Estos días se procedió a desmantelar el retablo que se conoce en la isla en los últimos años, que data de 1989 y de la escuela sevillana. Afectado gravemente por el efecto de una plaga de polillas, siguiendo criterios técnicos, se ha decidido sustituirlo por una copia lo más fiel posible de su retablo original, del siglo XVIII, en madera y mucho más austero y propio del origen popular de la Ermita.
Los promotores llevan desde 2005 trabajando en la recopilación primero de fuentes que permitieran su reproducción, en la elaboración del proyecto, y ahora en la ejecución de los trabajos. De hecho, la propia imagen de la Patrona de los herreños ha tenido que estar depositada en su Corso de viaje para evitar que fuera afectada por la polilla.
El propio César Manrique manifestó en su momento que el retablo de madera de La Dehesa era, para él, el más bonito de Canarias. Las nuevas generaciones de herreños podrán volver a disfrutar de una réplica del mismo después de que finalicen los trabajos.
Desde 1989 el santuario tenía un retablo fruto de una restauración realizada en 1989 por el retablista sevillano Antonio Díaz. Sin embargo, según los informes técnicos, esa restauración no fue tal, sino una obra nueva hecha con madera y aglomerado de muy mala calidad que ha facilitado el ataque de los xilófagos. Su estilo era barroco.
Los técnicos han solicitado que se hiciera un nuevo retablo siguiendo el modelo original tanto en hechura como en policromía, para devolverle su aspecto original, cuya factura resaltaba el carácter popular de la obra.
Una vez que se acuerda por la Comisión Mixta Gobierno de Canarias-Iglesia Católica la recuperación del antiguo, comienza una larga tarea de recopilación de datos bibliográficos y fotográficos al respecto.
El ebanista encargado de los trabajos es Isidoro Pérez, avalado por la autoría del retablo de la Virgen de Los Remedios en Buenavista del Norte (Tenerife).