El Archivo de La Gomera pone a disposición de usuarios e investigadores documentos insulares datados entre 1576 y 1936, que ya pueden consultarse con total seguridad, pues han sido tratados, clasificados y ordenados por técnicos del Cabildo. Ha sido importante la labor llevada a cabo por el centro puesto en marcha por la Institución.

La documentación aludida forma parte del Fondo Santa Ana, cedido al Cabildo por doña María del Carmen Macía y don José Perera, gracias a los que se cuenta con textos históricos de la primera parroquia que se creó en la Isla y de la que posteriormente se segregaron las demás. La documentación reúne también certificados de bautismo, dispensas matrimoniales, consentimientos paternos, testamentos, correspondencia o libros de cuentas, entre otros.

“Son textos que nos ayudan a comprender cómo eran las sociedades del pasado y que llevan el nombre de Santa Ana por haber estado depositados muchos años en un inmueble situado en la calle Real de San Sebastián, próximo a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, donde estuvo emplazada la ermita dedicada a esta advocación”, declara el presidente del Cabildo.

El informe final del trabajo archivístico de este conjunto documental presentado por los técnicos de la Institución apunta que el Archivo cumple con dos de los objetivos propuestos desde su fundación; que continuarán guiando su quehacer diario, y que se concretan en la clasificación y ordenación progresiva de la documentación que se conserva y el esfuerzo por incrementarla, a través de la recuperación de textos manuscritos, impresos o fotográficos de los que se tengan noticia sobre el pasado de La Gomera.

Los responsables del Archivo aprovechan la ocasión para agradecer a cuantas personas colaboran con el centro, que aseguran son muchas y de las que depende que el patrimonio documental de la isla siga creciendo.

Restauración del libro de Mandas Pías. Dentro del Fondo Santa Ana se encuentra el libro de Mandas Pías de Nuestra Señora de la Asunción, una publicación que recoge las disposiciones de carácter piadoso que hacían los testadores y las testadoras a sus albaceas en temas relacionados por ejemplo con su enterramiento, funeral, misas o donaciones a obras de inglesas, conventos y ermitas, así como para que se ayudara a la celebración de fiestas anuales de santos patronos.

Los técnicos aseguran que el valor del libro, que cuenta con 50 folios manuscritos y está confeccionado con papel artesanal, cosido con hilo de cáñamo, es incuestionable e insisten en que la información resulta muy útil para investigar las mentalidades y comportamientos de la época, es decir, para hacer estudios sociales y demográficos de la isla.

“El documento ha sido restaurado por Rafael Martín Campos, técnico del Laboratorio de Conservación y Restauración Documental del Archivo Municipal de La Laguna, y ya puede consultarse sin peligro de deterioro en nuestro Archivo Insular”, concluye Curbelo.