No nos gustan imprecisiones por parte de quienes ahora hablan de él, cuando apenas se acercaron a su vida en estos últimos duros 16 meses, argumentando razones y opiniones muy subjetivas y alejadas de la realidad. Creemos que no tienen derecho a hacerlo.
Queremos finalizar esta nota agradeciendo al padre Gabriel por sus hermosas palabras y consuelo expresado en el sepelio. También a todo el equipo médico y personal de enfermería de la Unidad de Paliativos del Hospital del Tórax, y del Hospital de La Candelaria en especial al Dr. Morales, por el exquisito trato y dedicación ofrecida durante este tiempo.
En definitiva, GRACIAS A TODOS.