El llamado
Concurso Cultural de
La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria) llega a su XXXI edición. El pasado año informábamos del
trigésimo aniversario del mismo, y del reconocimiento que se hacía a sus fundadores, así como a históricos participantes del mismo.
Por ello, la pasada edición tenía ese matiz especial que este año no tiene. No obstante, la fuerza de esta inicitaiva lúdica y formativa sigue su camino de largo recorrido y acogerá, como siempre es habitual, un reboso de personas en la Plaza Nueva de la localidad. Las preguntas, las pruebas de habilidad, los interrogantes lanzados al público que recibe su premio si acierta, la luminosidad de la plaza engarzada a la luz del conocimiento de forma amena y divertida, hacen de las tres noches seis horas agradables (repartidas en dos cada uno de los días); presentadas, este año, por dos personas como una de las novedades de la presente convocatoria. Y novedades hay alguna otra más, amén de un número considerable de equipos participantes, formados siempre por jóvenes, no tan jóvenes y mayores que le dan todos y todas una diversidad rica en conocimiento de generación en generación.
Diversión, formación y participación se conjugan en una inicitiva única en Canarias, y con un éxito que al pasar de los años no decae. Ya vemos que las
Fiestas de La Aldea, que conocemos por la importancia de su Rama, Romería y sobre todo por El Charco, no queda en sólo estos actos "principales": esconde también tesoros, para los más pequeños y para las más mayores, como el
Concurso Cultural, al que se acercan a ver incluso personas de otros pueblos de la isla de Gran Canaria.