Revista n.º 1064 / ISSN 1885-6039

El salto del pastor canario.

Miércoles, 10 de diciembre de 2008
Colectivo Aguere de Salto del Pastor Canario
Publicado en el n.º 239

Desde la época prehispánica, los habitantes de las Islas Canarias se servían de unos palos largos para desplazarse, con mucha habilidad, a través del territorio, sobre todo en las zonas más abruptas de nuestras Islas. La práctica de desplazarse con la lanza se ha mantenido hasta nuestros días entre los pastores, sobre todo cabreros, en el cuidado de sus rebaños.

Rosi del Colectivo Aguere de Salto del Pastor.

 

El palo largo, al que hemos hecho referencia, recibe nombres diferentes según las islas, e incluso en zonas de las mismas, como son: lata, garrote, lanza, asta y astia. Consta de dos partes bien diferenciadas, una de madera (fuerte y ligera), la más larga -más fina en la punta que en la parte baja, lo que favorece a frenar-; la otra, de metal, llamada regatón, lardo o rejucho, colocado en el extremo más ancho del palo y terminado en la punta.

La práctica de desplazarse con la lanza se ha mantenido hasta nuestros días entre los pastores, sobre todo cabreros, en el cuidado de sus rebaños.

Las medidas de este utensilio varían en función del territorio o necesidad personal del usuario, es decir, pueden medir menos de dos metros en zonas llanas, como las costas de Fuerteventura; o bien, alcanzar los cuatro metros en territorios más abruptos como la Caldera de Taburiente, en la isla de La Palma.


Formas de uso.

Natalio Pérez con un salto a regatón muerto en la Caldera de Taburiente (La Palma).La forma más sencilla de usarla es clavar el regatón en el suelo, a un nivel más bajo que donde se encuentra el saltador, y deslizarse por la madera hasta ponerse bajo el suelo nuevamente.
También se puede dar el caso de que la altura a salvar es mayor que el tamaño de la lanza, por lo que el saltador, si no quiere dar un rodeo, salta con su lanza quedando en el vacío; clava el regatón en el suelo y se desliza por el palo con la mayor suavidad posible. Este tipo de salto se conoce como salto a regatón muerto.

El pastor tiene gran aprecio a su astia, y aunque cuide su ganado en zonas donde no lo necesita, o sea mayor ya para usarla, es normal verlos con una en la que apoyarse.

Desde hace algunos años se ha venido practicando de forma lúdica, por jóvenes y no tan jóvenes de todas las islas, hasta crear, en el año 2001, la Federación de Salto del Pastor Canario, donde hay trece colectivos configurados y ciento cincuenta y nueve personas, de diferentes edades, federados.

En la década de los ochenta, el investigador palmero Talio Noda observó cómo los pastores de todas y cada una de las Islas Canarias, usaban una herramienta similar para desplazarse por el campo mientras guardaban sus ganados. Esto le llevó a hacer un trabajo de investigación que sería publicado por el Cabildo de Gran Canaria, presentando un nombre común para tal actividad: Salto del Pastor Canario.



Publicado en El Baleo. Boletín Informativo, número 5, junio de 2003.

 
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