La exposición Joaquín Sorolla (1863-1923), que ha estado abierta al público desde el 26 de mayo hasta el 13 de septiembre de este año, ha sido la más importante celebrada dedicada al artista impresionista, tanto dentro como fuera del Estado. Según el director de la pinacoteca el número de visitantes de 459.267 la sitúa en una de las más visitadas de la historia del museo madrileño.
El Retrato de Benito Pérez Galdós realizado en 1894 fue adquirido por el Cabildo de Gran Canaria en julio de 1973 a los nietos del novelista. De formato apaisado y postura nada ortodoxa, representa al escritor canario sentado en un bancal corrido, en cuyo respaldo apoya su brazo derecho sosteniendo un cigarro con boquilla, testimonio de su afición al tabaco. La obra constituye la primera manifestación en que Sorolla rompe con el retrato tradicional, que se generaliza en su obra al recoger las efigies de amigos y familiares. El retrato sigue siendo tenebrista en cabeza y manos, porque el pintor no abandona el tratamiento tradicional hasta épocas muy avanzadas de su vida, a partir de 1904, cuando se enfrenta con el retrato al aire libre. Vestido con una chaqueta parda, chaleco negro y corbata de lazo a rayas, agarra con la mano izquierda la empuñadura de su bastón. En la pared situada a su espalda cuelga un cuadro con un importante marco dorado que reproduce una marina, posible alusión al origen insular del novelista.
Tras su regreso a la capital grancanaria, el cuadro de Galdós pintado por Sorolla podrá ser contemplado en horario del museo: de lunes a viernes de 9.00 a 19.00 horas, sábados y domingos de 9.00 a 15.00 horas.
No es la primera en que el retrato de Galdós pintado por Sorolla se incluye en una muestra del artista valenciano. La primera de la que se tiene constancia documentada se realizó en el verano de 1906 en la Galerie Georges Petit de París, apareciendo el cuadro con el Portrait du Romancier Pérez Galdós. La exposición se titulaba Exposition Sorolla y Bastida. También fue exhibida esta pieza en 1963 en el Casón del Buen Retiro de Madrid, y más tarde, en 1985, en Lieja, en la muestra titulada Sorolla-Solana. El cuadro, asimismo, se exhibió en 1998 en Bilbao y Madrid, y en 2000, se incluyó igualmente en la muestra denominada Mariano Benlliure y Joaquín Sorolla. Centenario de un homenaje, que fue exhibida en Valencia en el Museo del siglo XIX. La última vez en que el cuadro de Sorolla salió de las dependencias de la Casa-Museo Pérez Galdós, fue en 2001 cuando la Sala BBVA de Madrid lo incluyó en la muestra Sagasta y el liberalismo español.