Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Crónica de la actual emigración canaria: Los últimos de Cuba.

Martes, 15 de Abril de 2008
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 205

El periodista Carlos Fuentes acaba de ver publicada Los últimos de Cuba, la nueva entrega de la colección La Quinta Columna de Ediciones Idea. El volumen reúne una serie de reportajes realizados por el autor durante sus viajes a la isla antillana y originalmente publicados por entregas en el rotativo canario Diario de Avisos. Esta obra se presenta el viernes 18 de abril, a las 19:30 horas, en la Sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Santa Cruz de Tenerife, en la Avenida Tres de Mayo. En el acto participarán, junto al autor, el director de la editorial canaria, Enrique Jiménez Fuentes; el periodista tinerfeño Eduardo García Rojas, director de la agencia de noticias Ideapress y autor del epílogo del libro; y el emigrante cubano Marcos de Paz, músico y productor de radio afincado en Tenerife.


Los últimos de Cuba, que abarca 191 páginas e incluye 44 fotografías, recupera la memoria histórica de la emigración canaria a la isla caribeña. Estructurado en quince capítulos, el volumen incluye numerosos testimonios personales de los emigrantes nacidos en Canarias que han desarrollado la mayor parte de sus vidas en la isla caribeña y que aún residen en ella. Narrado con estilo directo, el libro contiene, además, crónicas sobre creadores culturales que trabajan en Cuba, y cuenta con un prólogo del novelista y poeta cubano Pedro Juan Gutiérrez, y epílogo del periodista tinerfeño Eduardo García Rojas.

Carlos Fuentes resalta la motivación histórica con la que se planteó Los últimos de Cuba: «En principio -explica el autor- intenté ajustar una cuenta pendiente con el pasado aún vivo de una gente que no ha tenido quien le escriba. La emigración canaria más llamativa, quizá porque es la más reciente, se localiza en Venezuela. En Cuba, pese al tiempo pasado, que ya es mucho, sobreviven emigrantes que no han tenido oportunidad de regresar a Canarias o, al menos, venir a visitar a sus familias. También me movió el auge actual que la emigración africana y latinoamericana tiene en Canarias, donde muchas veces prima más el miedo al desconocido que la comprensión por el que sale huyendo de su tierra. Sé que es un lugar común, pero no existirían las Islas Canarias sin que otros emigrantes no hubieran venido en el siglo XV».

La elección de Cuba conecta con el interés del periodista canario por «aquellos países o lugares en los que el tiempo parece detenido, además de los vínculos históricos que tienen Cuba y Canarias». El trabajo de campo para preparar los contenidos de Los últimos de Cuba fue realizado durante seis semanas, con un centenar de entrevistas personales en ciudades y localidades de La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Santa Clara, Cienfuegos, Trinidad, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba, así como en lugares menos transitados por los visitantes como Morón o Baracoa. «En muchos lugares del interior de Cuba, los emigrantes canarios de mayor edad han optado por guardar sus recuerdos de las islas para no llenar la vida cotidiana de nostalgia y melancolía, pero aún conservan cierta curiosidad por saber qué ha sido de sus pueblos natales», comenta el periodista.

Carlos Fuentes, que en la actualidad prepara un libro de entrevistas con músicos de África y América Latina, apunta al origen canario como clave para lograr que los emigrantes se hayan sentido cómodos durante las entrevistas. «¿Cómo logré que me abrieran sus corazones? Sencillo: presentándome como canario y no como español. Hay muchas e importantes diferencias entre un origen y otro. Pero lo esencial vino de la mano de los emigrantes, gente por lo general humilde aunque con un concepto de la honradez y de la dignidad que ya no es habitual en países más desarrollados. Fue una gran experiencia ver cómo abrían sus baúles de recuerdos sin acritud ni falsos sentimentalismos. Aún no sé si estos emigrantes isleños son cubano-canarios o canario-cubanos, pero sí defiendo que son buena gente, muy buena gente. Diría inigualable».


Trayectoria.

Carlos Fuentes (La Palma, 1970) comenzó su trayectoria periodística a principios de los años 90 en La Gaceta de Canarias. En 1995 se incorporó al periódico tinerfeño Diario de Avisos, del que ejerció como corresponsal en Madrid entre 1998 y 2007. Ha realizado reportajes en Túnez, Argelia, Marruecos, Irán, Sáhara Occidental, Malí, Bosnia, Serbia, Kosovo y Portugal, entre otros países. En 1999 publicó el libro La balacera. Rock en Canarias, una panorámica sobre la música regional contemporánea. Sus artículos y entrevistas han sido publicados en Rockdelux, El Mundo, Serie B, Revista Especializada en Música y El Tubo. Ha realizado programas culturales en Radio Nacional de España, Radio Isla Tenerife y Radio Campus La Laguna.


Comentarios
Viernes, 25 de Abril de 2008 a las 16:38 pm - MIGUEL LEAL CRUZ

#02 Al hilo de su libro, algunos medios han publicado parte de lo que sigue:

LIBRO DE PERIODISTA CANARIO SOBRE CUBA. CN

Dr. Miguel Leal Cruz. Editorial Periodismo histórico S.L.

Canarias-España

Según leemos en la redacción de la Web BienMeSabe, edición 15 abril pasado en noticia de El Dia (a comentar), el periodista palmero Carlos Fuentes (no el escritor mexicano) ve publicado su libro “Los últimos de Cuba”, por medio de Ediciones Idea, aspecto que nos alegra de verdad. En el texto se incluyen numerosos testimonios personales de emigrantes nacidos en Canarias que han desarrollado la mayor parte de su vida en la isla caribeña. Como se dijo, lamentamos no haber asistido al acto de presentación.

Asimismo, según reportaje de Manolo Pérez para Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife), editado con fecha 18 pasado, este nos dice:

“En el momento histórico que está viviendo Canarias, en el que las islas son lugar de destino prioritario de la inmigración irregular africana, son numerosas las publicaciones que se han editado referidas al asunto, entre ellas destaca la del periodista Carlos Fuentes (Santa Cruz de La Palma, 1970), que se titula Los últimos de Cuba, la cual indaga sobre la huella de la emigración canaria en la isla antillana, y pretende provocar la reflexión y facilitar la comprensión de los motivos que tienen las personas que vienen desde fuera. El libro, editado para la colección La Quinta Columna de Ediciones Idea, se presenta hoy, a las 19.30 horas, en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Santa Cruz...\"

Que claro que el canario creó la propia trama teatral (y la tramoya fue siempre el proceloso Atlántico, a veces su misma sepultura), y en algún momento convertida en película para etapas determinadas de aquel proceso. Así lo plasma Teodoro Ríos para los años previos a la independencia de la bella isla caribeña analizando el protagonismo de muchos de aquellos canarios emigrantes que allí se hallaban, convertidos en ficción real en una buena película digna de figurar entre los clásicos del cine internacional: Mambí. Esta parte del Atlántico fue por muchos años la puerta de Cuba (desde toda España) y para las posesiones en tierra continental americana que nadie puede negar por su misma obviedad. Los puertos de Santa Cruz de La Palma, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, se llenaban de viajeros emigrantes (de todos los lugares) que esperaban embarcar hacia lo que consideraban un lugar de esperanza que mejorara sus miserables vidas, consecuencia de una situación injusta desde siglos en la que sólo vivían medianamente bien menos de un 10 % de la población canaria, para la que el resto prestaba servicios laborales. De ahí el deseo de probar suerte en el que, a veces, se ha denominado “paraíso indiano”, según Julio Hernández García, historiador grancanario afincado en Tenerife.

Prototipo de emigrante palmero a Cuba lo fue, sin duda, el llanense Rústico Paés Martín, embarcó principios de los años veinte pasados desde el puerto de Santa Cruz de La Palma. Disponía de cierto bienestar cuando triunfó la Revolución Cubana (enero 1959) en la que no participa en principio, pero acepta sus postulados en todo momento. Se adaptó al nuevo “status” en aquel pueblo espirituano donde agravó su enfermedad hepática y fallecería en La Habana que le acogió (a los 84 años) rodeado de su numerosa familia cubana. No tuvo cargos relevantes durante el proceso revolucionario pero si su único hijo, Evergisto (o Evaristo) Páez, nacido de madre también isleña de la misma Palma por parte de su padre, quién desempeñó cargos en el régimen cubano y hoy también desparecido (su nombre oficial era Evaristo). Rústico, en segunda visita a su isla natal una productora cinematográfica (apreciando la viveza, perspicacia y personalidad de él mismo) le hizo protagonista de un corto titulado “El largo viaje de Rústico” con enorme éxito a fines de los años ochenta del pasado siglo, por el que esta persona puede ser conocida e investigada, tanto él como la vida de los canarios en Cuba. En su contexto se analiza, una vez más, cuánto ha aportado el trabajador “isleño” a la isla hermana en todos los aspectos: laboral, cultural, médico, militar, ideológico, patriótico…, o como simple agricultor que es a lo que se dedica (o dedicaba) la mayoría desde fines del siglo XV, tras la conquista de ambos Archipiélagos por la Monarquía hispana. Se ha dicho: ¿Qué cubano puede negar la presencia de un “isleño” en algún lugar de la isla o en algún momento de su vida…? Este que escribe para Gaceta de Canarias tiene en toda Cuba unos 200 parientes colaterales. A uno de ellos, en particular, se le dijo que una vez reunidos quedaban invitados a comer frijoles negros..., en próxima visita a aquel añorado y bello lugar tropical que con sus habitantes (y peculiaridades) recuerda en mucho a estas islas Canarias.

Por último compartimos la opinión de uno de los “informadores” referido a que Valeriano Weyler, en virtud de órdenes superiores, aplicó “mano dura” en Cuba, hasta que fue relevado; y que la Revolución de Castro está “desorientada” en estos momentos. En dicho contexto, para ambos aspectos se ha investigado de pleno…El Cabildo lo sabe.

www.periodismohistorico.net

Sábado, 19 de Abril de 2008 a las 00:52 am - MIGUEL LEAL CRUZ

#01 Estimado paisano y periodista Carlos Fuentes:

Me enteré ya tarde para asistir a la presentación de otro libro más que analiza la profunda relación, de cuatro siglos (cinco para ser más exactos) entre Canarias y Cuba. Lamento no haber asistido al evento.

supongo conoce que esa es una de mis aficiones académicas y periodísticas preferidas. Al respecto el Cabildo de La Palma, y otros, me patrocinan un libro sobre tal amplia temática.

Cuba Canarias. Perspectivas comunes, del que extraigo este pequeño fragmento por si resulta de su interés (o de otros que accedan a esta Web) Tomo datos de mi amigo Manuel Hernández entre otros...

...Cuando Jácome de Monteverde llegó a La Palma para ponerse al frente de dicho ingenio y hacienda de Tazacorte, la fábrica se encontraba arruinada y con algunas paredes caídas. Como quiera que la misma pertenecía al patronato de su familia, el citado propietario cumplió la promesa dada de hacerse cargo de la restauración de ermitas y santuarios y se ocupó de reedificar a su costa tanto la primitiva iglesia de San Miguel como la de Las Angustias en el barranco que lleva su nombre (en cuyas riberas se trasplantaron los primeros esquejes de caña), y también se ocupó de su ornato con tablas flamencas por la relación existente entre Países Bajos, Madeira y Canarias.

Jácome de Monteverde fue el último dueño unipersonal de los ingenios y haciendas hasta el año 1557 en que sus cinco hijos y herederos efectuaron la partición de los bienes integrantes del patrimonio ante el escribano público de Santa Cruz de La Palma, Don Domingo Pérez, el 27 de noviembre del referido año.

Los citados ingenios reportaban cuantiosos beneficios en los sucesivos propietarios como lo demuestra la estimación del Cabildo de la Isla para el año 1639, que señala “…todo el resto de la Isla tiene menos valor que la mitad de los ingenios de Argual y Tazacorte”. Se conocen las actividades que desarrollaban los ingenios a través de un caso que recoge Viña Brito: …un molino de azúcar y de grano, un ingenio, una casa de purgar, estanco de remieles y todas las cosas de la casa, la “fabricatura” de hierro y cobre, todos los campos plantados y no plantados con azúcar, vino y gana, una casa nueva, las abejas y labranza con sus jurisdicciones, todos los hombres negros de cualquier sexo, caballos, asnos, mulas, vacas, toros, becerros, ovejas, puercos, yeguas…, brevajes, vestidos, sillas, albardas, frenos, hierros y herramientas, los instrumentos de herrería y cobrería . (Textual)

También es destacable la importancia de las tierras para abastecimiento del personal variopinto del ingenio (sobre todo de hombres negros) dedicados a cereal, vino y grana y por supuesto la importancia del agua, sobreabundante en los de Tazacorte y Argual por el río permanente de Las Angustias, previa la construcción de acequias de madera que llevaban el agua hasta los ingenios, con gastos de más de 15000 ducados para este concepto en 1518. Datos obtenidos por descripciones de Gaspar de Fructuoso y de los propios escribanos de Jácome de Monteverde.

Otros ingenios en la Isla de la Palma, Barranco del río en Santa Cruz, o en los Sauces, amen de otros de menor importancia en Gran Canaria (Ingenio) y Tenerife (Adeje); Sin embargo, es cierto que este producto encontró en Cuba terrenos mejores y más apropiados terrenos para un alto rendimiento con respecto a Canarias paulatinamente sustituidos por la vid y otros que ofrecían mayor adaptación y rendimiento final. En Cuba la casi totalidad de las lluvias tienen lugar a lo largo de los meses más calurosos del año, de mayo a octubre, y la temporada más fresca es asimismo la más fresca, siendo la variedad llamada “criolla” la primera que se plantó en la isla antillana, originaria de los esquejes traídos por Colón y otros desde Canarias ya que cultivadores de prestigio como los Van De Valle, y otros grandes empresarios canarios, se trasladaron a Cuba, con la técnica usada en sus ingenios , ya apuntada. Precisamente en la comarca del actual municipio de Ingenio en las Palmas de Gran Canaria, al igual que hicieron otros grandes cultivadores palmeros, queda evidencia de su ruina y translado (sic). Esta variedad inicial permaneció hasta 1780 en que fue sustituida por la otra más rentable conocida como “Otahiti” hasta principios del siglo XIX, que es cuando se introduce otra variedad de menor dureza, “cristalina”, que produce menor efecto destructivo en los rodillos de las maquinarias de muela, según recoge Jean Lamore, Cuba , 1971, Universidad de Burdeos.

Como tal industria azucarera no floreció en Cuba hasta 1595 en que paulatinamente fue disminuyendo la producción de La Española que pasaba a la mayor de las Antillas para competir más tarde con las plantaciones portuguesas en la costa del Brasil, y con las propias españolas en tierra continental de Méjico o Venezuela. En 1602 la Corona Hispana ordena el pago de 40.000 ducados a cargo de las arcas mejicanas para potenciar la industria azucarera en Cuba, cuya promoción fue encargada al gobernador Valdés. Fueron incrementados y mejorados los primeros ingenios o trapiches, de factura europea, movidos por caballerías o por fuerza hidráulica como se hacía en algunos lugares de Canarias.

La oligarquía cubana se interesó en su explotación y consiguiente rentabilidad para lo que contaba con la ayuda real y la mano de obra barata que aportaban los esclavos negros traídos de África para tal fin, exclusivo en estos momentos y a comienzos del siglo XVII la exportación de azúcar a España, y a otros lugares de Europa, alcanzó unas 50.000 arrobas de azúcar.

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