Revista n.º 1073 / ISSN 1885-6039

Con los pies en el abismo de La Caldera de Taburiente

Lunes, 13 de septiembre de 2010
Canarias 7
Publicado en el n.º 331

Con los pies en el abismo de La Caldera de Taburiente

Imprimir | Enviar a un amigo

Compartir technorati delicious google meneame digg

Estadísticas

Esta noticia ha sido vista 21 veces.

Vote esta noticia

¿Le ha parecido interesante esta noticia?

Escuche la noticia

Martín Macho
El Paso
Transitar por ellas es jugarse la vida. El abismo es lo que le espera al que tiene un resbalón. Adentrarse en las pasadas, las peligrosas sendas prehispánicas de la Caldera de Taburiente, es una operación de altísimo riesgo. La lanza es la única herramienta que ayuda a fijar los pies al terreno y evitar una segura caída al vacío.

La Palma está surcada por una densa red de caminos y veredas que fue trazada, en su mayoría, por los aborígenes y que permitía la explotación estacional de los terrenos. Dentro de esta compleja trama viaria se encuentran las pasadas, unas rutas pastoriles singulares, únicas en el Archipiélago, cuyo recorrido conlleva un alto riesgo. Los investigadores Jorge Pais, Néstor Pellitero y Carlos Abreu han realizado un trabajo conjunto titulado Los antiguos caminos de La Palma. Vías de comunicación para la subsistencia que ha sido editado por el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio y el Cabildo.

Las pasadas, explican los citados autores, «permitían comunicar dos zonas de pastoreo comunal situadas en los bordes y en el interior de la Caldera». Muchos tramos de estas veredas, afirma Pais, «sólo es posible salvarlos gracias al uso de cuerdas o salientes minúsculos, en los que es preciso practicar escalada». En estas incursiones por las paredes verticales del Parque Nacional «te juegas la vida a cada paso o salto», resalta. «Esta vías de comunicación», alega Pellitero, «es imposible utilizarlas sin el uso de una herramienta vital como son las lanzas de pastor».

cabreros.Las referidas pasadas «fueron utilizadas por los aborígenes, como lo demuestra la existencia de infinidad de yacimientos arqueológicos localizados a los largo de las mismas, y lo continuaron siendo de forma intensiva por los cabreros históricos hasta 1954, cuando se creó el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente». A partir de entonces, su uso fue cada vez más esporádico, llegando incluso a desaparecer muchas de ellas.
 

Debes indicar un comentario.
Debes indicar un nombre o nick
La dirección de mail no es valida

Utilizamos cookies, tanto propias como de terceros, para garantizar el buen funcionamiento de nuestra página web.

Al pulsar en "ACEPTAR TODAS" consiente la instalación de estas cookies. Al pulsar "RECHAZAR TODAS" sólo se instalarán las cookies estrictamente necesarias. Para obtener más información puede leer nuestra Política de cookies.