El objetivo de esta acción es establecer las condiciones de uso de esta marca con el fin de garantizar el origen de la sal procedente de salinas marinas del Archipiélago, así como su promoción en el mercado nacional e internacional, evitando referencias geográficas falsas.
El director del ICCA, Guillermo Díaz Guerra, indicó que se cederá el uso de la marca registrada a la asociación de productores de las salinas tradicionales de las Islas "para que puedan identificar su producto con esta denominación hasta que se obtenga la protección administrativa europea".
La obtención de la DOP permitiría que sólo la producción isleña obtenida bajo los controles y certificación requeridos podrá comercializarse aludiendo al Archipiélago, evitando así la competencia desleal. Esto supondría además que la marca pase a tener reconocimiento comunitario y por tanto pueda beneficiarse de la protección y acciones que tiene prevista la normativa europea para alimentos de calidad diferenciada.
El ICCA colaborará con los productores de sal del Archipiélago en la redacción del pliego de condiciones, documento requerido para solicitar la DOP de este producto en el que se describen la singularidad del mismo, su historia asociada al Archipiélago y sus características diferenciales.
"Se ha puesto también a disposición de los operadores el laboratorio agroalimentario del Instituto para la realización de los análisis físico-químicos que caracterizan el producto, una información muy útil para elaborar el citado pliego de condiciones", explicó Díaz Guerra.
Una vez descritas las cualidades del producto, los operadores podrán presentar su solicitud para la tramitación de la DOP, que el ICCA remitirá al Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM).
En septiembre se realizarán en Canarias, con la colaboración de los productores, unas jornadas técnicas y de fomento de la calidad donde asistirán ponentes de otras Comunidades Autónomas y que servirán para incorporar conclusiones al documento técnico que avale la solicitud de la DOP.
La extracción de la sal es una actividad ancestral vinculada a la historia de las Islas, que ha dado lugar a unos de los parajes más bellos y singulares de nuestro territorio, las salinas. Pese al abandono que han experimentado en las últimas décadas, estos espacios constituyen ecosistemas únicos que es preciso conservar por su enorme valor natural y cultural.
En este sentido, la Denominación de Origen Protegida Sal de Canarias supondría un reconocimiento de la calidad diferenciada de este producto y una garantía de protección activa de las áreas donde se obtiene.