Nadie quedó al margen de la actuación de este grupo de parranderos que tienen a tope su cartera de contratación...
El pasodoble "Islas Canarias" fue la locura colectiva... y qué decir de los solistas: pues Sergio Sosa, aquel niñito que hace algunos años, cinco concretamente, debutó en La Bodega de Julián pues está más talludito y la voz le ha cambiado. Sin embargo, cuando se tiene ese magisterio que él posee no hace falta que la voz esté más o menos clara. Rosi Abreu, tinerfeña que puso el contraste en el plató, era la primera vez que intervenía en el programa y, aunque algo nerviosilla, cuajó una buena actuación. También esa voz que a medida que pasa el tiempo gana en brillo y en expresión. Me refiero a Miriam Cruz, tinerfeña de dulzura exquisita. Y como en La Bodega de Julián se tiene fama de que cantar es fácil, aparecen por allí algunos solistas que quieren quitarse el gusanillo y se arrancan. Así sucedió con un jovencito norteño que llegó allí para que se le escuchara. Responde al nombre de Samuel Tapia y cantó una isa que ya verán ustedes...
Pero nos sorprrendió el monólogo de Julio Fajardo, que fue el invitado que Sergio Correa trajo esa noche para sorprender.