guerra, suponiéndolo interesado”.2
Desde 1825 existió el rumor de la existencia de un convenio firmado en Colombia consistente en atacar o apoderarse militarmente de alguna de la Islas Canarias y de hecho se llevaron a cabo algunos intentos. El General Pedro Briceño, el día 12 de abril de 1826, manifestaba por carta a Simón Bolivar: “es indudable que en el momento en que podamos destruir los restos de la escuadra española que cubre a Cuba, damos la libertad a aquella isla, a Puerto Rico y a las Canarias, que desean ser también americanas”.3
Altos mandos de Simón Bolivar, manifestaron su apoyo a la independencia de Canarias. Al mismo tiempo, su mujer, Teresa de Bolivar, era descendiente de canarios, de la Villa de Teror (Gran Canaria).
Dos protocolos de Matías Rancel, escribano de Lanzarote, existentes en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, nos describen los abordajes sufridos por dos barcos que cubrían las líneas comerciales entre Europa y Canarias.
El movimiento emancipador americano, liderado por la Gran Colombia, envió naves a las islas Canarias, con el claro objetivo de debilitar a la metrópolis. Al mismo tiempo, como manifestaba el General Pedro Briceño, de la República de Colombia, “conseguir la independencia de las Islas, dentro de la Gran Colombia”.
El asalto a la goleta española, Las Amalias Centinelas, el 15 de mayo de 1823, coincidió con la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luís, ejército francés enviado por el Congreso de Viena para imponer la monarquía absolutista de Fernando VII, aplastando el Trienio Liberal (1820-1823).
En el segundo caso caso, el día 25 de mayo de 1825, en el Puerto de Arrecife de Lanzarote, don Domingo Martinón, importante comerciante de la que sería posteriormente capital de la isla, describe con todo lujo de detalles el asalto del barco que había fletado en Marsella (Francia), y que se encargaría de traerle mercancías variadas para su comercio y transportaría a Europa la barrilla, producto que incremento la actividad económica de Arrecife, junto con la actividad pesquera en el banco canario-africano. La contratación de la nave, como se manifiesta en el documento, estuvo motivada por la subida de la cotización de la barrilla en los mercados internacionales.
El 4 de mayo de 1825, a la altura del Cabo Espartel, en la costa africana del Estrecho de Gibraltar, en el actual Marruecos, fue capturado por la nave de la República de Colombia (Gran Colombia) denominada María Isabela.
Apéndice documental.
ASALTO A UNA GOLETA POR UN BARCO CORSARIO EN LA GRACIOSA EN EL AÑO DE 18234
“En la ermita del Arcángel San Rafael extramuros de esta Villa Capital Ysla de Lanzarote una de las Canarias á veinte y cuatro días del mes de mayo año de mil ochocientos veinte y tres: ante mi el Escribano y testigos que se designaran pareció a esta hora de las once de la mañana el que dijo llamarse Don Antonio del Rio y ser Capitán, Primer Piloto, y maestre del bergantín Goleta Español nombrado Las Amalias (a) Centinelas y que el día dos del presente mes por la noche dio a la vela del del Puerto de Barcelona que se halla en la Latitud Norte de cuarenta y / un grado y veinte y seis minutos y en la Longitud de ocho grado veinte y ocho minutos al Leste del meridiano de Cádiz con destino a la ciudad Puerto de Cuva [Cuba] en la Ysla de Santiago del mismo nombre que se halla en la Latitud Norte de veinte grados cincuenta y dos minutos al Oeste del mismo meridiano y que habiendo navegado hasta el Sábado a medio día diez del corriente y hallándose inmediatos al monte de Gibraltar por la parte del Leste le visitaron los corsarios faluchos españoles de los quales uno era guardacostas de Algeciras y el otro particular armado contra los franceses que el capitán de unote los expresados corsarios les advirtió que el gobierno español había declarado la guerra a la Francia y que ya se hallaban detenidos en Algeciras tres barcos por uno de los faluches de aquel puerto que en vista de esta noticia y hallándose en calma hacia ya algún tiempo y considerando que según el cariz no había señales de viento favorables para desembocar determinó entrar en la Bahía de Gibraltar auxiliado por la palamenta y de algunas ventolinas variables lo que efectivamente benefició anclando en el fondeadero de Algeciras al medio día en siete brazas de agua.
Que habiendo continuado la calma permaneció anclado en dicho fondeadero hasta el quince al amanecer que habiéndose llamado y afirmado el viento al NE se puso a la vela a las diez de la mañana siguiente su navegación con el mismo viento hasta el domingo diez y ocho del presente mes al amanecer que hallándose en la Latitud Norte de treinta y un grado veinte y nueve minutos y en la Longitud de cuatro grados diez y nueve minutos al oeste de Cádiz tiempo caliginoso viento Nordeste gallando marejadilla del viento y del Norte y elevando la proa al Sudoeste quarta al oeste del compas con la intención de pasar entre la costa de África y las Canarias descubrió por la proa esta Goleta de dos gabias que seguía la vuelta del este y estaban a muy corta distancia y como había mucha neblina y era aún al amanecer hizo todas las maniobras y diligencias necesarias a fin de liberarse del peligro de ser apresado en que se hallaban, pero a las diez de la mañana teniendo ya a nuestro costado la referida Goleta se ven en la necesidad de rendirse habiendo sido apresados con la bandera Colombiana; que inmediatamente mandó el bote a bordo del buque de mi mando y le llevaron al corsario con todos los demás tripulantes a excepción de dos que dejaron a bordo de la presa tripulando esta y carga como – Rol, patente, contraseña conocimientos y demás de los que se apoderó el comandante declarando que toda era buena presa por la bandera de Colombia que de aquel punto y permaneciendo a la de dicho corsario se dirigieron a estas Islas a las que llegaron el veinte y anclaron entre esta y la de la Graciosa donde nombran el Río con el corsario y presa despachando esta el veinte y uno para la costa firme y echando los marineros prisioneros en un despeñadero de esta de Lanzarote conservando a su bordo al compareciente a su segundo, al pilotín, contramaestre , y paje hasta el veinte y dos por la tarde que los echaron en la expresada Ysla de La Graciosa que está desierta en la que permanecieron hasta ayer veinte y tres por la mañana en compañía de unos pescadores que les condujeron a esta de Lanzarote y a su Villa capital en la que les pusieron inmediatamente en cuarentena de observación en esta Ermita del señor San Rafael situada extramuros de ella .en esta atención deseando hacer constar los hechos que deja relación y no quedan responsables en manera alguna de las perdidas, daños y perjuicios que han recibido los dueños del cargamento que traía a su bordo con motivo de haber sido apresado por la Goleta Colombiana de que lleva hecho mención en la vía y forma que mejor lugar haya en derecho y enterado del que en este caso le compete otorga que los protesta una dos tres y las mas veces en derecho necesarias contra el mar? Vientos cargabres y demás contra quienes deba hacerlo, y pide a mi el escribano le de fe por fe y testimonio esta protesta que asegura bajo de juramento hecho en debida de que certifico no las hace de malicia sino por los motivos relacionados, y en comprobación de su verdad presenta por testigos de vista que presenciaron el apresamiento y demás hechos que lleva expuesto a Don Francisco Grau, segundo piloto, a Don Eloy Bazalt pilotín y a Don Juan Sintas contramaestre de la dotación del expresado buque que fue de su mando quienes bajo de juramento que también hicieron según por derecho – quienes aseguración que cuanto lleva expuesto su capitán en esta protesta es la pura verdad de los sucesos que les han ocurrido en su navegación en la que se afirman y se afirman bajo el mismo juramento: Así lo expresaron otorgaron y firmaron hallándose presente como testigos Marcos Miguel Lorenzo, Nicolás Hernández Matías Baptista de esta vecindad.”
ASALTO A UN BARCO FRANCÉS EN MAYO DE 1825 5
“En el Puerto principal del Arrecife ysla de Lanzarote una de las Canarias a los veinte y cinco días del mes de mayo, año de mil ochocientos veinte y cinco: Ante mi el Escribano de S.M. del numero y marina de esta referida Ysla y testigos que se designaron, pareció Don Domingo Martinón de esta vecindad y comercio a quien doy fe conozco y dijo: Que la casa de los Sr. Barry Dervieu – y compañía vecinos y del comercio de Marsella en – de treinta de agosto del año próximo anterior de mil ochocientos veinte y cuatro dijeron que habiendo subido la Barrilla un poco pues se vendía de nueve a nueve y medio francos el qql. de aquella plaza y que siendo este un doce por ciento mas pequeño que el de estas yslas podía hacerse una expedición que dejase una buena utilidad, y que en caso de convención a dicho Martinón esta propuesta podrían dichos señores fletar por cuenta del compareciente un barco de ciento y veinte a ciento y treinta toneladas que traería un cargamento de mercaderías y retornaría con otro de dos mil y quinientos a tres mil qql. de barrilla insertándola en dicha carta una nota de los géneros de que podía componerse el expresado cargamento. Que habiendo recibido el tres de diciembre próximo pasado les contesto con fecha veinte y tres del mismo diciendo a dichos señores que siempre que pudiesen conseguir vender un cargamento de tres mil qq. de esta especie resultase libre de fletes derechos y demás gastos que le causaren a si en esta Ysla como en la plaza de Marsella a siete y medio francos, podían desde luego dichos señores hacer una venta por dicha cantidad y después que estuvieren celebradas solicitar los géneros que contenía la nota o factura que les incluyó en dicha carta y remitírselos con el propio barco previniéndoles últimamente que como solían cruzar en estos mares corsarios enemigos sería bueno que las facturas y conocimientos viniesen a nombre y como de cuenta de los mismos señores y a la consignación del otorgante, y por supuesto todo asegurado: Que no habiendo recibido hasta ahora ninguna contestación sobre el particular ha llegado hoy a este Puerto una Bombarda con Pabellón francés nombrada - honorines su capitán Blanchelli quien le ha manifestado de palabra – procedente de Marsella en cuyo Puerto le había despachado y cargado de varios géneros los supradichos señores Barry Denvieu – y compañía que venían a la consignación del compareciente y otros interesados en estas Yslas y que hallándose sobre Cabo Espartel fue tomado y robado el día cuatro del corriente por un corsario perteneciente a la republica de Colombia nombrado María Isabela su capitán Dotan, y que entre los géneros que le robaron fue comprendida la mayor parte de los que venían para el compareciente llevándose al mismo tiempo las cartas facturas y demás papeles pertenecientes al cargamento que conducían; en esta atención considerando el Don Domingo Martinón no debe ser responsable en manera alguna del valor de los géneros que venían a su consignación ni hallarse ya en la obligación de poner a bordo de dicho Buque el cargamento de barrilla que había ofrecido por no haber recibido los que se dirigían por dichos señores, en la vía y forma que mejor haya lugar en derecho y enterado del que en este caso le compete otorga que hace total y absoluto abandono del resto de los géneros a su consignación que pueden quedar a bordo de la expresada Bombarda , y en su consecuencia protesta una, dos , tres y las mas veces que sean necesarias contra propietarios, cargadores, fletadores, aseguradores, consignatarios, recibidores, pagadores y contra las mas personas que deba hacerlo, que todos los daños, perjuicios, perdidas, atrasos, intereses, fletamentos, detrimentos o menos cabos que se hayan ocasionados y ocasionen a los sobre dichos y a los dueños del indicado buque por falta de cargamento de retorno, no sean de mi cuenta y cargo sino de quienes por derecho haya lugar, a cuyo fin deja vivas --- para usar de ellas contra quien donde como y usándole convenga: y de que así lo protesta pide a mi el escribano se lo de por fe y testimonio su resguardo, y para hacerlo en cualquier tiempo que se me pida lo – en mi cuaderno corriente de escritura pública, y lo firma el expresado Don Domingo Martinón hallándose presentes como testigos Don Rafael Rancel, Don Eusebio de Cáceres y Don Casimiro Mc Kinstoh de esta vecindad.”
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1Enciclopedia Wikipedia.
2Manuel de Paz y Oswaldo Brito. Canarias y la emancipación americana: el manifiesto insurreccional de Agustín Peraza Béthencourt (1817). Publicación del Cabildo de Fuerteventura.
3Hernández González, Manuel. La Junta Suprema. Canarias y la emancipación americana. Ediciones Idea. Papeles de Daute. Canarias, año 2005.
4AHPLP. ESCRIBANO MATIAS RANCEL DE LANZAROTE. LEGAJO 2932, AÑO 1823. FOLIO 229-230.
5AHPLP. ESCRIBANO MATIAS RANCEL DE LANZAROTE. LEGAJO 2934, AÑO 1825. Folio 196.