Revista n.º 1074 / ISSN 1885-6039

Historia del escán en Lanzarote: un importante liquen poco conocido.

Lunes, 31 de marzo de 2008
Ricardo Reguera Ramírez
Publicado en el n.º 203

El escán se utilizaba en Lanzarote desde muy antiguo para teñir de pardo anaranjado algunos textiles y los zurrones grandes de cabra o fores. Líquenes muy similares se utilizaban también desde muy antiguo en toda Europa para teñir de estos tonos, a la vez que comunicaban ciertos aromas, suponiendo incluso que evitaban el apolillamiento. La cualidad aromática de muchos líquenes es muy requerida en perfumería, conociendo también que líquenes semejantes se usaban en algunas zonas de Centroamérica para ocultar los malos olores de algunas fibras. Parece que la costumbre de teñir estos artículos tiene su origen en los mismos aborígenes de Canarias, pareciéndonos que se habla del escán cuando, en las Crónicas de la Conquista de Gran Canaria, se apunta un tinte anaranjado o pardo que se da a los productos anteriormente citados.

Foto Noticia Historia del 'escán' en Lanzarote: un importante liquen poco conocido.

 

En Lanzarote el escán o escane, conocido también erróneamente como musgo, es un liquen muy abundante en esta isla y en Fuerteventura, donde conocemos su uso desde muy antiguo como tinte de tejidos y en el tratamiento de las pieles. En Fuerteventura y en algunas zonas de Lanzarote (15, pág. 240) se le da a este liquen el nombre de ajicán, aunque otros autores incluyen también otros términos derivados como jicán, jicanejo (3, tomo I, pág. 285, 288), ahicanejo, alicán, alicaneja y otras (4) (11, pág. 108; 14, pág. 315), hecho que influye en la liosa identificación científica de esta especie vegetal y su frecuente confusión con otros líquenes, con los musgos e incluso con hierbas y algas. Algunos estudiosos lo incluyen en la familia de las parmeliáceas (11, pág. 109) aunque, por las indicaciones dadas por las personas mayores consultadas, la identificación práctica del liquen llamado escán en Lanzarote es bien sencilla. Éste se corresponde con la ramalina bourgeana (6, pág. 138), un liquen de talos rizados de color verde amarilloso que abunda en las rocas volcánicas orientadas al norte, aunque también se produce en los viejos troncos de higueras y otros árboles.


 Ilust. 1: Liquen conocido como escán.



 Ilust. 2: Muro al norte de Lanzarote cubierto de escán.


El escán se utilizaba en Lanzarote desde muy antiguo para teñir de pardo anaranjado algunos textiles y los zurrones grandes de cabra o fores (i. 2). Líquenes muy similares se utilizaban también desde muy antiguo en toda Europa para teñir de estos tonos, a la vez que comunicaban ciertos aromas, suponiendo incluso que evitaban el apolillamiento (13, pág. 4). La cualidad aromática de muchos líquenes es muy requerida en perfumería (13, pág. 4), conociendo también que líquenes semejantes se usaban en algunas zonas de Centroamérica para ocultar los malos olores de algunas fibras (13, pág. 6). Parece que la costumbre de teñir estos artículos tiene su origen en los mismos aborígenes de Canarias, pareciéndonos que se habla del escán cuando, en las Crónicas de la Conquista de Gran Canaria, se apunta un tinte anaranjado o pardo que se da a los productos anteriormente citados:

... vsaban para tener estos licores de odres de cabrones o machos de cabras, adobábanlos con el pelo, i para la leche eran sin pelo, teñíanlos de naranjado llamaban tazufre. (10, pág. 372)
Tenían también redes que las echaban a nado, teñíanlas de pardo... i las más redes tejían de juncos (10, pág. 374).


Aparte de Lanzarote y Fuerteventura, parece que este mismo liquen, u otro que se apunta como “otro género de orchilla basta” (16, pág. 62), se usaba también en El Hierro, al menos desde finales del siglo XVIII, con fines similares a los del escán en Lanzarote.

El escán era utilizado en las Islas de forma casera sin constituir un artículo de explotación y comercio , aunque ya algunos cronistas se plantean esta posibilidad a principios del siglo XIX, como es el caso de Álvarez Rixo, cuando apunta para Lanzarote:

También hay productos que se pierden por falta de conocimiento y de industria. Entre los líquenes, además de la orchilla, hay otro más vasto denominado por los lanzaroteños Escán y por los majoreros Ajicán, con el cual tiñen sus burdos tejidos en el lugar de Haría, y cuyo musgo merecería analizarse para ver el provecho que en las fábricas pudiera sacarse de ella (2, pág. 144).


Viera y Clavijo señala para el musgo (17, pág. 302) utilidades no conocidas para el escán en Lanzarote, como son de relleno de colchones y para calafatear barcos, aunque este autor no concreta la identificación de esta especie vegetal, llegando a relacionarla con las orchillas y con las algas. Las utilidades del escán, como alternativa a la orchilla, llegan incluso a ser motivo de estudio y experiencias por la RSEAP de Las Palmas desde finales del siglo XVIII:

... cual es la hierba llamada Alicante con la que suelen teñir de firme sus zurrones los majoreros (18, pág. 78).



 Ilust. 3: Zurrón hecho de un cuero entero de baifo curtido con escán.



 Ilust. 4: Gena hecha de un cuero entero de machorra curtido con escán. El escán aporta un tono anaranjado claro a las pieles.



 Ilust. 5: For hecho de un cuero entero de cabra curtido con escán. Los expertos informan que el principal cometido de estos líquenes está en eliminar los malos olores de las pieles.



 Ilust. 6: Manta tejida de lana del país teñida con escán. El escán tiñe la lana de un homogéneo tono beis a la vez que oculta el fuerte olor a oveja.


A principios del siglo XIX parece que el escán sigue sin comercializarse, ya que Escolar y Serrano (7) no lo incluye en la relación de productos que se trafican por los puertos de las Islas. Pero conocemos que pronto empieza a ser requerido por ciertos destinos, ya que Madoz (9, pág. 140) aporta en un cuadro presentado en 1830, en el que se reflejan diferentes datos de los productos que pasan por el Puerto de Arrecife, una producción para un quinquenio de musgo de 500 quintales que son todos exportados. En Tenerife, este liquen (o uno de naturaleza semejante llamado musgo blanco o cascarilla) empieza a requerirse también como tinte desde los puertos del exterior sobre 1824-30, conociendo además que este artículo se incluye dentro de los productos que se controlan al salir de los puertos de las Islas desde 1831 (1, pág. 142, 148). El buen rendimiento del comercio de este liquen hizo que pronto fuera incluso conocido por los viajeros que pasan por Canarias, de forma que ya sobre 1833 informan de sus producciones, exportaciones, utilidades e incluso de las variedades de esta especie.

Pronto las instituciones oficiales de Lanzarote empiezan a preocuparse por la extracción incontrolada de este liquen, hecho que demuestra la apreciación y beneficios obtenidos del comercio del escán. Ya el punto sexto del Estado del total producto de la cosecha de 1834, que hemos recogido en las Actas del Ayuntamiento de Teguise del año 1835, aporta un interesante apunte en el que se dan muchos datos sobre el escán producido en Lanzarote:

En el año próximo pasado ha producido esta isla trescientos quintales de la yerba conocida con el nombre de musgo o escán: este ramo no debe considerarse como producto de la riqueza agrícola en razón a que hace pocos años que ha sido descubierta su utilidad y es cosa de que no se había hecho uso en siglos pasados. Este ramo va a desaparecer mediante a que en las piedras, riscos y volcanes en que se produce una vez de raspados han de pasar muchos años para volver a criar y crecer, con las cuales observaciones se remita dicho estado a la superioridad en cumplimiento de dicha circular (d. 1).


Las producciones siguieron siendo importantes durante algunos años y parece que el principal destino de éstas estaba en el extranjero, aunque desconocemos los puertos concretos y la utilidad dada a este liquen en sus destinos. Algunos cronistas nos informan de que en el año 1839 salieron de Arrecife un total de 400 quintales de musgo, que también fueron exportados para el extranjero (2, pág. 207). Pero los excesos cometidos en su extracción, junto con la aparición de otros productos sintéticos alternativos, debieron provocar el descenso de las producciones, pues ya Madoz (9, pág. 138) informa sobre los años 1845-1850 de una producción para un quinquenio en Lanzarote de sólo 50 quintales.

Del decaimiento de este artículo de exportación también informa Domingo Déniz en su obra escrita sobre 1860, aunque parece que el musgo al que este autor se refiere es distinto al escán de Lanzarote, ya que no coincide ni su nombre científico, ni su descripción, ni el color azul que da su tintura, pues para el escán de Lanzarote todas los informantes apuntan que produce tonalidades doradas, anaranjadas o marrones. En lo único que coincide es en ser un liquen foliáceo blanquecino y en el nombre de musgo.

Castañeyra incluye el jicanejo y el musgo como productos que se exportan de Fuerteventura a principios del siglo XIX, aunque éstos desaparecen en la relación de las exportaciones a finales del XIX, apuntando que aquellos han decaído mucho (11, pág. 28). En cambio, todavía a mediados del siglo XIX Madoz informa de algunos pueblos de Fuerteventura que producen musgo: La Oliva, Tostón y Tuineje. Una de las últimas referencias localizadas sobre la producción de este liquen en Canarias la aporta Canseco sobre 1897 (12, pág. 11).

Conociendo que el escán presenta en muchos aspectos grandes analogías con la orchilla, es muy posible que los recolectores de orchilla se hayan dedicado también a extraer escán durante los años en los que este liquen se exportó ventajosamente. La única diferencia con la reproducción de la orchilla es que el escán es más abundante, prospera más rápido y se da en zonas más accesibles.


 Ilust. 7: El escán se produce en condiciones muy similares a la orchilla. Peñas al norte de Lanzarote cubiertas de orchilla y escán.



 Ilust. 8: El Risco de Famara constituía una importante zona productora de escán y orchilla. Los orchilleros fueron probablemente los principales recolectores del escán de exportación.


En la actualidad, las personas mayores de la Isla apuntan la utilidad casera que daban al escán como curtiente de fores (i. 2) y como tinte marrón de algunas fibras textiles (i. 1) desconociendo su utilización comercial. Estas aplicaciones del escán se hacen simplemente poniendo las piezas de remojo en agua con el liquen durante uno o más días. Ya indicamos anteriormente que probablemente el escán, con el que se ponían en curtimiento los cueros, se encargaba de absorber u ocultar los malos olores de estas pieles frescas (13, pág. 4), a la vez que proporcionaba ese tono dorado a los zurrones.

Sería muy interesante realizar un trabajo sobre la relación entre las numerosas variedades científicas y fonéticas de estos líquenes. Asimismo, sería de gran interés realizar un estudio en profundidad sobre las propiedades y posibles aplicaciones del escán.


Bibliografía.

1.- ÁLVAREZ RIXO, José Agustín: Descripción histórica del Puerto de la Cruz de la Orotava. Ayuntamiento de Arrecife y Cabildo de Lanzarote. 2003.
2.- ÁLVAREZ RIXO, José Agustín: Historia del Puerto del Arrecife. Aula de Cultura del Cabildo de Tenerife. Tenerife, 1982.
3.- BETHENCOURT ALFONSO, Juan: Historia del Pueblo Guanche. Tomos I, II y III. Francisco Lemus. La Laguna, 1991, 1994 y 1997 respectivamente para cada tomo.
4.- CORRALES ZUMBADO, Cristóbal, CORBELLA DÍAZ, Dolores y ÁLVAREZ MARTÍNEZ, Mª Ángeles: Diccionario diferencial del español de Canarias. Arco Libros S.A. Madrid, 1996.
5.- DÉNIZ GRECK, Domingo: Resumen histórico descriptivo de las Islas Canarias. Inédito y mecanografiado. Biblioteca del Museo Canario. Escrito sobre 1860.
6.- GONZÁLEZ-MANCEBO, J. M. y otros: La vida vegetal en las lavas históricas de Canarias. Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Madrid, 1996.
7.- HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Germán: Estadísticas de las Islas Canarias, 1793-1806 de Francisco Escolar y Serrano. Tomos I, II y III. Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Las Palmas, 1984.
8.- HOLMAN, James: Viajes a Madeira, Sierra Leona, Tenerife... J.A.D.L. Tenerife, 1998.
9.- MADOZ, Pascual: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid 1845-1850. Canarias. Edición facsímil. Ámbito ediciones S.A. e Interinsular Canaria. 1986.
10.- MORALES PADRÓN, Francisco (transcripción, estudio y notas): “Canarias, crónicas de su conquista”. Cabildo Insular de Gran Canaria, segunda edición. Las Palmas, 1993.
11.- NAVARRO ARTILES, Francisco (transcripción, prólogo, notas e índice): “Ramón F. Castañeyra. Memorias sobre las costumbres de Fuerteventura”. Servicio de Publicaciones del Excmo. Cabildo Insular de Fuerteventura. Puerto del Rosario, 1991.
12.- PUERTA CANSECO, Juan de la: Descripción geográfica de las Islas Canarias. Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno Canario. Madrid, 1988.
13.- ROQUERO, Ana: El rebozo de olor de Tenancingo (estado de México). Rescate de un procedimiento de teñido y perfumado. Inédito.
14.- TABARES, Reyes: Recuerdos y vivencias. Ayuntamiento de San Bartolomé, Lanzarote. 2000.
15.- TORRES STINGA, Manuel: El español hablado en Lanzarote. Excmo. Cabildo de Lanzarote. 1995.
16.- URTUSÁUSTEGUI, Juan Antonio: Diario de viaje a la isla de El Hierro en 1779. Centro de Estudios Canarios. Tenerife, 1983.
17.- VIERA Y CLAVIJO, José de: Diccionario de historia natural de las Islas Canarias. Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas. 1982.
18.- VIERA Y CLAVIJO, José de: Extracto de las actas de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas (1777-1790). Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas de Gran Canaria. Madrid, 1981.


Informantes.

i. 1.- Cedrés Lemes, Luisa; de 85 años de edad; natural y vecina de Ye; entrevista realizada el 20/07/98 (fotos).
i. 2.- Reyes Figuera, Caridad; de 78 años de edad; natural y vecina de Femés; entrevista realizada el 24/11/98; hilandera (prendas y objetos).


Documentos.

d. 1.- Fondo: AHT. Año: 1835. Registro: Actas del Cabildo, página 284, vuelta. Contenido: Estado del total producto de la cosecha de 1834.


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i. Al igual que se apunta para El Hierro a finales del siglo XVIII (16, pág. 62).

ii. “La tonelada de musgo de las rocas (parmelia perlata) está valorada en 70 libras y es uno de los innumerables líquenes comunes en las Islas Canarias; se usa en la fábrica de tintes. Hay una especie falsa que es difícil de distinguir” (8, pág. 152).

iii. “El musgo se recoge en todas las Islas. Es la parmelia perlata, liquen foliáceo, blanco con manchas azulencas. Formó un ramo de comercio en algunos años de la tercera y cuarta década del presente siglo XIX. Empleábase para dar a los paños un hermoso color azul. Ha vendídose a 4 rs. vn. la libra, y en 1839 se exportaron 186,375 libras. El que se empezó a extraer después de Sierra Leona la ha hecho caer casi totalmente” (5, tomo III, pág. 996 a 1.004).

 
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