Revista n.º 1074 / ISSN 1885-6039

Redes económicas en Canarias (y II): la Sociedad Miller y Compañía y la exportación de tabaco a Argentina (1888).

Lunes, 22 de noviembre de 2010
Felipe Enrique Martín Santiago
Publicado en el n.º 341

Con la crisis de la cochinilla a finales del XIX en Canarias, donde andaba presente la colonia británica, una de las alternativas planteadas fueron los puros y el tabaco. Esta iniciativa se vio frenada por las falsas promesas del gobierno español.

Etiqueta de tabaco antigua.

 

La revolución industrial británica necesitaba de todo un entramado de relaciones o redes económicas que favoreciera las ventas de los productos manufacturados, de ahí la importancia de la revolución de los transportes, que abarataban los fletes por su mayor carga y acortaban las distancias con el desarrollo de la navegación a vapor, clave en el proceso de globalización.

 

De igual forma que en la actualidad la comunidad china en el extranjero cumple la función de introducir y expandir el consumo de la producción industrial de su país, con una estrategia de redes comerciales bien diseñadas y apoyadas desde el gobierno asiático, los comerciantes británicos fueron los encargados de crear las redes económicas necesarias para la expansión industrial, siendo un instrumento del imperialismo británico.

 

La Casa Miller, creada en la década de los años 50 del siglo XIX por don Tomás Miller y Swanston, que llega a Las Palmas de Gran Canaria de la mano de su primo Diego Swanston, en el año de 1888 estaba regentada, tras la muerte del fundador, por sus hijos: don Diego Miller y Vasconcellos y don Tomás Miller y Wilson, en la sociedad Miller y Compañía.

 

La Miller y Compañía tenía una actividad económica diversificada, centrada en la venta de productos manufacturados británicos y exportación de producciones canarias destinadas a la industria (barrilla y cochinilla) y, con posterioridad, con el ciclo del tomate y plátano, a la cesta de compras de sus compatriotas; actividad de importación-exportación que aprovechaba el transito de los barcos de vapor ingleses en sus rutas coloniales.

 

Con la crisis de la cochinilla, en la década de los setenta y ochenta del siglo XIX, se plantearon diversas alternativas agrícolas, estando presente los intereses británicos, de su colonia de comerciantes, en el desarrollo de las mismas. Es el caso de la producción y elaboración de puros y tabaco en hojas para la exportación, alternativa que se vio frenada por las falsa ayudas del gobierno español, garantizando la compra de la producción y no cumpliendo con su palabra entre los años de 1878-1880.

 

La pequeña industria de elaboración de los hermanos Miller creará una serie de relaciones económicas para la venta de su producción en tierras americanas, generando contratos de exclusividad en diversos países, apoyándose para ello en la emigración canaria. Es el caso del natural de San Mateo (Gran Canaria) don Pedro Déniz y Toron, vinculado a la República Argentina.

 

Fábrica de tabaco canario de Eufemiano Fuentes.

Fábrica de tabaco de Eufemiano Fuentes (Las Palmas de Gran Canaria)

 

El 9 de noviembre de 1888, ante el notario don Vicente Martínez de Las Palmas de Gran Canaria (legajo 3550, AHPLP), la casa Miller y Compañía, representada por don Diego Miller y Vasconcellos, pactan un acuerdo comercial con don Pedro Déniz y Toron, siendo la madre del último, doña María de los Dolores Toron y Melián, también natural de San Mateo, la fiadora de su hijo, hipotecando diversas propiedades en su municipio como garantía de la operación.

 

Varias condiciones fueron impuestas en la operación, y entre ellas destaca la imposición de no permitirle al Señor Déniz vender tabaco en el mercado uruguayo, creando la Casa Miller todo una serie de representantes en el mercado sudamericano, con desarrollo de una red comercial aprovechando la consignataria de la empresa y el tránsito de barcos de vapor hacia el continente americano; y ligado a ello, la mencionada emigración canaria a esos países, bien asentada en Argentina y Uruguay.

 

Durante siete años la Miller y Compañía iba a suministrar a don Pedro Déniz y Toron 100.000 tabacos (tipos puros) el primer año, aumentando 50.000 cada año, hasta una totalidad de 400.000 en el séptimo año. Los precios de las distintas modalidades de puros que señalamos aumentaban un 2 % el primer año, hasta un 7 % el último año, de no existir continuidad en la operación. El pago debería ser antes de tres meses después de facturados, con un interés anual del 6 %. Los tabacos comecializados por la casa Miller y Compañía eran:

 

 

vitola Canarios a 300 ptas. el millar

vitola Rotchiler a 275 ptas. el millar

vitola Imperiales a 200 ptas. el millar

vitola Excepcionales a 200 ptas. el millar

vitola Regalia Británica a 150 ptas. el millar

vitola Regalía de la Emperatriza a 150 ptas. el millar

vitola Perfectos a 150 ptas. el millar

vitola Reina Victoria a 125 ptas. el millar

vitola Regalía Londres a 125 ptas. el millar

vitola Regalía de la Reina 125 ptas. el millar

vitola Bouquet 125 ptas. el millar

vitola Esparteros a 115 ptas. el millar

vitola Petit Bouquet 100 ptas. el millar

vitola Reinas 80 ptas. el millar

vitola Conchas 75 ptas. el millar

vitola Princesas 75 ptas. el millar

vitola Loretas a 60 ptas. el millar

 

 

Por último, hay que señalar que el precio del tabaco en hoja o en rama era de 120 ptas. el quintal de la clase octava, 90 ptas. de la clase novena, 70 ptas. de la clase décima y 60 ptas. de la clase la undécima.

 

 

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