Cada año los cristianos celebramos el Nacimiento de Jesús, el Rey de Reyes, el Mesías que trajo al mundo Palabras y Hechos que cambiarían para siempre nuestras vidas.

Su mensaje de Amor revolucionó la Humanidad, sembrando Fe, Esperanza y Caridad, que regó con su propia Sangre, para que nosotros, sus amados Hermanos, podamos cosechar los más Bellos Frutos del Espíritu.

En el Capitulo 2, Versículos 1 al 12 del Evangelio de San Mateo, se narra como unos Magos, guiados por una luminosa Estrella, llegaron a Belén para adorar y ofrecer sus místicos dones al recién nacido.

Mateo no ofrece detalles de su número, nombre y origen, ni siquiera afirma que fueran reyes, existiendo interpretaciones de que podrían haber sido astrólogos babilonios o sacerdotes persas.

Los nombres que han llegado hasta nosotros proceden de la tradición occidental, siendo el venerable monje benedictino Veda quien en el siglo XIV los describió: Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, mas joven y rubio y Baltasar, negro, en representación de Europa, Asia y África, rindiendo así homenaje a la Soberanía Universal de Cristo sobre todas las razas y países.

Mundo Artesanal y el Hogar Canario Dominicano / Hogarcado, con este Nacimiento Dominicanario, hace una bella interpretación simbólica de tal Hecho Histórico, asumiendo la licencia artística de trasladarlo en el tiempo y en el espacio, para situarlo en el poblado de San Carlos de Tenerife, en un periodo de tiempo que podría comprender -hipotéticamente- desde el siglo XVIII a principios del siglo XX.


Los Magos que vinieron de Oriente…

Contemplando estos Personajes típicamente dominicanos, ubicados en los alrededores de la Iglesia de San Carlos Borromeo, construida a principios del siglo XVIII (1720-1749) por familias emigrantes procedentes de las Islas Canarias, podemos hacer una analogía con los laboriosos Magos del campo canario, vocablo con el que se denomina en las Islas Afortunadas a los campesinos por su increíble fortaleza y habilidad construyendo terrazas para el cultivo, soportadas con muros de piedras en las laderas de las montañas.

En este peculiar pesebre son más de tres los magos venidos de Oriente que rinden homenaje de bienvenida al niño Jesús, ya que cada personaje realiza una ofrenda relacionada con su actividad cotidiana: coco (Coquero), maní (Manicero), naranjas (Chinero), Carbón (Carbonero), Agua (Aguadora) y hasta una Fritura Callejera, un Frio Frio y un Sancocho, acompañado de arroz (Sra. limpiando arroz) y aguacates (Carrito) y cocinado con carbón (Carbonero) y leña (Pailas al fuego), que acopia una señora encorvada (Recogedora de leña) mientras su esposo deshierba con un machete (Chapeador) en la típica postura de cuclillas.


¿Quienes son los dominicanarios?

Los dominicanarios (emigrantes procedentes de Canarias y descendencia ligada con otros grupos étnicos del país), además de San Carlos, fueron fundadores de Bánica, San Juan de la Maguana, Bani, Neyba, Dajabon, Montecristi, Puerto Plata, Samana, Sabana de la Mar, y otras poblaciones, siendo portadores y transmisores de un valioso bagaje de usos y costumbres que no dudamos en calificar de Patrimonio Cultural Intangible consustancial a la propia Identidad del Pueblo Dominicano.

Son muchas las aportaciones llegadas desde este archipiélago hermano que hoy en día son una viva muestra de nuestra afinidad: gestos, modismos lingüísticos, gastronomía, valores familiares, laboriosidad, amor a los deportes, a la música, al baile y un marcado sentido de la hospitalidad tan característico de ambos pueblos, por citar algunos.

José y María, en nuestra representación del Nacimiento de Jesús, son dos humildes campesinos que llegan a San Carlos de Tenerife, recibiendo la más sincera hospitalidad y atenciones de sus pobladores, descendientes de canarios, que se fueron expandiendo por todo el territorio nacional, mezclándose en el tiempo con indios nativos, otros emigrantes procedentes de otras regiones españolas, países africanos y europeos, con cocolos y de los países árabes, conformando el actual sincretismo socio cultural dominicano.


EL TRAPICHE.

No podemos finalizar estas reseñas socio-culturales entre las Islas Canarias y la República Dominicana sin dejar de mencionar el hecho de haber sido mediante 10 maestros azucareros traídos desde Canarias que fue introducida la Caña de Azúcar en el país y Caribe, pasando a ser un renglón importantísimo de la economía de la región.

El Nacimiento Dominicanario esta totalmente elaborado de forma artesanal con materiales autóctonos:

Los caminos son de Larimar procedente de Barahona (único lugar del mundo donde se encuentra esta apreciada gema).

Los árboles son Corales del mar Caribe.

La tierra y cultivos están hechos con Tabaco y Café dominicanos.

Las humildes casas campesinas están hechas de Hojas de Plátano, representando la cana, yagua, guano y otros materiales ligeros usados por los canarios sancarleños, ya que en épocas pasadas no les permitían construir edificaciones en materiales sólidos por temor a que fueran utilizadas por el enemigo para pertrecharse y atacar la Ciudad Colonial.




Los autores.

- Giovanni Garibaldi.

Natural de San Remo, Italia, reside en RD desde hace 15 años, donde ha publicado tres libros para promocionar el país, y dirige el sitio www.suncaribbean.net, siendo Editor y Director del diario electrónico Il Corriere D´Italia.

Amante de los belenes, hace unos años realizo en el Museo de la Casas Reales de Santo Domingo una exposición de 50 belenes originales procedentes del Museo del Presepio italiano, incluyendo un nacimiento de Nápoles del 1500 y uno donado por el Papa Giovanni XXIII.


- Leo Theuwissen.

Nativo de Bélgica con más de cuarenta años en RD, donde ha trabajado en numerosos proyectos nacionales e internacionales de salud, así como en el sector social y educativo, tanto en el interior del país como en barrios marginados de Santo Domingo, especialmente mediante la ONG Asociación de Rehabilitación (ADR)

Con estudios Superiores en Lovaina, Washington DC y especializaciones en otras partes del mundo, Leo Theuwissen nos muestra en su obra una gran sensibilidad como observador de la realidad social dominicana, representada, según sus propias palabras, … mediante figuras artísticas que hablan por sí mismas…, porque se refieren a expresiones culturales identificables por dominicanos y extranjeros tan solo observándolas y mirando alrededor, en cualquier parte del país...