Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Una charla sobre Arqueoastronomía.

Martes, 14 de Abril de 2009
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 257

El arquitecto e investigador arqueoastrónomo, Carlos Milla, ofreció el pasado viernes, 3 de abril, en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología de Las Palmas de Gran Canaria, y en el marco del ciclo Astronomía y Civilizaciones, una conferencia sobre arqueoastronomía andina en la que el experto aseguró, que “nuestra cultura andina es profundamente holística, esencia que avala la necesidad de tratar acerca de muchas disciplinas ancestrales y actuales, sin las cuales sería imposible de entender los procesos de nuestra milenaria Arqueoastronomía”.


Este ciclo forma parte del programa Septenio que promueve el Gobierno de Canarias con el objetivo de respaldar la cultura, la ciencia y la innovación como sectores estratégicos. Coincidiendo con la celebración del Año Internacional de la Astronomía, la programación del septenio para 2009 se centra en este tema como eje central de todas sus actividades.

Además, esta iniciativa cuenta con el apoyo del consulado de Perú en Las Palmas al frente del que se encuentra René Ceballos.

Durante su intervención en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología de Las Palmas de Gran Canaria, Carlos Milla apuntó que “este tejido cultural andino basado en un diferente modo de entender y observar el Cosmos, así como de medir el tiempo para controlar el cambio de las estaciones, nos muestra una desconocida y nueva forma de hacer astronomía en torno a la constelación de la Cruz del Sur, rectora del Hemisferio Austral, que formateó la cultura andina comunitaria en torno a la observación de una comunidad de estrellas”.

Carlos Milla hizo una reflexión, ante todos los asistentes a la citada conferencia, sobre cómo los patrones astronómicos observados generan actitudes y una mecánica cultural muy definida en cada caso, “ya que el pensamiento Boreal, en cambio”, prosiguió, “se organiza en torno a la Polaris, una estrella solitaria que modela los Puntos Límites de los Boreales y la actitud egolátrica de los inventores de las razas, los pueblos escogidos y la propiedad privada de una civilización de solitarios, cuyas esquizofrenias los vuelven individualistas y etnocidas colonialistas”.

El arquitecto también destacó que “durante mucho tiempo, se pensó que el centro de energía del Universo estaba en las inmediaciones de la Constelación del Cisne, hasta que un equipo multidisciplinario de astrónomos y astrofísicos del Observatorio de Tucson, Estados Unidos, logró comprobar que todas las Galaxias y súper galaxias de nuestro grupo local eran atraídas a una velocidad infinita hacia un centro de energía ubicado en el extremo de la burbuja cósmica denominado Gran Atractor”.

Según indicó, “juntamente con otras, nuestra Galaxia Espiral la Vía Láctea con sus cien billones de estrellas, incluidos nuestro Sol y el planeta Tierra, son absorbidos y arrastrados por el Gran Atractor y como resultado de estas fuerzas, la inercia modela los continentes en formas de flechas dirigidas en esa dirección Sur, quedando la gran masa boreal continental retraída y convertida en el polo Negativo del gran Geomagneto terrestre”.

Carlos Milla explicó ante los asistentes a la conferencia que “una de las primeras interrogantes a resolver fueron el cómo se había logrado proyectar la constelación a nivel del terreno y de la respuesta a esta pregunta dependía también tratar de entender cómo fue el proceso para solucionar los muchos y extensos geoglifos de las Pampas de Nazca, Palpa y las técnicas Geodésicas necesarias para lograr la hazaña de trazar el alineamiento geodésico de la Ruta de Wiraqocha, que atraviesa casi todo el continente desde Manta en Ecuador hasta la Laguna Dos Patos en Porto Alegre, Brasil”.

También apuntó que “la confederación del Tawa Inti Suyu, cuyas cuatro regiones corresponden a cada una de las cuatro estrellas de la constelación cruciforme, supo ordenar pragmáticamente su espacio andino territorial a imagen y semejanza del paisaje estelar que veían en el cielo”. Por otro lado, “la imagen de la Cruz del Sur está presente permanentemente en las estructuras rituales, en los diseños arquitectónicos, en la simbología y en las representaciones de toda clase de artefactos y estructuras. Tal es el caso de las iconografías de Sechín de las Estelas, en Casma de la costa norte peruana. Allí vemos a los personajes de prestigio luciendo entre las prendas de cabeza y los ojos la imagen de la Cruz del Sur”, precisó.

Carlos Milla también se refirió a que “siempre será un baldón inolvidable en la historia de la Humanidad el incendio de la Biblioteca de Alejandría y la quema de cerros de Códices Mayas a mano de frailes esquizofrénicos incapaces de entender el tesoro de sabiduría que contenían los innumerables productos tecnológicos astronómicos que habíamos desarrollado milenios antes de la etnocida invasión europea, tanto en arqueoastronomía como en la astroarqueología, al igual que en la ciencias Calendáricas y Geodésicas y muchísimos otros temas que los invasores fueron incapaces de desarrollar”, subrayó.


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