Revista nº 1036
ISSN 1885-6039

La tradición musical en la Villa de Arafo.

Jueves, 03 de Febrero de 2011
Ayuntamiento de Arafo
Publicado en el número 351

Arafo tiene en la música su patrimonio cultural más valioso, consolidado desde el siglo XIX en agrupaciones que han venido funcionando ininterrumpidamente hasta la actualidad. Una tradición que vendría dada no sólo por la antigüedad de las formaciones sino también por su continuidad, caso de las bandas de música Nivaria y La Candelaria, o de la coral María Auxiliadora.

 

La historia de las agrupaciones musicales de Arafo (Tenerife) comienza el 10 de enero de 1860 con el debút de una banda de música infantil denominada Numancia, unos 15 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años, dirigida por Luis Otazo Marrero y que amenizará las principales fiestas locales.

 

Por su parte, a lo largo de la segunda mitad del XIX se empezaron a formar grupos corales para cantar las misas del mes de mayo, consagrado a la Virgen María, o en la festividad de Corpus Christi. La importancia de estos grupos va creciendo y prueba de ello es que se hizo necesaria la construcción de un coro de madera en el interior de la iglesia con el fin de realzar y hacer más audibles las obras que allí se interpretaran, coro que se construyó en 1888.

 

La Numancia, por su parte, continuaba con las actuaciones, destacando su participación en los actos celebrados en Arafo con motivo de la proclamación de la I República en 1873, o en las festividades de Semana Santa y el nombrado Corpus.

 

A comienzos del siglo XX un joven músico, que destacaba como intérprete de bombardino, se hace cargo de la agrupación; era Belisario García Siliuto. Con él se cambia el nombre del conjunto, pasando a denominarse Nivaria, por considerarse más representativo. Se renueva el repertorio, incluyendo bailables y alguna que otra pieza traída de Cuba; se uniforma la banda por primera vez, y se consigue un local de ensayo digno en una casa de la calle La Libertad.

 

La Nivaria en 1951

 

En 1925 un grupo de músicos perteneciente a la Sociedad Filarmónica Nivaria causa baja en la misma y pasan a formar una nueva banda de música: la Agrupación Artístico Musical La Candelaria. Esta formación se presentó en público en el municipio de Candelaria, con tan sólo quince integrantes, el 2 de febrero de 1926, día de la festividad de la Patrona, tomando de ahí su nombre, bajo la batuta de Juan Hardisson. En Arafo hicieron su debut en mayo con motivo de las fiestas de María Auxiliadora y luego en las patronales, dirigidos por Cándido Mesa, al que luego sustituyó Segundo Ferrera.

 

Juan Luis Coello Rodríguez se planteó de manera firme crear un coro totalmente arafero, que actuó por primera vez en la iglesia de San Juan Degollado cantando la misa Te Deum Laudamus de Perossi en la festividad de María Auxiliadora, el 24 de mayo de 1946, para lo que introdujo voces femeninas del mismo pueblo. Se constituía así la coral polifónica mixta más antigua de la isla. Para las fiestas patronales de ese mismo año decidieron preparar la Misa Primera Pontifical de Perossi a tres voces, que ensayaron en tan sólo 22 días, pues no les había llegado la obra con anterioridad. La actuación resultó un éxito, ante el asombro de propios y extraños, dada la complejidad de la misma y la juventud del coro.

 

La Coral ha conseguido importantes galardones y distinciones, como los cuatro primeros premios consecutivos del Concurso Paz en la Tierra, organizado por la Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo, celebrados en Navidad en el Parque García Sanabria de Santa Cruz. Además obtuvieron el 2º premio en un Certamen Provincial de Coros organizado por la Caja General de Ahorros. Asimismo participaron en diferentes temporadas operísticas celebradas en el Teatro Guimerá, invitados por la ATAO, junto a los Coros Agustín Ángel. Con ellos interpretaron coros de “Aída”, “La Forza del Destino”, “Nabucco”, “Norma” o “Tannhauser”, y ha actuado en prácticamente todos los municipios de la isla.

 

Banda La Candelaria

 

Nuevos locales de ensayo. Las bandas van a obtener un nuevo local de ensayo, cedidos por el Ayuntamiento el año 1955 en el edificio destinado también a Casa Consistorial y escuela. En concreto, a la Nivaria se le habilita una sala en el segundo piso y a La Candelaria un salón en la planta baja. Ambas formaciones permanecerán en esas salas por espacio de 22 años.

 

Con Amílcar González al frente de La Candelaria se fueron incorporando nuevos músicos tras una gran labor de academia y el grupo fue ganando en calidad y afinación. Este trabajo fue reconocido durante los concursos de bandas en las Fiestas de la Primavera en Santa Cruz pues obtiene el segundo premio durante los años 1958 y 1959. Pero el cenit de ese magnífico palmarés llega en el concurso celebrado el 15 de mayo de 1960 cuando la banda obtiene con toda brillantez el primer premio, interpretando como obra obligada una selección de “Gigantes y Cabezudos” y como libre la obertura “Rosamunda”.

 

Paralelamente, dos agrupaciones femeninas de pulso y púa, la Agrupación Aída, dirigida musicalmente por Luis Curbelo, a quien reemplazaría su hermano Antonio Curbelo, y artísticamente por Miguel Pérez Rivero; y Las Mary’s, ensayada por Juan Ramos y su esposa Carmen Tejera, mantienen una gran rivalidad, con actuaciones en diversos puntos de la isla. También hay que señalar la existencia efímera de diversas formaciones corales, como el coro de niñas que cantaban la función dominical, dirigido por Nelson Rodríguez Fariña entre 1956 y 1957; el coro infantil dirigido a comienzos de la década de los sesenta por Antonio Curbelo, organizado con motivo de la visita del obispo Franco Gascón y que cantó varias misas en la parroquia; y el coro de voces blancas de Arafo, fundado por Fátima Marrero en 1975 y que se mantuvo por espacio de tres años. Además hay que señalar que en 1972 se constituyó en Arafo la primera murga femenina de la historia de Carnaval, con el nombre de Las Desconfiadas.

 

Las Aída 

 

La Rondalla Ayesa. En lo que a agrupaciones de pulso y púa se refiere, a mediados de la década de los setenta Antonio Curbelo organizó una rondalla con alumnos del colegio Andrés Orozco con los que participó en las primeras ediciones de la Romería de San Agustín. De esa rondalla denominada Guataitigua surgió en 1985 la Rondalla Ayesa, dedicada principalmente al montaje de piezas de zarzuela y que recibió varios premios en los concursos de rondallas de los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife y que actuó, entre otros lugares, en la catedral de Santiago de Compostela.

 

En 1995 esta formación se escindió dando lugar a la Rondalla Folclórica Ayesa y la Rondalla Lírica Ayesa. Igualmente,  en 1993 se fundó la Rondalla Aires de Arafo. Han actuado en numerosos puntos de las Islas y Península. También con el deseo de promocionar la música folclórica entre los más jóvenes, el Ayuntamiento de Arafo creó en 1993 la Escuela Municipal de Folclore, ampliada posteriormente a canto y bailes regionales. En lo que a grupos de cámara se refiere, destaca la creación en 1990 del quinteto de viento-madera Añavingo, especializado en música del Renacimiento, Barroco y Clasicismo.

 

Enseñanzas regladas. Dejando a un lado las agrupaciones musicales, hay que señalar que desde hace más de veinte años se está impartiendo enseñanzas regladas en el municipio; primeramente, desde 1976, a través de la creación en Arafo de una filial del Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife y desde 1995 con la creación del Conservatorio Municipal Elemental de la Villa de Arafo, tras un convenio suscrito con la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. El Conservatorio contó con unos 120 alumnos a los que se impartían las especialidades de flauta, clarinete, trompeta, guitarra, violín y piano y que proceden de un gran número de municipios de la isla. En la Navidad de 1998 se presentó un disco compacto grabado por alumnos de este Conservatorio Elemental. Este centro cerró definitivamente sus puertas al finalizar el curso académico 1999-2000.

 

Como contrapunto a la extinción del Conservatorio Municipal, se han potenciado las academias de las dos bandas de música, en las que se imparten enseñanzas de solfeo, lenguaje musical, clarinete, saxofón, trompeta, trombón, tuba y percusión y que prepara a los alumnos para acceder a las pruebas de acceso al Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz. Paralelamente se ha creado la academia de canto, dirigida por María Célida Alzola, que ha dado sus frutos con la creación de una coral de voces blancas. Además, Alzola dirige el grupo vocal Aragüimus.

 

El 18 de mayo de 2001 se produjo el descubrimiento de la escultura Aramus, homenaje a los músicos de Arafo, obra de la artista arafera Carmen León. En el acto se interpretó el Himno de Arafo, música de Agustín Ramos y letra de Teresa de Jesús Rodríguez Lara. También se formó la Agrupación Folklórica Risco Azul de Arafo que poco a poco ha ido posicionándose en la música tradicional canaria y que aún en estas fechas está actuando.

 

 

Una más detallada información aquí.

 


 

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