La bajada de las carrozas desde La Carrilla por la Calle Real, dio paso a un espectáculo de blanquitud absoluta con el reparto de los polvos de talco por parte de los representantes de los distintos grupos del Carnaval. Un total de 6,800 kilos de polvos contribuyeron a transformar el entorno de la Plaza de España en una nube blanca.
El desfile continuó hasta el recinto del Carnaval, donde se procedió al reparto de los típicos dulces de Carnaval. La aportación de la repostería ha sido otro de los aspectos más ligados a las fechas carnavaleras para todos los llanenses. Desde ese momento comenzó una animada verbena, donde destacó la intervención de Pepe Benavente, acompañado de Salsaludando, Bolero y Libertad , y que se prolongó durante todo el día y la parte de la noche que nos permitió la lluvia.
Los tantos y tantas asistentes disfrutaron con este espectáculo que mezclaba la calle y los escenarios en comunión perfecta, haciendo de los espectadores y los artistas un todo.