Al mismo tiempo, aprovechando el tránsito de buques entre la metrópolis y sus dominios, cargaban los huecos en sus bodegas con tintes y frutas producidas en el Archipiélago, fruto del auge del imperialismo británico, como consecuencia de la Primera Revolución Industrial y de los transportes, con la invención del barco de vapor, iniciándose el proceso de Globalización.

Ese comercio Norte-Sur aprovechará la situación estratégica de Canarias para las labores de carboneo, necesarias para el funcionamientos de las líneas marítimas; de ahí el papel tan importante de los comerciantes británicos en el Archipiélago, destacando desde las primeras décadas del siglo XIX la familia Swanston y Miller.

Diego Swanston fue el primero de esta familia escocesa que se asentó en Gran Canaria, creando una sociedad, Diego Swanston y Cª, en la que participaba su primo Tomás Miller, que se instalará por su cuenta en la década de los cincuenta, creando en el año de 1871 la sociedad Tomás Miller e Hijos, asociado con sus hijos Diego y José Miller Vasconcellos, fruto de su primer matrimonio.

Con la muerte de Tomás Miller y Swanston, el 23 de abril de 1885, los cuatro hijos, fruto de sus dos matrimonios, Diego y José Miller Vasconcellos y Tomás y Enrique Miller y Wilson, disolvieron la sociedad Tomás Miller e Hijos, creando Diego y Tomas en el año de 1887 la empresa Miller y Cª, que se irá renovando su permanencia a lo largo de las últimas décadas del siglo XIX.

En el entramado comercial de la Casa Miller, con sus dos denominaciones, en la ciudad de Telde y en la Villa de Agaete habían adquirido sendas casas que facilitaban sus operaciones comerciales y de compra-venta de productos de la tierra para la exportación y el suministro a los barcos en su transito hacía las colonias inglesas, aportando a los agricultores el guano tan necesario para el cultivo de nopales o chumberas que servían de sustento y soporte para la cría de la cochinilla.

De esta forma, en la ciudad de Telde, en el barrio de Los Llanos de San Gregorio, adquirieron una casa en la calle Fomento de 200 metros cuadrados de superficie, que lindaba al naciente o derecha de la fachada con la casa de Amaro Talavera, al poniente o izquierda de la fachada con el Callejón de La Tabla, al norte o parte trasera con la casa de Amaro Talavera, al frontis o sur con la calle de su situación. Fue comprada a José Cabrera Carballo y José Cabrera Martín, el 22 de abril de 1884. Con posterioridad, la vendieron a don Pedro González Pérez, el 4 de mayo de 1894, por dos mil trescientas cuarenta y tres pesetas con setenta y cinco céntimos.

Igualmente, en la Villa de Agaete, compraron dos casas contiguas con pequeña huerta en la Plaza de La Constitución número quince, en el año de 1881, con el frontis hacia la plaza y el camino que va para Las Nieves, por detrás terrenos de Francisco de Armas, a la derecha casa de María Herrera, a la izquierda la de Sebastián de Las Cuevas. El 14 de mayo de 1894 se la vendieron a José García Armas, vecino de Agaete.

Foto de portada: paisanos en el Barranco de Agaete, trasera de las casas compradas por los Miller. Autor: Alejandro S. Witcomb. Fedac.