Y es que El Julan está situado en uno de los lugares más recónditos de la geografía herreña. Pese a ello, la apertura del Centro de Interpretación está fomentando un mayor interés por conocer el
patrimonio arqueológico y cultural de la isla.
“Durante el invierno, el perfil del visitante es europeo, sobre todo alemán, y bien informado sobre la importancia patrimonial del Parque, mientras que ahora en verano nos visitan turistas, sobre todo canarios, que se encuentran en El Hierro y se enteran de su existencia. De hecho, muchas veces visitan el Centro de Interpretación y al día siguiente repiten para hacer la ruta guiada”, declaran.
Como medida de seguridad y protección de los importantes yacimientos arqueológicos de El Julan, está permitida la visita al Parque Cultural de un máximo de 15 personas por día. En la actualidad, el guía acompaña a una media de seis personas diarias a hacer esta ruta que conlleva cuatro horas de camino a pie, dos para descender hasta el famoso Tagoror y Los Letreros y otras dos para regresar: en total unos 8 kilómetros de recorrido.
Este Centro cuenta con dos plantas expositivas sobre la vida de los aborígenes de El Hierro, los
bimbaches o
bimbapes y, en particular, sobre las manifestaciones culturales que dejaron en El Julan, entre las que destacan el Tagoror o lugar de reunión y Los Letreros y Los Números, estos últimos verdaderas “joyas” para el estudio. A su vez, cuenta con dos viviendas destinadas a alojar a investigadores.
El edificio, situado a 800 metros de altura sobre el nivel del mar, permite disfrutar a los visitantes de unas espectaculares vistas de este parque con gran valor paisajístico, situado en la vertiente meridional de la isla, entre el Barranco de Garañones y La Dehesa Comunal (en total, unas 55 hectáreas). Se contempla parte del Mar de Las Calmas y la totalidad de la Reserva Marina de La Restinga; permite apreciar los distintos pisos de vegetación en Canarias (sabinar, pinar, cardonal, tabaibal) y las principales manifestaciones de cultivos de medianías y uno de los lugares de las Islas con mayor concentración de conos volcánicos en El Lajial.
Desde este centro parten, por primera vez, rutas guiadas que permiten conocer a pie las principales manifestaciones de lo que fue la vida de los aborígenes de la isla. Las cuatro horas de caminata permiten poder disfrutar y conocer Los Números, Los Letreros, El Tagoror, Los Concheros, aras y las cuevas de habitación que utilizaron antes de la Conquista. También se pueden apreciar muestras etnográficas de gran valor, ya que las cuevas y los juaclos de El Julan fueron utilizadas en labores de pastoreo, ya en la época histórica.
Letreros de El Julan
El Julan. El Centro y el Parque Arqueológico se sitúan en el municipio de El Pinar, dentro del Parque Rural de Frontera en su cabecera Sur. El Plan Insular de Ordenación de El Hierro lo reconoce como
Reserva Histórica.
Su nombre, que proviene del de una planta conocida como
julan o
julian (
Ferula linkii) está ligado al de dos ilustres herreños, los hermanos Aquilino y Gumersindo Padrón. El primero de ellos descubrió en 1873 los grabados de Los Letreros y, en 1874, su hermano, Gumersindo, Los Números. A partir de ellos, numerosos investigadores han visto en El Julan una fuente inagotable para el estudio de la vida de los habitantes prehispánicos de Canarias.
Hace unos años, el Gobierno de Canarias adquirió los terrenos de este Parque para que engrosaran el patrimonio de las Islas.
La visita. La primera parte de la exposición del centro de visitantes de El Julan nos introduce en los valores naturales y culturales de la isla y destaca la inclusión de El Julan dentro del Parque Rural de Frontera.
Por su parte, la parte central de la exposición está centrada en la investigación arqueológica en El Hierro y los conocimientos existentes sobre la sociedad aborigen. Mientras que la parte baja del edificio está centrada en los grabados de El Julan: su importancia, características y tipología. Una serie de maquetas permiten comprobar la realización de los diferentes tipos de grabados, así como una gigantesca reproducción del contorno de los grabados a través de los calcos realizados por los arqueólogos.
La salida de la exposición se realiza a través del
túnel de los grabados que permite al visitante contemplar las laderas de El Julan envuelto en grandes reproducciones de los grabados. Un documental sobre El Julan cierra la visita a la exposición.