Aas es un pequeño pueblo de unos 100 habitantes (y que en su mejor momento tampoco rebasó los 200) ubicado en el Valle d'Ossau, en los Pirineos Franceses. Rodeado de altas y arboladas montañas, su núcleo poblacional se encuentra a unos 800 metros sobre el nivel del mar. No tiene ayuntamiento propio, sino que pertenece a un conjunto mancomunado.
Pueblo de Aas
A comienzos del siglo XX casi todos los habitantes de Aas usaban el lenguaje silbado como medio de comunicación a distancia para sus cuestiones diarias. Era usado tanto por hombres como por mujeres, por niños como por ancianos, e independientemente de la labor o profesión de cada uno. Como es lógico, su utilización principal fue para la larga distancia, por lo que eran los aislados pastores los que más lo necesitaron. En 1960 el profesor René Guy Busnel constató el retroceso que esta práctica estaba experimentando, y realizó grabaciones sonoras y videos que se han convertido en documentos valiosísimos. Decimos esto porque en 1995 murió la última silbadora del pueblo, y actualmente nadie es capaz de trasmitir cómo se comunicaban silbando. Por tanto, las grabaciones de Busnel representan la única manera de volver a oír este lenguaje silbado. El lector interesado en el tema puede escuchar ejemplos en los siguientes enlaces:
http://www.lemondesiffle.free.fr/presentation_esp/languessifflees.htm
http://sibilinguae.blog4ever.com/blog/lire-article-370241-1952393-sibilinguae_en_espanol.html
Llama poderosamente la atención que el lenguaje silbado solamente fuese utilizado en Aas, y nunca (según los protagonistas de antaño y la documentación escrita) en los pueblos de alrededor como Béost, Eaux-Bonnes o Laruns, que están apenas a dos o tres kilómetros.
El Bearne, donde se encuentran todas estas localidades, es la parte oriental del departamento francés de los Pirineos Atlánticos, ocupando 3/5 partes del mismo (las otras 2/5 partes las ocupa el País Vasco Francés). La lengua local, el bearnés, un dialecto del gascón (por tanto, lengua del grupo occitano), está en peligro de desaparición por el avance del francés, y ya raramente es vehículo de comunicación entre los hablantes del Bearne. Fue precisamente el bearnés la lengua que se silbaba en el pueblo de Aas.
Entre los días 11 y 21 de agosto de 2011 realizamos una visita a la zona (en este caso no es plural de cortesía, sino porque lo hice en compañía de mi pareja Diana Villalba Pérez, también buena silbadora). Fuimos invitados por la recientemente creada asociación Lo Bearn Shiula (El Bearne Silba), concretamente por su coordinador el profesor Gérard Pucheu, quien nos ha visitado en Canarias en varias ocasiones. Este grupo persigue la recuperación del lenguaje silbado de Aas y la solidaridad entre los lenguajes silbados del entorno mediterráneo europeo, en el incluyen el silbo en Aas, el de Antia (Eubea, Grecia), el de Kuskoy (Turquía) y el de La Gomera. Durante ese tiempo participamos en entrevistas radiofónicas, entrevistas para la prensa escrita y una charla-coloquio denominada Langages sifflés de la méditerranée, con un público interesado y especializado. Vea la convocatoria en:
También tuvimos la oportunidad de impartir clase de lenguaje silbado a los miembros de la asociación. Durante los 6 meses que llevan trabajando de manera práctica, les habíamos estado enviando grabaciones de silbo, soporte teórico y consejos por correo electrónico, y pudimos comprobar su avance con respecto a los videos que nos habían presentado en mayo.
Visitamos el pueblo de Aas, un enclave precioso y silencioso de arquitectura típica pirenaica. En la fachada de la iglesia existe una placa que reza en francés: Un homenaje a los pastores de Aas que practicaban un lenguaje silbado. Y allí conocimos a Marcel Lascurettes, hombre de avanzada edad natural del mismo pueblo, ex-alcalde de la comarca y, principalmente para esta visita, hijo de silbador. En su perfecto español nos contó anécdotas y experiencias sobre el lenguaje silbado que recordaba oír cuando niño y adolescente. Por ejemplo, nos dijo que en el instituto de Laruns, un pueblo mayor que dista 3 kilómetros, era motivo de burla hacia los alumnos que procedían de Aas el que se comunicasen silbando en su pueblo. Y también nos comentó lo impactante que para él fue experimentar como niño de 7 años que su padre y un amigo fuesen capaces de comunicarse con el silbo a larga distancia. Marcel nunca aprendió a silbar, pero reconoció una gran cercanía entre lo que había oído de joven y cuando le silbamos frases en su lengua natal con la técnica que usamos en Canarias. Consideró que existe una estrecha relación entre ambas técnicas de comunicación silbada. Sin embargo, consideró que silbamos con mucha potencia, y que para dentro del pueblo él recuerda que no se silbaba tan fuerte.
El autor junto a la placa homenaje al silbo
¿Es posible la recuperación del lenguaje silbado de Aas? Al contrario de lo que opinan otros, como el escritor e investigador local René Arripe, creemos que sí es posible y merece la pena conseguirlo. Así se lo hemos comunicado a la asociación Lo Bearn Shiula, a la que hemos asesorado al respecto. Para llegar a esta conclusión hemos tenido en cuenta las semejanzas y diferencias con respecto al silbo canario, y que pasamos a resumir:
- Lengua que se silba
El español y el bearnés son lenguas parecidas. Ambas son lenguas no tonales de origen latino, de escasas diferencias fonéticas y léxicas si las comparamos con otras. No es muy difícil para dos hablantes de uno y otro idioma una entenderse entre sí.
No obstante, el español de Canarias usa 5 vocales y 16 ó 17 consonantes (depende de si se pronuncia la ll diferenciada de la y o no), mientras que el bearnés presenta más vocales (7 u 8, según la zona del hablante) y algunas consonantes diferentes, como el grupo sh o la j sonora (como en Jean, en francés). Aparte de esto, es importante apuntar que el español hablado en Canarias no corre el riesgo de desaparecer que sí tiene el bearnés.
- La técnica de silbo
Por lo que hemos escuchado en las grabaciones de Busnel, tanto en Aas como en Canarias (también es así en el silbo griego de Antia o el turco de Kuskoy) se silbaron las vocales como tonos, siendo silbadas más agudas cuanto más cerrada se tiene la mandíbula al pronunciarla hablada y viceversa. A pesar de que el bearnés tiene más vocales, no hemos percibido más sonidos vocálicos silbados que los 4 que también diferenciamos en el silbo canario. Esto hace pensar que algunas de las consonantes que habladas suenan distinto, silbadas suenan igual, como la e y la è, según su proximidad de apertura de mandíbula (que no de los labios, que no cambian el tono en el silbo). En el silbo canario pasa igual con la o y la u, que prácticamente no se distinguen. En cuanto a las consonantes, ambos silbos simplemente tratan de realizarlas acercándolas lo más posible a como se pronuncian en el lenguaje hablado respectivo.
Por todo esto pensamos que se podría recuperar el silbo de Aas siguiendo los siguientes criterios:
1. Que hablantes de la lengua bearnesa aprendan la técnica de comunicación silbada de Canarias (por la afinidad lingüística entre el español y el bearnés).
2. Que escuchando las grabaciones de Busnel (1960) sean capaces de identificar las diferencias e imitarlas. Como hay algunas consonantes diferentes en ambas lenguas, sólo los hablantes nativos serán capaces de ejecutar correctamente la versión silbada de cada una, al igual que la entonación y los recursos léxicos necesarios para hacer comprensibles los mensajes (sinónimos, etc.).
3. Que estas personas, ya convertidos en silbadores, sean capaces de enseñar a otros nativos de bearnés, y que estos últimos a su vez sean capaces de emitir mensajes y ser comprendidos entre sí. Esto lo decimos para evitar las posibles “contaminaciones” del silbo canario entre los primeros aprendices.
4. Que se establezca finalmente un plan de conservación de carácter estable y ligado a las administraciones públicas.
Estos y otros detalles hemos tratado con la asociación Lo Bearn Shiula, a la que animamos encarecidamente en su complejo, pero ilusionante objetivo.
Charla coloquio en la mediateca de Pau
Por último, y para aquellos lectores que se lo estén planteando, estamos seguros de que el lenguaje silbado de Canarias no viene de los Pirineos Franceses, ni viceversa. Otra cosa sería hablar sobre los orígenes de ambos. Pero esta no es la ocasión para tratar este asunto.