Uno de los hallazgos más llamativos y singulares que tenía reservado a los técnicos el sondeo acometido por el Cabildo grancanario, ha sido el de la localización de los restos de la única mujer embarazada de la época prehispánica que se conoce hasta la fecha en Canarias, un hecho que únicamente ha podido ser documentado en España en otros cinco casos. En la fosa en la que aparecieron los restos muy bien conservados de la mujer embarazada, se aprecian los diminutos y delicados huesecillos de parte del feto, bajo la cavidad pélvica de su madre. La cantidad de individuos inhumados en los terrenos de Lomo de Juan Primo, más de una quincena de cuerpos, convierten a esta necrópolis en uno de los yacimientos en donde se han registrado hasta la fecha más restos óseos de la zona norte de la isla. Si bien la cartografía y la documentación administrativa señalan el lugar en el que se han encontrado los restos como Lomo Prinio, el sitio es conocido históricamente por los lugareños como Lomo de Juan Primo.

El hallazgo excepcional de una mujer fallecida cuando se encontraba en un momento avanzado-final de la gestión en este yacimiento arqueológico, ha puesto de manifiesto la idoneidad de los procedimientos de trabajo llevados a cabo en este lugar en el marco de una intervención de urgencia. La documentación de este ejemplo abre la posibilidad de acometer el estudio de cuestiones hasta el momento ignotas para la Gran Canaria prehispánica, como son los índices de mortandad femenina en “edad fértil”, los problemas a los que tendrían que enfrentarse en un momento tan delicado como es el final del embarazo y el parto, etcétera.

La empresa Tibicena (Gabinete de Estudios Patrimoniales) ha sido la encargada de realizar la excavación de urgencia así como el estudio de los restos humanos encontrados. En una primera fase los técnicos procedieron a realizar sondeos manuales en la zona norte de la parcela, la cual no había sido alterada por los trabajos de acondicionamiento agrícola. Estos primeros sondeos manuales fueron totalmente estériles, ya que no arrojaron a la luz ningún hallazgo de interés. Fueron los sondeos más próximos a la zona sureste de la parcela los que empezaron a dejar al descubierto el hallazgo de la necrópolis prehispánica, de la cual se conservaban restos de, al menos, quince fosas que contenían restos humanos. A pesar que desde un primer momento el hallazgo se reveló como un enclave arqueológico de enorme interés, a medida que iban avanzando los trabajos de excavación, los técnicos fueron confirmando que se trataba de la necrópolis prehispánica más importante hallada en los últimos años.

La necrópolis del Lomo de Juan Primo ha merecido que el proceso de excavación se documente con las últimas técnicas (topografía, fotogrametría, escaneado 3D…). Los trabajos de laboratorio son quizás la parte más desconocida de la actividad arqueológica, si bien constituyen una parte esencial en el estudio y valoración de cualquier yacimiento. Ahora los técnicos proponen que se lleven a cabo todos los estudios arqueológicos necesarios para explotar las oportunidades científicas y patrimoniales que ofrece este yacimiento que podría arrojar estupendos datos sobre el estudio del sexo y edad, paleodieta, paleopatología, dataciones radiocarbónicas y estudios de parentesco a partir del ADN, entre otros pormenores.

Unos trabajos que, aunque menos conocidos, aportaran elementos clave no solo para conocer el funcionamiento de este espacio cementerial, sino también para aproximarnos a quiénes se enterró en Lomo Primo, qué vínculos existían entre sí y qué rasgos bioantropológicos mostraban a consecuencia del desarrollo de unos particulares modos de vida.

Así, con el recurso de las dataciones radiocarbónicas (C14) de los cuerpos se podrá, además, conocer durante cuánto tiempo estuvo en funcionamiento este cementerio y si “convivió” con otros espacios arqueológicos cercanos para los que se dispone de fechas absolutas como la Cueva Pintada y El Agujero, entre otros enclaves, enriqueciéndose con ello la perspectiva diacrónica de la Prehistoria insular.

Estos estudios permitirán, igualmente, conocer otro aspecto prácticamente desconocido hasta el momento por la investigación arqueológica de Gran Canaria como es la documentación sobre la base organizativa de un cementerio.

El presidente insular, José Miguel Pérez, ha valorado positivamente el grado de predisposición y colaboración demostrada durante los sondeos por la empresa privada propietaria de los terrenos agrícolas en los que se verificó la existencia de la necrópolis prehispánica. Una colaboración que se inscribe en el creciente marco de respeto hacia nuestro pasado cultural que debe imperar en toda sociedad atenta y sensible con su historia remota, y que el Cabildo de Gran Canaria se ha empeñado en materializar en esta legislatura con acuerdos y la firma de protocolos de colaboración que en los próximos meses irán cerrándose con varias empresas grancanarias.


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