Francisco Díaz Pineda (pacopi@bio.ucm.es) es Catedrático de Ecología de la Universidad Complutense de Madrid, además de Presidente de Adena (http://www.wwf.es/wwf_adena/junta_rectora.cfm). Teniendo en cuenta que en los principios de Adena (http://www.wwf.es/wwf_adena/index.cfm) se recoge su carácter independiente, cultural y apolítico, en pro de la conservación de espacios naturales, teniendo en cuenta aspectos culturales y económicos, etc., parece clara cuál debe ser la postura del Presidente de Adena en cuanto a un espacio tan singular como la Montaña Tindaya. Recordemos que esta montaña es hoy por hoy el monumento con mayor nivel de protección de toda Canarias, debido a sus singularidades paisajísticas, geológicas, etnográficas, naturales, arqueológicas, etc., con lo que sería de esperar que Adena y su Presidente estuvieran del lado de profundizar y redefinir la protección de la montaña desde un punto de vista sostenible.
Pues no. Nada más lejos de la realidad. Francisco Díaz Pineda es uno de los dos firmantes del proyecto de impacto ambiental del Monumento de Chillida para la Montaña de Tindaya, que pueden descargar aquí: http://www.unex.es/catedra/recursos/articulos/op64.pdf. En este documento, sus autores destacan las bondades de un proyecto que va a desnaturalizar por completo el Patrimonio que para Canarias supone esta Montaña Sagrada, convirtiéndola en un cascarón de huevo, completamente vacío por dentro. Tindaya va a perder todo su valor como monumento natural, pasando a convertirse en un simple parque de atracciones, con mucho menos valor patrimonial del que tiene actualmente, en un caso más de la degradación patrimonial que padecemos en Canarias.
Esta asociación quiere que Tindaya se convierta en un polo de atracción para la isla de Fuerteventura, pero respetando los valores que tiene actualmente. Al igual que se hacen intervenciones sostenibles en el Parque Nacional del Teide, en Timanfaya, en Garajonay o en la Caldera, en Tindaya se pueden hacer intervenciones similares que nos permitan disfrutar de su valor, observar los endemismos en sus laderas, definir rutas para disfrutar de sus podomorfos, desarrollar actividades para sorprendernos con las observaciones astronómicas que fueron tan reveladoras para los mahos, etc. Algo similar a lo que ocurre en otros lugares de Canarias de gran interés.
Por tanto, les invitamos a reaccionar: ante la acción, reacción. Probablemente se puedan realizar muchas medidas, pero a nosotros se nos ocurren dos:
1. Si eres socio de Adena, date de baja. Que noten que no aceptamos su falta de sensibilidad con Canarias, con Fuerteventura, con Tindaya.
2. Remite, este mismo texto a la cuenta de correo de Francisco Díaz Pineda. Este buen señor debe ser consciente de que se ha equivocado, de que ha alterado el fin para el que Adena fue creada, en tanto que los principios conservacionistas que aplican en otros lugares no tienen nada que ver con los que han aplicado en Tindaya.
Y, ya sabes, pásalo. Cuantos más seamos, mayor impacto tendremos.