Rafael Arozarena se adentra, en Los ciegos de la media luna, en la historia de José Torres Missyan, quien se hospeda en la antigua y bulliciosa medina de Fez; hijo de una feciana, se siente cordobés andalusí.
Aunque ha nacido fuera de ese mundo, un enigma ha ido creciendo en su interior, invadiéndolo con imágenes de cúpulas brillantes, densos bandos de palomas blancas, refrescantes surtidores de agua inmersos en el perfume de los naranjos. Cuando cierra los ojos puede ver la forma de corazón del continente africano. Aún ignora cuál es su misión, pero nota cómo en su renovado ser va penetrando un bálsamo que le proporciona una paz desconocida a su espíritu y una especial alegría. Todo cuanto siente se ha transformado en la verdadera razón de su vida.
Ante sus ojos, ahora invidentes, se presenta un camino luminoso que le lleva hacia Alá. Se siente confortado y su espíritu se va colmando de tranquilidad. Su pensamiento traspasa todo un mundo de lujos, vanidades, riquezas y hasta el amor. Intuye con claridad que el sendero por el que se desliza ahora será el verdadero para siempre, ya que contiene algo importante para la vida: una profunda solemnidad y la posible dignidad de una muerte feliz. Está convencido de que este camino luminoso le asegura la continuación de su espíritu.
Quizá los ciegos, que aguardan en silencio con una intensa emoción, son capaces de ver con más nitidez que los videntes; aunque sucumban en el gran juego de la emigración.
Datos del autor.
La obra de Rafael Arozarena Doblado (Santa Cruz de Tenerife, 1923) está considerada como una de las contribuciones más interesantes a la literatura canaria de la segunda mitad del siglo XX. En su obra total se percibe una evolución constante motivada por una exigencia sin reservas. De ahí que no sorprenda que sus novelas manifiesten sensibles diferencias en los respectivos temas tratados, ámbitos humanos y modalidades expresivas.
Miembro del grupo fetasiano (junto a Isaac de Vega, Antonio Bermejo y José Antonio Padrón), Rafael Arozarena ha cultivado numerosos géneros literarios. Sus primeros relatos fueron publicados en la revista Arco durante la década de 1940, así como sus primeros libros de poemas, Romancero Canario (1946) y A la sombra de los cuervos (1947). Las obras más conocida por el público son sus dos novelas: Mararía (1973, finalista del Premio Nadal de 1971) y Cerveza de grano rojo (1984). Asimismo, a lo largo de las últimas cinco décadas ha publicado varias novelas cortas y poemarios, además de numerosos artículos y ensayos en la prensa. En 1988 logró el Premio Canarias de Literatura compartido con Isaac de Vega. En 2000 ingresó en la Academia Canaria de la Lengua. En 2006, Ediciones Idea publica sus Obras completas, en una edición de cuatro tomos a cargo de Juan José Delgado, y este mismo año 2008 reedita sus novelas Mararía y Cerveza de grano rojo, en su colección Narrativas. Por otro lado, la Obra Social y Cultural de CajaCanarias publicó recientemente Poliedros del mar, su último poemario.