Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

Homenaje a Carlos Rodríguez-Figueroa.

Miércoles, 24 de Diciembre de 2008
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 241

El pasado viernes el Grupo Folclórico de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna celebró su XXII Recital Folklórico de Navidad en homenaje a Carlos Rodríguez-Figueroa Sánchez, en el que se realizó un extraordinario repaso por nuestro Cancionero Tradicional, desde el Baile del Niño de La Matanza de Acentejo a las Coplas de Años Nuevos de Arure.



A continuación le adjuntamos el texto que se acompañaba en el programa en honor al homenajeado.


Gracias, Carlos.

Era así, como todos conocíamos a don Carlos Andrés Rodríguez-Figueroa Sánchez. Nació en Santa Cruz de Tenerife el 11 de noviembre de 1954 y fue Secretario del Ayuntamiento de Santiago del Teide desde el 24 de mayo de 1980 hasta el día en que falleció, suceso acontecido el pasado 18 de octubre de 2008, contando con cincuenta y tres años de edad.

No quiso ni supo ser un simple Secretario municipal, cargo que ocupó a lo largo de veintiocho años. Su vida fue un ejemplo de eficacia, lealtad y compromiso social y cultural. Fundó en 1982, conjuntamente con otros jóvenes, el Colectivo Cultural Arguayo, un baluarte de pundonor y coraje, promotor de múltiples expresiones y actos culturales, edición de libros, publicación de cuatro números de la Revista Chinyero, rescate del Centro Alfarero de Arguayo… Participó en la organización de eventos tan trascendentes y significativos como fueron, entre otros, la celebración del I y II Congresos de Alfarería Tradicional Canaria o los Encuentros de Asociaciones para la Defensa del Patrimonio de Tenerife.

Fue precursor –ejerciendo como directivo, entrenador y jugador– del baloncesto en el Sur de la isla. Con volcado sentimiento, de otra parte, hacia el senderismo, debiéndosele la iniciativa de recuperar los antiguos caminos reales.

Siempre mostró gran predisposición por las cosas de la cultura. A su inquietud e indagaciones le debe el Grupo Folclórico de la Facultad de Educación la recuperación del baile del búsquese la vida, vigente en el Pago de Arguayo hasta los años veinte del siglo pasado.

Defensor enamorado de la cultura tradicional, entendía que la situación –anómala, lamentable– en que se encontraban sus diferentes manifestaciones, era, esencialmente producto del desconocimiento y de la secular apatía y desinterés institucional. Consideraba que era a través de la escuela donde se debía poner fin a tan deplorable e incompresible asunto. En síntesis, conocer debidamente para amar, defender y difundir el que en teoría es nuestro bien más preciado el legado que hemos recibido de nuestros antepasados.

Pero, por encima, de lo que brevemente hemos contado, Carlos, fue una bellísima persona, amable, cortés, bregador donde los haya. En suma, un gigante que murió en los brazos de otro gigante, el Padre Teide. Nos lo imaginamos en su nueva andadura, conversando con los viejitos y las viejitas que nos han ido dejando repasando el búsquese la vida, hablando sobre los tiempos del pastoreo en la cumbre, del trajín de las viejas alfareras de Arguayo, con Tío Salvador Medina, el último tamborilero de Masca.

Queremos rendirle un sencillo, sincero y merecido HOMENAJE. Carlos era y sigue siendo así, tan cariñoso como atento, desprendido y comunicativo. Nos desea a todos paz, felicidad y mucho valor para que continuemos amando y protegiendo a nuestra tierra.


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