Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

La Cilla: patrimonio agrícola en la Feria de Artesanía.

Lunes, 13 de Septiembre de 2010
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 331

Este año la Feria de Mancha Blanca está dedicada al patrimonio agrícola. El consistorio de Teguise decidió sin dudarlo elegir la Cilla como elemento representativo del municipio: era un almacén de diezmos de la Iglesia, y hoy sede bancaria.

 

El Área de Cultura del Ayuntamiento de Teguise (Lanzarote), que dirige Rita Hernández, desde que el Cabildo determinó que el tema de este año de la Feria de Mancha Blanca iba a ser el patrimonio agrícola, decidió sin dudarlo elegir la Cilla como elemento representativo del municipio, y así lo lestá llevando a cabo estos días. Se trata del almacén de diezmos de la Iglesia, actual sede bancaria, ubicada en la plaza de San Miguel, la de los leones. La edil comprobaba estos días el resultado final de esta elección, que se materializa en la edición de un libro que se entregará a los visitantes de la Feria que lo soliciten; así como la reproducción del edificio en el stand de Teguise.

 

El asesor del Archivo Histórico, Francisco Hernández, y la directora de dicha entidad municipal María Dolores Rodríguez, durante los últimos seis meses han estado recopilando datos para realizar este texto: el origen y vida del edifico; sus características arquitectónicas y su significado a lo largo de la historia de la Villa. Una parte relevante de la documentación se las facilitó el antiguo doctor de Teguise, y también pregonero de las Fiestas del Carmen, Juan Antonio Cabrera Hernández. Por lo pronto se han elaborado 1.500 volúmenes que se han ido repartiendo a lo largo del fin de semana. La edil recuerda que “esta obra, como todas las que está editando el Archivo Histórico, se colgará en la página municipal www.teguise.es para compartirla con cualquier persona que la necesite o tenga curiosidad”.

 

En el libro se recuerda que, tras la Conquista, Teguise era la beneficiaria de poseer el granero más importante de una isla cerealista como Lanzarote (antes de la erupción de los volcanes en 1730). Por eso desde 1405 Juan de Betencourt recordó a todos los residentes en la isla la obligación de entregar un diezmo de la producción de la mayoría de los productos a la Iglesia, hecho que hizo necesaria la construcción de un almacén, cuyo nombre correcto es Cilla; aunque el edificio de la Villa tuvo que esperar a 1680, año en que se levantó. Las obras fueron acometidas por el maestro Marcial Sánchez, siendo mayordomo de fábrica Pedro González Machado. Este emblema arquitectónico se conservó en muy buenas condiciones hasta finales del siglo XX, fecha en que fue restaurado para ser utilizado como sede de una entidad bancaria.

 

 

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