"El objetivo es que los romeros que llegan a Betancuria desde los distintos senderos puedan recorrer el último tramo de su peregrinaje sin tener que utilizar la carretera de asfalto, que es más incómoda al caminar y también más calurosa si se recorre de día. Para ello se ha destinado una cuadrilla de diez personas que están limpiando el cauce del barranco, trabajo que luego se rematará allanando el camino con la maquinaria del Cabildo", explicó Natalia Évora, consejera insular de Medio Ambiente, Agricultura Ganadería y Pesca.
El cauce del barranco entre Betancuria y la Vega de Río Palmas, donde se encuentra la imagen de la Virgen, tiene alrededor de 6 kilómetros. Una vez arreglado, permitirá a los caminantes que llegan a Betancuria por los distintos senderos y caminos reales desde otras zonas como Antigua, Tefía, Valle de Santa Inés, etc., alcanzar la Vega de Río Palmas sin pasar por el asfalto.
Los trabajos en este primer estadio del acondicionamiento se dirigen principalmente a la retirada de la maleza, en el cauce, y a la poda de la vegetación en los márgenes del barranco. Una vez finalizadas estas labores, será la maquinaria de la Corporación la que trabaje para allanar y hacer transitable el nuevo camino. Para realizar esta acción se ha contado con el permiso del Consejo Insular de Aguas, que ostenta las competencias en materia de recursos hídricos en Fuerteventura.
También en el entorno de Betancuria, y complementando el acondicionamiento del barranco, el Cabildo está realizando otras mejoras en el merendero de Castillo de Lara, que congrega a cientos de personas cada fin de semana.