El edificio estará listo para su nuevo uso en ocho meses y recibirá una inversión de casi 1,4 millones de euros que se destinarán a la propia obra de rehabilitación, los equipamientos necesarios para la custodia, gestión y estudio del legado documental de Juan Negrín y las infraestructuras necesarias para el funcionamiento de la propia fundación.
“Más allá de la importancia que supone recuperar un nuevo edificio histórico en el barrio de Vegueta”, prosiguió la consejera insular, “este acto es importante por la carga simbólica que supone. Es una apuesta por recuperar la figura de una de las más grandes personalidades del siglo XX y situar a la isla en la vanguardia de la investigación histórica”.
El acto, que tuvo lugar en el patio del inmueble protegido sito en la céntrica calle Reyes Católicos de la capital grancanaria, también contó con la presencia de José Medina, presidente de la Fundación Juan Negrín, que adelantaba que hoy viernes tendría lugar la firma de un convenio con el Ministerio de Cultura que supondrá la colaboración de la administración estatal en la digitalización del enorme legado documental que se depositará en Gran Canaria. “Una de las copias digitales se custodiará en Salamanca, la otra se quedará en París y los originales, por expreso deseo de la familia Negrín, se custodiarán en la isla”, recordó Medina, quien incidió en la importancia capital de un fondo documental “clave para entender el desarrollo de la Guerra Civil española, la participación española en la Segunda Guerra Mundial y la actividad de los sucesivos gobiernos republicanos en el exilio”.
Medina recordó que la próxima llegada de estos fondos a Canarias es el “fruto de la sensibilidad del Cabildo de Gran Canaria” y vaticinó que “en un breve periodo de tiempo” la isla contará con este tesoro documental único.
Un edificio singular.
Por su parte, José María González, arquitecto responsable del proyecto y director de obras destacó que la intervención en edificios históricos “tiene una gran complejidad”, que en este caso se incrementa al tener que compatibilizar “la reconversión de los espacios para el uso de depósito y la salvaguarda de los elementos patrimoniales que distinguen al inmueble”. “Se trata de un edificio catalogado y tenemos que garantizar su conservación y la restauración de sus valores arquitectónicos”. En este sentido señaló que se recuperarán carpinterías y se renovarán los acabados compatibilizando este afán de conservación con “la adecuación del inmueble a la normativa vigente establecida para su uso futuro”. El arquitecto reiteró que la obra estará lista en un plazo de ocho meses.