Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Al Paso de la Cumbre: Escenificación del trueque.

Jueves, 09 de Julio de 2009
Mundo Rural de Tenerife.
Publicado en el número 269


Al Paso de la Cumbre es la visión de un viaje en el tiempo, un viaje para los que vivieron otros tiempos, otras formas y el mismo espacio de otras personas que viven este otro tiempo y que tienen otra forma de ver el territorio que nos acoge.

Esta actividad de rescate etnográfico es una muestra, una visión retrospectiva, del trasiego de gentes de todos los rincones de la Isla de Tenerife que hasta hace no más de tres o cuatro décadas viajaban de un lado a otro buscando el sustento familiar. Después de cinco ediciones entrañables, los personajes que integran el equipo de "Al Paso de la Cumbre, escenificación del Trueque". Han conseguido que gran parte de la población de Tenerife, así como muchos visitantes que acuden prestos a este tipo de celebraciones y eventos de carácter etnográfico, observen el uso de los Caminos y senderos como se vivían en tiempos pretéritos. La realidad de esta escenificación no presenta aspereza ni sacrificio porque es sólo una representación, pero el espíritu de quienes protagonizan la actividad ha conseguido tocar la sensibilidad de quienes disfrutan de estas estampas costumbristas.

Así, en esta edición también ha llegado la iniciativa hasta los niños y jóvenes del Municipio de Santiago del Teide, anfitrión de este encuentro, y la respuesta ha sido excelente. En una labor de difusión de la actividad en todos los centros educativos del Municipio, la aceptación ha sido muy positiva y los protagonistas futuros del devenir de esta zona suroeste de la isla de Tenerife. Han reconocido el mensaje que se quiere transmitir. Este no es otro que el de mostrar la armonía que ha existido hasta hace no mucho tiempo entre las personas y el territorio; la conformación del paisaje. la utilización de las tierras fértiles y las no tan fértiles, la construcción muchas veces espontánea de vías de comunicación para medios de transporte tan precarios como los animales de carga, mulas, burros, caballos y sobre todo el desplazamiento a pie, han sido la impronta de las zonas rurales de la isla.

Al esfuerzo y la constancia, que necesariamente han de definir a una población que ha vivido mayoritariamente de la agricultura y la ganadería, hay que unir un carácter abierto y muchas dotes de imaginación. la necesidad de diversificar cultivos y labores, la existencia de recursos de la piedra, de la pesca, del espacio forestal, la incidencia de la diversidad bioclimática que es capaz de crear islas dentro de otras y de definir grandes diferencias en el espacio, han provocado el que haya sido una constante el intercambio de mercancías: las papas de secano en el norte, la piedra chasnera o la tosca, las cebollas de Guayonge o de Masca, las manzanas reinetas, el azafrán de la tierra de Carrizal, el queso de Teno. el carbón de Anaga, las jareas o las castañas de Acentejo... un sinfín de tesoros básicos para el sustento. Cada rincón de la isla de Tenerife ha estado marcado históricamente por la calidad de algún producto, y su mercado abarcaba a veces toda la isla, como podían ser los cochinos que la gente de Icod El Alto repartía por todos los pueblos, pedanías, barrios y pedazos de tierra habitados.

Los pasajes culturales que muestran "Al Paso de la cumbre" llevan detrás de un escenario decorado con las vestimentas, los útiles de labranza, tos productos que se intercambiaban, el espíritu de la su pervivencia, la solidaridad, la amistad, el respeto por la naturaleza y su aprovechamiento, que viene a ser la tan traída y llevada sostenibilidad. La isla que se representa es aquello que en sí misma era todo un ecomuseo, una forma de mantener el equilibrio entre las necesidades humanas y el peso poblacional. Cuando ese balance se alteró, la emigración fue la válvula de escape en varias ocasiones. Esa nostalgia del emigrante, el amor por la tierra que te ha cobijado, el espacio donde los niños viven y crecen, un indescriptible amor por el entorno que hace que la familia vaya más allá de los vínculos parentales. En definitiva, las señas de identidad de las personas, son los sentimientos que se reflejan en Al Paso de la Cumbre; es el homenaje que protagonistas y público ofrecen a quienes nos precedieron en el uso de nuestra tierra. Quizá cuando quienes actualmente realizan esta actividad, por ley natural ya no tuvieran la energía suficiente para mostrar lo que ellos realizaron por necesidad en otra épocas, o que conocieron por el testimonio de su padres, familiares o amigos, el espíritu de los caminos se haya transmitido. Cuando los jóvenes vean el valor de una calzada, un empedrado, o el del saludo desinteresado a cualquier "paisano' desconocido que en cualquier momento puede compartir esfuerzo u ofrecer ayuda en el camino, se habrá conseguido el objetivo de esta actividad. De cualquier manera, entre cuarenta y cincuenta participantes de Municipios tan dispares como Los Realejos. El Tanque, Santiago del Teide, San Miguel de Abona, Adeje, Garachico o Santiago del Teide seguirán mostrando una vez al año, con la colaboración del Cabildo de Tenerife, una estampa costumbrista sosegada y nostálgica de encuentros, trueques, trasiegos y andanzas de gentes y sueños entre los espléndidos valles y cumbres de Tenerife.

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