En El arranque (segundo tomo de la colección) Víctor Ramírez ofrece al lector la esperpéntica y solitaria vida de un anónimo hombre gris, que no soporta el olor de las mujeres, lo que le lleva a las más disparatadas situaciones.
En La taza vacía (tercero de la serie), Víctor Ramírez ofrece sus primeros cuentos escritos en la primera mitad de los años setenta, publicados en revistas y periódicos de la época en Las Palmas de Gran Canaria.
Además lo primero (cuarto volumen) posee una frescura digna de resaltar, es una noveleta que se recuerda con emoción y con cierta magua, tal y como ha señalado Rafael Franquelo.
La vez entre después y ahora (quinto tomo) es un relato polifónico en el que la fragmentación del discurso en bloques separados casi fija y secunda la alternancia de diversas voces y perspectivas que a su vez unen de forma fluida descripciones, diálogos y monólogos.
El relato La piedra del camino (sexta entrega de estas Crónicas Apátridas) ofrece un excelente manejo del tiempo y puntos de vista narrativos. Incide, además, en la psicología del canario al hacer patente ese complejo de inferioridad del canario (valga la redundancia) frente al «godo», percibido como la representación oficial del poder (policía, funcionario) y no como individuo. Ramírez demuestra conocer las vicisitudes del género, conocimiento que, sin duda, no es ajeno a su excelente labor de difusor, lector y creador.
Bajo el título Ojo de pulga (séptimo volumen), Víctor Ramírez agrupa seis relatos escritos entre 1978 y 1982: Ojo de Pulga (1978), Bala de goma (1980), El escritor y un miedo más (1980), Chantaje bendito (insomnio) (1981), Rutina, rutina (1981), y Lo más hermoso de mi vida (1982). Todos ellos tienen como telón de fondo las convulsiones socio políticas en el Estado español durante la instauración de la monarquía borbónica y la Transición posfranquista.
Por último, el octavo volumen de las Crónicas Apátridas, Hedor de esquirola, de Víctor Ramírez incluye los relatos Hedor de esquirola (1980) y Diosnoslibre (1982), en los que el autor logra hilvanar historias sacadas de la oralidad y la imaginería insular.
Trayectoria del autor.
Víctor Ramírez Rodríguez nació en 1944 en Las Palmas de Gran Canaria. Fue profesor de Enseñanza Secundaria y es miembro de la Academia Canaria de la Lengua desde 2004. Narrador prolífico, su obra incluye la serie de relatos «Cuentos apátridas», que ahora reedita Ediciones Idea. Es también autor de Cuentos cobardes (1977), Arena rubia y otros relatos (1991) y Desde el sur (1996). De su quehacer como novelista son: Lo más hermoso de mi vida (1982), Nos dejaron el muerto, De aquella zafra (1992), Sietesitios queda lejos (1998), El arrorró del cabrero (1999) y En la burbuja (2000). También ha publicado recopilaciones de sus artículos de opinión aparecidos en diferentes medios periodísticos de las Islas: Respondo (1993), La Escudilla (1994), La rendija (1997), Palabras de Amazigh (1998) y Desde el callejón sin salida (1999). Como editor ha publicado La guitarra del Atlántico (1973), Literatura Canaria. Antología de textos: siglos XVI-XX (1976), Rumores paganos (1980) con Rafael Franquelo; y con Ángel Sánchez: Cuentos canarios contemporáneos (1980), Narrativa canaria del siglo XV (1990) y Catre de Viento (1993). También ha editado a Antonio Bermejo, Isaac de Vega, Natalia Sosa y Nicolás Estévanez. Admirador de la música mexicana, ha realizado para la radio los programas: «Que te vaya bonito», «El Tenampa» y «El rincón de la cantina».