Los actos comenzaron con la intervención del conferenciante, Ramón Correa, que en un tono ameno, agradable y entendible hizo un recorrido sobre la vida y obra de la homenajeada.

A continuación, Jaime Arias, muy emocionado, contó una anécdota: "yo y varios amigos estábamos en la Laguna preparando oposiciones a Magisterio y nos enteramos de que un grupo de Hermigua de chácaras y tambores participaba en un certamen regional que iba a tener lugar en el Hotel Botánico del Puerto Cruz y que el ganador representaría a Canarias en Madrid. Allí nos fuimos, mi sorpresa fue mayúscula cuando me percaté de que todos los integrantes del grupo llevaban zapatos negros, excepto uno que calzaba alpargatas blancas, me llevé las manos a la cabeza y me dije ya perdemos, me puse como un loco a buscar a Lili, cambié mis zapatos negros por las alpargatas, ganamos y Hermigua representó a Canarias en Madrid".

Acto seguido se proyectó un video resumen sobre la dilatada trayectoria de la homenajeada con fragmentos de entrevistas, selección de fotos y actuaciones del grupo folklórico.

El reconocimiento a Lili Ascanio, auténtica embajadora de las tradiciones, que ha paseado el nombre de Hermigua dentro y fuera de La Gomera, fue respaldado por la unanimidad de los concejales. Los portavoces de los grupos políticos dedicaron palabras de elogio a la Lili, destacando las enormes cualidades de la folklórica, que la hacen digna merecedora de este reconocimiento.

El Pleno, que se celebró en el salón del Edificio de Usos Múltiples, se llenó de vecinos y amigos que querían acompañar a la emocionada homenajeada, en muestra al reconocimiento de sus trabajos de investigación, recuperación y divulgación del folklore gomero. Lili manifestó su agradecimiento y gratitud a todos en este acto y dio las gracias al equipo de gobierno por la iniciativa.

Finalizado el Pleno, el numeroso público asistente se trasladó al parque del Curato para presenciar la actuación del Grupo Folklórico Infantil de Hermigua y la agrupación Coros y Danzas de Hermigua y Agulo, acompañados de antiguos componentes, destacando la presencia de Angelillo, el Villero y José Martín. Y, de repente, Lili se arrancó a bailar al son de las chácaras y el tambor.